El policía infiltrado "David" casi abortó la acción de los payasos en la base de Bétera
En diciembre de 2003 gente de varios grupos locales de alternativa antimilitarista-moc coincidieron en València para intentar realizar una acción directa noviolenta sonada que lanzara públicamente su llamamiento desobedece las guerras. Habían planeado meterse por sorpresa en la base de la OTAN de Bétera veintitantas personas disfrazadas de payasos y payasas, y ponerse a patinar por la pista de aterrizaje de helicópteros. Todo estaba previsto : tiempos, personas, atrezzo, herramientas, periodistas de confianza, lugar de entrada… Y dentro de lo que es posible en grupos abiertos, se había sido muy muy discreto en las comunicaciones.
El policía infiltrado «David» casi abortó la acción de los payasos en la base de Bétera



En diciembre de 2003 gente de varios grupos locales de alternativa antimilitarista-moc coincidieron en València para intentar realizar una acción directa noviolenta sonada que lanzara públicamente su llamamiento desobedece las guerras. Habían planeado meterse por sorpresa en la base de la OTAN de Bétera veintitantas personas disfrazadas de payasos y payasas, y ponerse a patinar por la pista de aterrizaje de helicópteros. Todo estaba previsto : tiempos, personas, atrezzo, herramientas, periodistas de confianza, lugar de entrada… Y dentro de lo que es posible en grupos abiertos, se había sido muy muy discreto en las comunicaciones.

Pero al llegar a Bétera pudieron comprobar como la Guardia Civil estaba inesperadamente vigilando una de las carreteras que limitan con la base y, además, al acercarse al lugar por donde estaba previsto entrar en el recinto militar, se toparon con que les estaban esperando justamente allí varios coches policiales. Incluso una unidad de bomberos, visible desde el exterior, había sido movilizada y se encontraba en el interior junto a los helicópteros. Desde la torre de control de la pista, un buen grupo de militares observaba la jugada con prismáticos. Hasta un periodista del ultraderechista «Diario de Valencia», que suele alimentarse de la carroña gracias a contactos policiales, se encontraba sorprendentemente allí. Milagrosamente, a pesar de las circunstancias, se pudo improvisar sobre la marcha la acción de repuesto que finalmente se realizó, entrando en una zona anexa a la pista de aterrizaje.

http://www.antimilitaristas.org/article.php3 ?id_article=75

Ahora es fácil explicarse cómo es posible que la policía y militares tuviera un conocimiento tan detallado del desarrollo de la acción : el infiltrado «David» participaba en aquel entonces en el Espacio Horizontal contra la Guerra y estaba entre la gente que vino a la acción. Como podéis apreciar en las fotos hace bien su trabajo de evitar los objetivos de las cámaras. Éstas son las mejores instantáneas que tenemos de él. No se aprecía demasiado bien su cara pero sí hay un rasgo muy llamativo que no pudo esconder : cuidadín en vuestros grupos cuando os llegue alguien nuevo con una peluca rosa…

Sólo nos queda saber si «David» recibió una palmadita o un pequeño tirón de orejas por este trabajo hecho a medias. Como reflexión local, desde València, hay que confirmar uno de los efectos anunciados de la presencia de una instalación de la OTAN : el aumento de las medidas de control social y vigilancia, en general, con el aumento del perímetro de seguridad fuera de la base hasta incluso alcanzar el casco urbano de Bétera, y en particular, sobre los grupos sociales que como los antimilitaristas pueden llevar a cabo acciones de protesta contra esta instalación


Fuente: Declaración del Espacio Horizontal contra la Guerra sobre la infiltración policial en los movimientos sociales de Madrid :