Ante el anuncio por parte del Departamento de Educación sobre la reapertura de los centros educativos, desde CGT, como sindicato de enseñanza y voz de la comunidad educativa, queremos afirmar que entendemos y compartimos la importancia -tanto a nivel educativo como social- de apertura de los centros desde la etapa de los 0 años a la educación de adultos. Por eso mismo, hay que destinar todos los esfuerzos económicos, tan recursos humanos como materiales, para hacerlo de forma segura, y más teniendo en cuenta que atendemos también a niños con una autonomía y responsabilidad muy limitada respecto a las medidas mínimas para evitar transmitir y contraer la Covid-19. Por lo tanto, esta apertura no puede ser precipitada ni improvisada.

Queremos manifestar nuestro desacuerdo con la reapertura en los términos anunciados por el Departamento de Educación, y denunciamos la irresponsabilidad por la desprotección a la cual aboca a trabajadores y niños. Esta reapertura apresurada demuestra temeridad e imprudencia sanitaria y social. Responsabilizaremos el Departamento y al señor Bargalló de los posibles rebrotes del virus que tengan el foco en los centros educativos y por tanto, también lo señalaremos a nivel legal para que  asuma las consecuencias de esta reapertura sin condiciones de seguridad.

Queremos manifestar nuestro desacuerdo con la reapertura en los términos anunciados por el Departamento de Educación, y denunciamos la irresponsabilidad por la desprotección a la cual aboca a trabajadores y niños. Esta reapertura apresurada demuestra temeridad e imprudencia sanitaria y social. Responsabilizaremos el Departamento y al señor Bargalló de los posibles rebrotes del virus que tengan el foco en los centros educativos y por tanto, también lo señalaremos a nivel legal para que  asuma las consecuencias de esta reapertura sin condiciones de seguridad. Además, destacamos el nulo talante dialogante del consejero por no consultar ni compartir este plan con el resto de la comunidad educativa, ni sindicatos, ni centros educativos, ni familias.

Recordamos que niños y jóvenes han sido los grandes olvidados de esta crisis y ahora la reapertura es incompatible con las necesidades cognitivas y emocionales que necesitan alumnado y familias. El miedo que nos transmiten las autoridades y el distanciamiento social que nos exigen son indicadores que irán en contra de una tarea pedagógica de calidad. Encima, este plan representa una discriminación entre el alumnado: ¿qué quiere decir la diferencia entre el alumnado Fase 1 y Fase 2? ¿Quién y bajo qué criterios selecciona al alumnado para ir a la escuela? ¿Quién velará por las diferencias en el acompañamiento emocional puesto que no todo el mundo tendrá el mismo? Por lo tanto, esta crisis exige soluciones excepcionales y tienen que garantizar el bienestar físico, mental y pedagógico de niños, familias y profesorado. Y esto pasa por no abrir los centros educativos.

Amparándose en el Decreto de Autonomía de Centros, el Departamento responsabiliza a los equipos directivos, que no tienen ni margen económico ni recursos humanos para poder garantizar la seguridad. Apelamos a esta «autonomía» y llamamos a los equipos directivos para que de forma unitaria tomen la iniciativa y desobedezcan las órdenes de apertura atendiendo a la responsabilidad de ofrecer un entorno seguro y saludable para todo el mundo.

Invitamos al Departamento a elaborar un protocolo de apertura prudente basado en factores sanitarios, sociales y educativos, no económicos, que no respondan únicamente a presiones empresariales que precipitan estas decisiones. Un plan como este no puede ser operativo hasta inicios del próximo curso. No estamos dispuestos a convertir los centros en laboratorios ni a ser los siguientes conejillos de Indias después de la desatención y la imprudencia que la administración ha cometido con el personal que trabaja en centros médicos y de atención a la 3.ª edad.

Este tiene que ser un plan concreto y dotado de recursos económicos, humanos, materiales, de infraestructuras, etc. Un plan que englobe el retorno de la totalidad del alumnado, evitando el aumento de la desigualdad educativa que se está produciendo actualmente. Por lo tanto, desde CGT Ensenyament entendemos que en la elaboración de este protocolo de reapertura de los centros educativos no pueden faltar las personas representantes de los trabajadores y unas MEDIDAS DE MÍNIMOS como las siguientes:

1. Dotación doblada de personal docente como principal medida para atender el alumnado.

2. Adquisición de tets PCR para el personal docente, de apoyo (limpieza, comedores, etc.) y alumnado.

3. Dotación de personal sanitario en plantilla por los centros educativos para hacer tareas de prevención y refuerzo en hábitos sanitarios de seguridad individual y colectiva.

4. Dotación de suficientes recursos sanitarios: termómetros para el control rutinario de temperatura, guantes, mascarillas (de uso obligatorio en vez de voluntario), hielos desinfectantes, etc. y todo el que las autoridades sanitarias convengan.

5. Dotación de personal de limpieza durante el horario escolar (mínimo de 9 a 16 h), haciendo énfasis en la limpieza y la higiene de WC y comedores. Pedimos la internalización del servicio de limpieza.

6. Gestión seria de los espacios donde se tienen que disponer las aulas para el alumnado, teniendo en cuenta que en escuelas de una línea hace falta que dispongan de 18 espacios diferenciados (también a nivel acústico) y en las escuelas de dos líneas hace falta espacios para 36 aulas, según las ratios aprobadas y que de entrada parecen adecuadas.

7. Pedimos a los Departamentos que corresponda la gestión seria, firme y duradera de las medidas de conciliación laboral y familiar tan necesarias y que no pueden recaer de ninguna forma exclusivamente en la escuela (el teletrabajo, los permisos retribuidos no recuperables, etc.). Por lo tanto, que el Departamento de Educación conjuntamente con las administraciones pertinentes garanticen los ingresos necesarios y las medidas laborales adecuadas para que las familias puedan seguir acompañando a sus niños desde casa.

Apelamos al sentido común del Departamento para retirar a tiempo su despropósito de reapertura este mes de junio si no se cumplen los mínimos mencionados. Entendemos que en caso de reapertura de los centros el 1 de junio, el Departamento reduce y supedita su tarea educativa y social y se pone en manos de lobbies de presión económica. Hecho que hará fehaciente que los actuales dirigentes no pueden continuar por su carencia de valoración pedagógica y humana de la tarea educativa y su falta de independencia.

Por lo tanto, si no se tienen en cuenta estas demandas, y después nos tengamos que lamentar de las consecuencias que esta mala gestión puede comportar, exigiremos la dimisión del conseller Bargalló y todos los directores territoriales junto con sus asesores y seguiremos convocando las movilizaciones necesarias, si conviene también la HUELGA INDEFINIDA, hasta que la seguridad sanitaria y la educación sean la prioridad del Departamento.

Hacemos un llamamiento social pidiendo el espaldarazo de toda la sociedad y especialmente de las familias, a que la reapertura de los centros educativos sea segura, por motivos educativos y sociales. Y exigimos que se ponga en valor y se dé reconocimiento permanente y sin fisuras a la importancia de la tarea social que hagamos el personal docente y de apoyo educativo. Exigimos que se pare la degradación de la imagen de nuestra profesión, que ponga por delante todo el bienestar emocional y educativo de nuestro alumnado. Para acabar, queremos manifestar nuestro apoyo incondicional en todas los centros educativos, a los equipos directivos, al profesorado y a las familias ante tanta duda y el desprecio que han tenido por parte del Departamento.

CGT Enseyament

23 de mayo 2020


Fuente: CGT-Ensenyament Lleida