Las mujeres soportan la mayor parte de las cargas familiares, siguen haciéndose cargo de las tareas domésticas, como la cocina y la colada, y tienen que enfrentarse a un grupo de población cercano al 25% que considera que no está bien que el hombre se quede en casa y cuide a los hijos. Así es la España que hoy celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Un país donde la población femenina muestra una tasa de actividad inferior a la del hombre (45% frente al 67%) y uno de los porcentajes de paro más elevados de Europa (14% frente al 9% de media comunitaria). La inmigración añade problemas a este retraso : más de un millón y medio de mujeres que han de salvar además las trabas que acarrea ser extranjeras.

Las mujeres soportan la mayor parte de las cargas familiares, siguen haciéndose cargo de las tareas domésticas, como la cocina y la colada, y tienen que enfrentarse a un grupo de población cercano al 25% que considera que no está bien que el hombre se quede en casa y cuide a los hijos. Así es la España que hoy celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Un país donde la población femenina muestra una tasa de actividad inferior a la del hombre (45% frente al 67%) y uno de los porcentajes de paro más elevados de Europa (14% frente al 9% de media comunitaria). La inmigración añade problemas a este retraso : más de un millón y medio de mujeres que han de salvar además las trabas que acarrea ser extranjeras.

El mundo laboral revela notables desigualdades entre hombres y mujeres. El paro castiga casi el doble a las trabajadoras que a los trabajadores (la tasa de desempleo femenino es del 14,4% frente al 7,5% masculino, según la última Encuesta de Población Activa. Aunque la actividad se ha incrementado entre las mujeres (son activas el 45,1%, frente al 67,7% de los hombres), aún está lejos de los niveles medios y de los objetivos marcados por la UE. De los 17,3 millones de ocupados, 6,8 millones son ocupadas.

Los datos de la Seguridad Social también reflejan el aumento de la afiliación femenina. Entre 2000 y 2004, las cotizantes se incrementaron en más de un millón (de 5.790.118 a 6.944.106) y los afiliados varones aumentaron en 771.714 (de 9.446.100 a 10.217.814). De los 17,1 millones de cotizantes de 2004, el 40,5% eran mujeres (en 2000 suponían el 38%).

También persisten las diferencias en cuanto a la calidad del empleo. Casi cuatro de cada cinco contratos temporales son para mujeres (292.900 masculinos y 1.185.600 femeninos, según la EPA). Según la Seguridad Social, al acabar 2004, dos millones de mujeres estaban dadas de alta con empleos temporal y 3,3 millones, con indefinidos.

La presencia de la mujer en el mundo del trabajo es mayor entre las jóvenes, que se incorporan al empleo con fuerza. De cada 10 afiliadas, seis tienen entre 25 y 44 años. El 30% supera los 45 y en torno al 10% aún no ha cumplido los 25 años.

CH. N.

EL PAÍS