El periodista y dibujante Rai Ferrer (Burgos, 1942) regresa al cómic para recuperar la memoria colectiva y presenta ’Vientos del pueblo’, una "historia de aventuras" que recoge en texto e ilustraciones los cien años de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). "Ahora que el poder político y económico intenta adormecer la raíz libertaria", según el autor, es el momento de repasar el movimiento anarcosindicalista.

El periodista y dibujante Rai Ferrer (Burgos, 1942) regresa al cómic para recuperar la memoria colectiva y presenta ’Vientos del pueblo’, una «historia de aventuras» que recoge en texto e ilustraciones los cien años de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). «Ahora que el poder político y económico intenta adormecer la raíz libertaria», según el autor, es el momento de repasar el movimiento anarcosindicalista.

Cristina San José | Valladolid | El Mundo Castilla y León

Visita este lunes el Centro Cívico Esgueva, 19.30 horas, para presentar la nueva publicación e impartir la conferencia Desde el humor y para la anarquía. Ferrer (conocido por su trabajo en publicaciones como el ’El viejo topo’ y ’Diario 16’) ya utilizó el grafismo histórico en 1985 para reconstruir la biografía de Buenaventura Durruti, publicación que contó con prólogo de Enrique Tierno Galván.

Considera que su nuevo trabajo sobre la CNT debería convertirse en un «libro básico en los colegios, un catón de escuela» que hiciera llegar a las nuevas generaciones parte de la historia. «El movimiento obrero es lo único respetable que ha dado este país», sentencia tajante. Aunque ahora se dedica a escribir novelas y ensayos históricos, no pudo negarse al encargo y retomó la viñeta como forma de expresarse después de dos años sin dibujar. Ha contado con la colaboración de Carlos Azagra, dibujante de ’El Jueves’, con ilustraciones en cada uno de los capítulos, y Josep Solá en los rótulos.

Relata la vida ajetreada de un movimiento «constantemente amenazado por la represión». Narra cómo surgen las ideas de la CNT con la llegada de uno de los discípulos de Bakunin a España a finales del XIX, la aparición en Cataluña de grandes nombres del movimiento anarquista como Anselmo Lorenzo y la fundación en 1910 de la Confederación en el Palacio de Bellas Artes. También recoge la semana trágica, la proclamación de la jornada de ocho horas, la dictadura de Primo de Rivera y la llegada de la República. «Es un libro dividido en capítulos, con dibujos y bocadillos con frases que dijeron realmente los protagonistas, se lee de forma fácil, que es lo que yo pretende para dirigirme a las nuevas generaciones».

Con ecos de la pasada huelga general aún en las conversaciones y páginas de periódicos y críticas a Gobierno y sindicatos, Ferrer tiene clara su postura. «Aquí hay dos sindicatos, CCOO y UGT, que en realidad son liberados que trabajan para el Gobierno socialista. En cambio se margina a movimientos como CNT y CGT», lamenta. «El Gobierno es impresentable y los dos sindicatos hacen el juego al poder político de turno. La huelga fue un fracaso porque nadie cree en CCOO ni UGT, están untados desde el poder y gracias a ello subsisten muy ricamente».

Cuando era aún un niño comenzó a trabajar en la Editorial Bruguera en el departamento de compaginación. En 1968 realizó sus primeros trabajos de cine independiente como guionista y director y poco después se convirtió en director artístico del semanario Strong y del departamento juvenil de la Editorial Argos. En 1975 fundó con Luis Díaz y Josep Solá el colectivo Onomatopeya. En 1984 trabajó como portadista para las editoriales Ariel y Seix Barral y fue en 1985 cuando publicó a través de la Editorial Planeta la biografía gráfico-literaria Durruti. En 1988 inició en ’Diari de Barcelona’, en catalán, la serie de efemérides Tal día como avui y sus labores de crítico literario y periodista continúan en la actualidad, un trabajo incesante, crítico y fiel a sí mismo : «Entre la crisis mundial y el mangoneo de los poderes políticos, no soy cercano ni a las izquierdas ni a las derechas. Soy libertario, jamás he tenido un carné de nada, pero desde que era niño siempre he sido partidario del movimiento obrero y el pasado histórico. Cuando uno lee lo que ha pasado en España en los siglos XIX y XX se da cuenta que la única gente con coraje y de talla eran los obreros y particularmente los afiliados al anarcosindicalismo».