Toman la medida pese a que “las acusaciones que se han hecho no han sido en absoluto probadas”
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha decidido hoy "apartar provisionalmente de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal" al sacerdote que ha sido denunciado por presuntos abusos sexuales a un menor de 14 años en la capital granadina.
Toman la medida pese a que “las acusaciones que se han hecho no han sido en absoluto probadas”

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha decidido hoy «apartar provisionalmente de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal» al sacerdote que ha sido denunciado por presuntos abusos sexuales a un menor de 14 años en la capital granadina.

En un comunicado emitido esta noche por el Arzobispado de Granada, se indica que el arzobispo ha tomado esta medida «a pesar de que las acusaciones que se han hecho no han sido en absoluto probadas e incluso de que hay indicios significativos de manipulación».

Los padres del menor que denunció al sacerdote han solicitado una orden de alejamiento para evitar que vuelva a acercarse a su hijo, y consideran que debió ser encarcelado para «evitar que haga lo mismo a otros niños».

Tras prestar declaración en el cuartel de la Guardia Civil de La Zubia, donde residen el sacerdote y la presunta víctima, el religioso fue puesto en libertad con cargos con la obligación de comparecer ante el juez cuando sea citado.

En la nota de prensa, el Arzobispado señala que a la Iglesia «le duelen especialmente» los pecados de sus ministros y pastores, pero recuerda que una acusación «no significa en absoluto por sí misma que haya responsabilidad por parte de la persona acusada, y que no basta el hecho de la acusación para declarar a una persona culpable».

Por ello, pide que se respete la presunción de inocencia, ya que lo contrario «facilita la arbitrariedad y las venganzas personales o linchamientos públicos sin garantías de justicia y de verdad».


Fuente: EFE