Texto de Cuadernos del Ateneo 4: Microcréditos ¡No Piques!. Por Marcos Pérez-SODEPAZ BALAMIL.

El fracaso de las políticas de microcréditos se basa precisamente, (como en gran medida la de las grandes políticas de ayuda al desarrollo) en que no abordan la cuestión de cuales son las raíces de las desigualdades y de la pobreza, y pasan por encima de las causas socio-políticas y culturales de la desigualdad.

El origen de la pobreza
hay que buscarlo en la propia naturaleza de las relaciones económicas,
financieras y mercantiles sobre las que se sustenta el sistema
capitalista a nivel mundial. El acceso al endeudamiento no solo no
resuelve por si mismo ninguno de los problemas si no que se convierte en
una carga, en la mayor parte de los casos, que agrava su situación.

El origen de la pobreza
hay que buscarlo en la propia naturaleza de las relaciones económicas,
financieras y mercantiles sobre las que se sustenta el sistema
capitalista a nivel mundial. El acceso al endeudamiento no solo no
resuelve por si mismo ninguno de los problemas si no que se convierte en
una carga, en la mayor parte de los casos, que agrava su situación.

Organizaciones y particulares  estamos siendo invitadas a participar, junto a un “ejercito de activistas y banqueros no convencionales”, en la Cumbre Mundial del Microcrédito 2011, un evento que se desarrollará en Valladolid del 14 al 17 de noviembre y que contará con la presencia de “su Majestad” la Reina Sofía de España, del Premio Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, Muhammad Yunus (presidente y fundador del Grameen Bank) y de más de 2.000 delegados procedentes de más de 100 países (1).

En cualquier caso si no nos ha quedado muy claro de qué forma los microcréditos “van a relegar la pobreza en el mundo a los museos de historia” como sostiene el propio Yunus en su libro Hacia un Mundo sin Pobreza, nos quedamos bastante más tranquilas si todo esto viene avalado por todo un premio Nobel de la Paz y por personalidades como la Reina Sofía o Hillary Clinton.

Durante estos últimos diez años hemos asistido a todo un bombardeo mediático acerca de las bondades del sistema de microcréditos, especialmente tras la concesión del Premio Nobel en 2006 a M. Yunus, con reportajes de visitas al terreno cubiertas por los medios de Hillary Clinton (Secretaria de Estado del gobierno Obama), con las aportaciones multimillonarias de las Agencias de desarrollo escandinavas, con el apoyo del multimillonario y “filántropo” George Soros (de profesión especulador en los mercados de divisas), del fundador de eBay Pierre Omidyar, de la fundación Mosaic de Bill Gates, de los banqueros internacionales, como el BBVA que cuenta con su propia Fundación de Microfinanzas, o de las obras sociales de las Cajas de Ahorro Españolas, de las grandes empresas como Adidas, Reebok, Intel, las constructoras Veolia y Ferrovial, el grupo químico BASF, y los grandes organismos internacionales como las Naciones Unidas, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Mundial, intentando convencernos del “lado amable” del capitalismo, de que los pobres tienen también su sitio en una economía globalizada y de que pueden salir de la pobreza convirtiéndose en empresarios (en este caso “empresarias”), haciendo bueno el proverbio chino de dar al pobre la caña de pescar (en este caso a crédito y a un 30% de interés) en lugar de darle el pez.

“Los pobres, nos dice Yunus, son iguales que cualquier otro ser humano, con toda la capacidad que tiene cualquier otra persona,..(¡Y yo que pensaba que eran una casta aparte!)…pero no tienen el mismo apoyo que los demás. Por tanto, son pequeños. Y los miramos como un poco negligentes, No nos sentimos responsables. La pobreza no es creada por los pobres. La pobreza es creada por el sistema que hemos creado alrededor de ellos… (Por un momento creeríamos que Yunus es un radical antisistema)…. Supongamos que las personas que ahora están rechazadas del sistema bancario, se despierten mañana y se enteren de que de repente tienen todo tipo de servicios financieros: tienen tarjetas de crédito, talonarios, cuentas bancarias, la bolsa, pueden hacer todo lo que quieran hacer. ¿Cómo serían sus vidas? ¿Cómo sería su economía? Definitivamente no sería como es actualmente. Su economía estaría en auge, vibrante. Su actividad saldría a chorros  Resumiendo, lo que “supone” Yunus es que para acabar con la pobreza en el mundo basta con darle una tarjeta de crédito y una línea de financiación a un pobre y automáticamente tendrá la capacidad de pasar de ser un pobre “negligente” a un emprendedor de éxito tipo Steve Jobs.

 

Como prueba de los milagros conseguidos por el sistema de microcréditos y el Grameen Bank en particular, en su lucha de erradicación de la pobreza, Yunus nos presenta una serie de cifras como la reducción de la mortalidad infantil en Bangladesh en un 37 % en los últimos diez años, que el 64% de las prestamistas han abandonado el umbral de la pobreza, que 15.000 personas han dejado la mendicidad gracias a los préstamos del Grameen Bank (muchas de estas, nos dice Yunus con optimismo, ya están en su segundo o tercer préstamo, a nosotras este dato nos hace sospechar de ese endeudamiento sucesivo…), de su programa que llega a 100.000 personas consistente en proporcionarles artículos de venta puerta a puerta, para que no se dediquen únicamente a pedir una limosna. Para Yunus, la limosna es algo positivo (no es la intención del Sr. Yunus poner en duda el tercero de los cinco pilares del Islam, -religión mayoritaria en Bangladesh-, el zakaat) pero esta impide que los beneficios puedan volver al donante, y por tanto servir al bien común en un futuro. El Sr. Yunus debería añadir que vuelven al donante con intereses, lo cual le ha acarreado bastantes críticas entre los líderes islámicos de Bangladesh, el cobro de intereses –riba- está perseguido por el Corán, no así por la banca internacional: Como indica el Wall Street Journal:

«Lo que comenzó como un experimento social para ayudar a los más pobres del mundo también ha demostrado que puede obtener algún beneficio. Ha atraído a los fondos de capital privado y otros inversionistas extranjeros, que han derramado miles de millones de dólares en los últimos años en todo el mundo de las microfinanzas».

Resumido en siete claves, el decálogo de la microfinanciación (3) se presenta a si misma como el mejor de los instrumentos para erradicar la pobreza en el mundo:

  • El microcrédito permite que sean las personas más desfavorecidas las que a través del endeudamiento, se conviertan en pequeñas empresarias y salgan por sus propios medios de la miseria,
  • “Ellas” son mejores pagadoras así que convirtiendo a las mujeres en “clientes preferentes” al endeudamiento, resolvemos el rasgo de género asociado a la pobreza.
  • El derecho al endeudamiento se convierte en derecho básico de las personas, al mismo nivel que el derecho a la salud, a la alimentación, a la educación o a disponer de una vivienda digna.
  • Las personas que acceden a los microcréditos ven aumentada su dignidad.
  • Los microcréditos son un instrumento para la canalización de fondos de ayuda al desarrollo y de la cooperación internacional.
  • El derecho al microendeudamiento es uno de los objetivos del milenio.
  • El desarrollo de los microcréditos contribuye al desarrollo de los países emergentes.

El efecto positivo de la red de microcréditos se traslada así, a la economía productiva del país, con tasas de crecimiento del PIB cercanas al 6% para 2011, otros achacan este crecimiento a la llegada de maquilas que fabrican para las grandes firmas de ropa, a costa de uno de los salarios más bajos del mundo, lo cierto es que Bangladesh sigue siendo el país con un mayor índice de pobreza de Asia tras Afganistán, eso sí su Índice de Desarrollo Humano ha experimentado una leve mejoría en los últimos años.

¿Que cómo ha conseguido el Banco Grameen convertir los microcréditos en un instrumento que está cambiando las vidas de los pobres radicalmente (sic)?:

Mediante los más de dos mil millones de euros que ha prestado a ocho millones de pobres, el 97% mujeres, en los últimos 20 años. Desde sus inicios el Grameen Bank descubrió que ellas no tenían acceso a préstamos bancarios, no sólo las pertenecientes a los sectores más bajos si no también las de clases pudientes cuando no contaban con el respaldo de un hombre. Estas además, tenían un ratio de morosidad inferior al 2%. El sistema de la banca de Yunus se basa en la confianza, sin garantías.

El Grameen Bank tiene además una sucursal en Estados Unidos, Grameen America, que opera en el barrio de Queens (Nueva York) y en Omaha desde 2008, dando préstamos principalmente a madres solteras para empezar pequeños negocios.

Habría que aclarar que cuando se habla de confianza en la persona, en realidad se está hablando de la confianza del grupo en la mujer endeudada, (normalmente un grupo de cinco mujeres que se controlan mutuamente para que todas paguen), ya que si alguna no devuelve el préstamo será el grupo entero el que se hace responsable del pago del mismo. Es decir, que aunque en principio no se requiere un bien que sirva como aval, es el grupo entero el que actúa como avalista. Desde el Grameen Bank, se fomenta además que los grupos de mujeres adquieran participaciones del Banco. Yunus nos presenta el Grameen Bank como un ente articulado por grupos de mujeres, que se ofrecen como garantía de los préstamos tomados por algunas de ellas que eligen democráticamente a otra como líder del grupo y que toman parte de las decisiones en el consejo de dirección del banco.

Grameen Bank no sólo ofrece préstamos para emprender negocios, también da créditos a la vivienda, mediante préstamos a una media de 300 $ (uno se pregunta qué clase de vivienda se puede construir alguien con 300$, aunque sea en Bangladesh), préstamos para el estudio, para operaciones médicas y tratamientos de salud, préstamos para la adquisición de ordenadores y otros aparatos relacionados con las TIC con el fin de llevar la tecnología de la información y la telefonía móvil a los pobres (y de paso abrir nuevos mercados para Apple, Motorola, Intel, Microsoft..)

En la ponencia (1) que va a Presentar M. Yunus en el Congreso de Valladolid, se plantea como novedad en el campo de los microcréditos y de la economía social, la alianza con transnacionales y otras corporaciones para acelerar el fin de la pobreza, redefiniendo el concepto de empresario que ofrece la teoría del liberalismo económico, resumida en la idea de que la principal motivación que tiene el empresario es la de maximizar su propio beneficio individual. Según Yunus, los empresarios tienen (o pueden tener) dos tipos de motivaciones, maximizar los beneficios y aumentar el bienestar de la comunidad. Lo que Yunus plantea, es que este segundo tipo de motivación puede convertir al empresario (desde el pequeño comerciante de barrio a las grandes corporaciones transnacionales) en un agente de la economía social que mejore las condiciones de vida de la comunidad en la que se implante.

Dentro de la estrategia de coaliciones con las grandes corporaciones, el Banco Grameen acaba de firmar un acuerdo con Danone, creando una joint venture: Grameen Danone Foods Limited, que creará un nuevo producto lácteo, más barato que el yogur tradicional, que no necesita refrigeración y que tampoco necesita de una cuchara para consumirse (los pobres no tienen cubiertos). También ha firmado otro con Reebok para fabricar calzado “low cost” para los más pobres, como se ha encargado ésta de publicitar dentro de su política de responsabilidad social corporativa. Yunus en su ponencia dice, que Reebok se ha propuesto la meta altruista de que ningún ser humano vaya sin calzado, incluso los más pobres, para protegerles del parásito Ancylostoma duodenale que se introduce en el organismo a través de la epidermis. Nada sabemos de las condiciones laborales y sanitarias de las personas que fabriquen ese calzado a tan bajo coste.

En la Ponencia de Valladolid Yunus nos presentará los grandes beneficios y oportunidades que traerá la coalición con otras multinacionales como BASF, Intel, Felisimo, y los futuros acuerdos que están en marcha con multinacionales del sector energético y de la construcción, aun por definir.

Lo cierto es que la cumbre no se va a celebrar en el momento de mayor popularidad para la política de microcréditos, tras la emisión el mes de febrero de 2011 del documental noruego “Caught in Micro-Debt” denunciando las aportaciones multimillonarias de las agencias de desarrollo noruega y sueca a los programas de microcréditos, y el desvío de parte de esos fondos con el fin de evadir impuestos y aportando pruebas de las presiones que sufren las mujeres endeudadas, el círculo de endeudamiento que provoca en muchos casos la necesidad de pedir préstamos a los usureros locales y los casos de suicidio como la cara oculta del negocio de la microfinanciación.

A la emisión de este documental en Noruega y Suecia, que aquí se emitió en el programa de Documentos TV de La 2 este mes de julio, siguió la destitución por parte del Banco Central de Bangladesh de Yunus como director gerente del Banco Grameen por superar la edad de jubilación y para iniciar un periodo de verificación del papel del banco y de las fundaciones y asociadas para someterlas a regulación. Desde el entorno del GB se defendían alegando que la verdadera razón del acoso a Yunus era el temor del Gobierno de su popularidad y de que éste pueda iniciar una carrera política. Soraya Rodríguez (4) habló personalmente con Yunus en el mes de marzo para mostrarle su apoyo en esos momentos difíciles, Según Yunus en declaraciones a EFE, la propia Reina Sofía le ha mostrado también su apoyo.

Yunus había transferido secretamente fondos recibidos de la Agencia de Cooperación Noruega del Grameen Bank a otra entidad paralela del banco de reciente creación, contraviniendo los requisitos de la donación de que esos fondos se iban a destinar a programas de financiación de viviendas sociales.

El Grameen Bank ha alegado a las acusaciones del documental que el desvío de fondos se realizó por motivos fiscales (para ahorrar impuestos con la entidad de nueva creación) y que esos fondos serían empleados en programas de ayuda a los pobres en un futuro.

En el documental se muestra además cómo se transfieren 8,3 millones de dólares a Grameen Telecom y Grameen Phone, entidades que forman parte del entramado empresarial del Grameen Bank y cuya gestión está dirigida a la generación de beneficios y no tiene ningún fin social.

Desde entonces los escándalos y acusaciones a los programas del Banco de Yunus no han dejado de producirse. A finales del pasado mes de enero, la empresa textil Grameen Knitwear (5) tuvo que cerrar indefinidamente debido a las protestas de las trabajadoras (unas dos mil) que demandaban mejores salarios. No es de extrañar que desde la Agencia de Cooperación Española, principal apoyo de la cumbre, Soraya Rodríguez se muestre preocupada y en declaraciones a Europa Press haya señalado «esperamos que pueda acabar bien esta situación no deseada y ciertamente complicada por la que pasa esta importante institución y que el episodio sea parte del pasado cuando estemos celebrando la Cumbre Mundial de Valladolid»

En cualquier caso, el cuestionamiento que se viene haciendo de la política de microcréditos no viene de los últimos meses, ni se circunscribe exclusivamente al Grameen Bank y a Yunus. Lo que numerosas voces críticas vienen denunciando desde hace 20 años es que se presente el endeudamiento masivo, en muchos casos como un círculo vicioso, haciéndonos creer que los pobres pueden gastar indefinidamente lo que no tienen, y que además es esta la solución a la falta de derechos básicos de la población como la sanidad y la educación (pedir un préstamo para poder estudiar o para el tratamiento de una enfermedad). La paradoja es que los países y particulares donantes dejan de aportar fondos para educación o sanidad para transferirlos a las entidades bancarias que están financiando la educación y la sanidad (privadas) a personas que no tienen acceso gratuito a las mismas.

La máxima del liberalismo económico, de que es el mercado (financiero en este caso) el que resuelve el problema de la reasignación de los recursos, mediante la “mano invisible” y el interés individual, puede por tanto servir también para mejorar el bienestar de las capas más bajas dotándole de recursos de los que carece. El fracaso de las políticas de microcréditos se basa precisamente, (como en gran medida la de las grandes políticas de ayuda al desarrollo) en que no abordan la cuestión de cuales son las raíces de las desigualdades y de la pobreza, y pasan por encima de las causas socio-políticas y culturales de la desigualdad. El origen de la pobreza hay que buscarlo en la propia naturaleza de las relaciones económicas, financieras y mercantiles sobre las que se sustenta el sistema capitalista a nivel mundial. El acceso al endeudamiento no solo no resuelve por si mismo ninguno de los problemas si no que se convierte en una carga, en la mayor parte de los casos que agrava su situación.

En Estados Unidos miles de familias se encuentran atrapadas en un “carrusel” de deudas derivadas del uso de las tarjetas de crédito, especialmente entre sectores de la población con una cultura financiera más baja, y que desconocen los altísimos intereses que graban los descubiertos en sus tarjetas, que han servido para financiar la compra de bienes que no necesitan. Es ese mismo desconocimiento de las consecuencias del endeudamiento lo que lleva, en los países del sur a las personas que acceden a microcréditos a iniciar una espiral de endeudamiento.

Volviendo de nuevo al caso de GB, Yunus nos dice que el 98% de las personas que reciben un préstamo lo devuelven, los pobres (las pobres más bien) siempre pagan, cabría pensar en un final feliz en el que la persona que recibió el préstamo consigue sacar un rendimiento de su inversión para el crédito y los intereses, pero lo que no nos cuenta la publicidad del GB es la verdad que se oculta detrás de esa baja tasa de morosidad.

Lo cierto es que tras un periodo de malas cosechas, por inundaciones o sequía, o porque la mujer tuvo que gastar el dinero en alimentos para la familia en lugar de hacerlo en la inversión, se inicia una presión de los agentes del GB para que se paguen las cuotas. Cuando una mujer no puede pagar el préstamo, es el grupo de mujeres que la avala el que se hace cargo de la deuda, mujeres que se encuentran como la prestataria, en una situación económica muy precaria, y que supone la ruina para todas ellas, lo que ocasiona el deterioro de la convivencia dentro de la comunidad. Esto ahorra al GB el papel del “malo” (el ejecutor del préstamo) que es asumido por el resto de las mujeres, por lo que aunque el préstamo a GB haya sido devuelto por el grupo de mujeres (al tiempo que ese préstamo pasa a ser para la propaganda del banco, uno más del 98% de préstamos devueltos) éstas, exigen a la prestataria su devolución. Si no tiene bienes materiales que vender, se endeuda nuevamente, muy frecuentemente con usureros locales para devolver el dinero. Si la familia tiene bienes, los venderá para hacer frente al pago. Los bienes que GB nos dice que no exige a sus prestamistas acaban sirviendo para devolver la deuda y sus propias vecinas acaban haciéndose con los animales, la casa o las tierras, incluso por pequeños préstamos. En otros casos, como nos cuentan en el documental de “Caught in Micro-Debt”, la presión conduce a las mujeres al suicidio o a la prostitución.

Estas son las consecuencias después de 30 años del milagro de los microcréditos en la lucha contra la pobreza, un sistema financiado por occidente, miles de familias (6) campesinas han perdido sus tierras, convirtiendo a sus miembros en jornaleros u obligados a emigrar a las ciudades, a la construcción en condiciones de semi-exclavitud en los países del golfo, o como ilegales hacia Europa.

A pesar de que no se ha aportado una sola prueba de que las políticas de microcréditos hayan supuesto una mejora real de las condiciones de vida de las personas más desfavorecidas y de las evidencias contrastadas de las situaciones de ruina económica a la que conduce el endeudamiento, en Valladolid se va a celebrar una Cumbre Mundial del Microcrédito vacía de todo análisis crítico, en la que no se hará ninguna referencia a los efectos negativos del “micro-endeudamiento”, por lo cual denunciamos la utilización de la Cumbre para promocionar un instrumento financiero en medio de una gran crisis económica mundial originada, mantenida y aprovechada por la economía financiera especulativa y sin rostro humano, que es más una oportunidad de negocio para las grandes corporaciones bancarias y empresariales y que sirve para eliminar la responsabilidad política que tienen los gobiernos a la hora de garantizar a todos los pueblos, y especialmente a los más empobrecidos, a los derechos básicos de las personas como son la alimentación, la salud, la educación y el derecho a una vivienda digna.

Marcos Pérez-SODEPAZ BALAMIL
Ilustraciones de Alejandro Romera

______

Notas:

  1.  Web oficial de la cumbre http://www.microcreditsummit.org/
  2.  El Norte de Castilla 8/8/2011
  3.  Microcréditos, Carlos Gómez Gil. El Correo Digital 31/10/2006
  4.  EFE 8/3/2011
  5.  The Daily Star 28/1/2011
  6.  Microcréditos = mega beneficios… pero no para el desarrollo, Sara Flounders. La Haine 24/04/10

Fuente: Marcos Pérez-SODEPAZ BALAMIL