"LOS QUE HAN DESTRUIDO ESPAÑA, QUE LA RECONSTRUYAN", SEÑALABA LA PROPAGANDA OFICIAL DE LA ÉPOCA
Acosta : "Existe una demanda social de recuperación de la memoria histórica"
Gonzalo Acosta, coautor y coordinador del libro "El canal de los presos", señaló ayer en el Club FARO que "en la transición se sacrificó la justicia y la dignidad de los presos, desaparecidos y fusilados", y que ahora "existe una demanda social de recuperación de la memoria histórica".

«LOS QUE HAN DESTRUIDO ESPAÑA, QUE LA RECONSTRUYAN», SEÑALABA LA PROPAGANDA OFICIAL DE LA ÉPOCA

Acosta : «Existe una demanda social de recuperación de la memoria histórica»

Gonzalo Acosta, coautor y coordinador del libro «El canal de los presos», señaló ayer en el Club FARO que «en la transición se sacrificó la justicia y la dignidad de los presos, desaparecidos y fusilados», y que ahora «existe una demanda social de recuperación de la memoria histórica».

Acosta abordó parte de la historia de los más de 150.000 españoles que Ðsegún datos actualesÐ trabajaron como esclavos Ðen trabajos forzados entre 1937 y 1962Ð para la dictadura franquista en obras de infraestructura (carreteras, vías férreas, aeropuertos, pantanos, canales…). En concreto, se centró en el Canal del Bajo Guadalquivir, conocido como Canal de los Presos, por el que el régimen de Franco se propuso convertir en regadío más de 75.000 hectáreas de secano y marisma en la provincia de Sevilla.

El presentador de Acosta, el diseñador y publicista vigués Carlos Núñez, destacó al conferenciante como un «hombre honesto» empeñado en «convertir en historia la vieja herencia envenenada». «Hay un manto de silencio sobre lo que ocurrió con los presos-esclavos del franquismo», afirmó el interviniente, fundador y directivo de la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia.

Los beneficiarios de la mano de obra forzosa Ðinternos de prisiones y campos de concentración, batallones de trabajadores y batallones de soldadosÐ eran la administración y las empresas privadas, éstas como adjudicatarias de obras públicas y receptoras de mano de obra esclava. El sistema operó de 1939 a 1962.

Según los estudios realizados por Acosta y su equipo, entre los presos había también delincuentes comunes, aunque la mayoría eran presos políticos.

Procedían de todas las provincias españolas, excepto Navarra, y se dedicaban principalmente al trabajo en el campo (56 por ciento) y a la construcción (22 por ciento).

Sirviéndose de proyecciones y vídeos, Acosta explicó el funcionamiento del Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo, el organismo que se convertiría, según sus palabras, en una especie de «INEM de los rojos, una ETT de esclavos». Sus creadores fueron el jesuita José Agustín Pérez del Pulgar, como ideólogo, y Máximo Cuervo, coronel y director general de Prisiones en aquel momento. En la exposición de motivos de la ley que se promulgó en 1938 para establecer esta institución constaba la intención de que «los que han destruido España, que la reconstruyan». En una de las películas de la época que mostró Gonzalo Acosta se decía que «los despojos humanos (los presos) deberán a España su regeneración».

Al menos 24 gallegos trabajaron en el canal

Según subrayó Gonzalo Acosta, Galicia no fue ajena a la mayoría de las instituciones que encauzaban la mano de obra proporcionada por los reclusos, que de acuerdo con sus datos alcanzaban entonces el 12 por ciento de la población española. Fueron, en concreto, los destinos y talleres penitenciarios, la Dirección General de Regiones Devastadas, las colonias penales y el Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas.

Entre los talleres penitenciarios y destacamentos penales ubicados en suelo gallego, el conferenciante destacó los de San Esteban de Sil (Ourense), O Caurel (Lugo) y las minas de wolframio y estaño.

Y aunque la mayoría eran andaluces, los presos que trabajaron en el Canal del Bajo Guadalquivir Ðtodavía en servicioÐ fueron al menos 24, la mayoría de la provincia de A Coruña. «Pudieron ser muchos más Ðprecisó AcostaÐ, porque sólo hemos localizado un tercio de la información».

«Por Dios, por la pata de buey»

La proyección incluyó testimonios de presos y de familiares que relataron las condiciones de vida en el canal. Uno de los ex prisioneros recordó que los «porristas» Ðcomo llamaban a los funcionariosÐ les obligaban a entonar el «Cara al sol» y otras canciones en momentos puntuales de la jornada. Una de las consignas que debían repetir era «Por Dios, por la patria y el Rey», que los republicanos trocaban en «Por Dios, por la pata de buey». Gonzalo Acosta hizo hincapié también en el sufrimiento de las mujeres, que trabajaban en las colonias construidas junto a los campos de trabajo.


Par : cECILIO