WASHINGTON.- En menos de 50 años el calentamiento global de la Tierra causará un abrupto aumento en el nivel de los mares, deforestación e inundaciones que perjudicarán a unos 2.000 millones de personas, han advertidos expertos de la Universidad de las Naciones Unidas.

WASHINGTON.- En menos de 50 años el calentamiento global de la Tierra causará un abrupto aumento en el nivel de los mares, deforestación e inundaciones que perjudicarán a unos 2.000 millones de personas, han advertidos expertos de la Universidad de las Naciones Unidas.

No obstante, en un estudio titulado ’Ambiente y Seguridad Humana’, han indicado que aún hay tiempo para revertir esa situación si se toman medidas y se mejoran los sistemas de pronóstico meteorológico en todo el mundo.

Los expertos han añadido que esa situación de alarma se puso de manifiesto a finales del mes pasado con las inundaciones que arrasaron zonas agrícolas de Haití y la República Dominicana y causaron más de mil muertes.

Creada por la Asamblea General de la ONU en 1973, la Universidad agrupa a expertos en investigación, capacitación y difusión de conocimientos vinculados a los más acuciantes problemas mundiales.

Los expertos han agregado que se calcula que mil millones de personas, es decir, una sexta parte de la población mundial, viven en las zonas que serán escenario de las peores inundaciones del siglo.

Actualmente, sólo las inundaciones afectan a más de 530 millones de personas en todo el mundo y provocan una media de 25.000 muertes al año, destrucción de viviendas, enfermedades y pérdida de cultivos y de ganado.

Uso irracional de la tierra

Según los expertos de la universidad, esa situación se ha visto agravada por el uso no sostenido e irracional de la tierra y otras acciones humanas.

«En un mundo más húmedo y caliente como lo pronostica la ciencia, la parte superior del hemisferio norte probablemente vea más tormentas, mientras que los veranos en algunas zonas continentales serán más secos y proclives a la sequía», ha dicho Janos Bogardi, director del estudio.

El informe ha sido difundido para coincidir con la inauguración el martes 15 de junio en Bonn, Alemania, de un instituto de la Universidad dedicado a estudiar el ambiente y sus consecuencias para la seguridad humana.

Según el estudio, la región más afectada será Asia, donde durante las últimas décadas una media de más de 400 millones de personas han recibido el impacto de las inundaciones.

Los expertos han informado de que el coste anual de las inundaciones y otros desastres vinculados al clima (principalmente en los países en desarrollo) es de entre 50.000 y 60.000 millones de dólares, suma que equivale a toda la ayuda para el desarrollo entregada de los países donantes.

Problemas generalizados

Pero los problemas no están limitados a las naciones en vías de desarrollo, también afectan a los países industrializados, ha manifestado el informe. En Europa, las inundaciones causaron un centenar de muertes en 2002, afectaron a 450.000 personas y provocaron pérdidas por unos 20.000 millones de dólares.

En Estados Unidos, donde murieron 50 personas y hubo daños por más de 50.000 millones de dólares debido al desbordamiento del río Misisipi en 1993, las inundaciones se cobran una media de 25 personas cada año desde 1980.

Según los expertos de la Universidad de las Naciones Unidas, esos problemas se duplicarán en las zonas más proclives debido a una ampliación de los procesos climáticos (sequías o inundaciones), el aumento en el nivel de los mares y la continua deforestación.

«Lo que se necesita con más urgencia ante el riesgo creciente de desastres por inundaciones es una mayor capacidad global para controlar y pronosticar los acontecimientos extremos» del clima, ha enfatizado Bogardi.

«Con mejor información, se pueden instalar mejores sistemas e infraestructuras de alerta a fin de determinar nuevas estrategias», ha añadido. Pero, más que nada, según el experto, «lo que se necesita es cambiar la estructura mental internacional (…) de la reacción y la caridad a la anticipación y la prevención».

Los países son muy generosos cuando se trata de ayudar después de los desastres, pero lo son mucho menos cuando se trata de hacer los preparativos para enfrentarlos, ha añadido.


Par : EFE