Artículo de opinión de Rafael Cid

La periodista Pilar Urbano acaba de publicar un libro documentando que el Rey Juan Carlos, Jefe del Estado y Jefe de las Fuerzas Armadas, fue el verdadero motor del 23-F. El texto, titulado La gran desmemoria. Lo que Suarez olvidó y el Rey prefiere no recordar, está basado en confidencias del ex presidente Adolfo Suarez y del antiguo secretario de la Casa Real Sabino Fernández Campos. Y semejante acusación, que convierte al pueblo español en súbdito de los caprichos de un déspota, no puede obtener el silencio como respuesta.

La periodista Pilar Urbano acaba de publicar un libro documentando que el Rey Juan Carlos, Jefe del Estado y Jefe de las Fuerzas Armadas, fue el verdadero motor del 23-F. El texto, titulado La gran desmemoria. Lo que Suarez olvidó y el Rey prefiere no recordar, está basado en confidencias del ex presidente Adolfo Suarez y del antiguo secretario de la Casa Real Sabino Fernández Campos. Y semejante acusación, que convierte al pueblo español en súbdito de los caprichos de un déspota, no puede obtener el silencio como respuesta. La verdad histórica pasa por la exigencia de responsabilidades al Monarca por un presunto delito de Alta Traición (para eso no hay impunidad constitucional que valga) o soportar la impostura de una democracia de corta y pega.

Es urgente desclasificar sin más dilación todos los archivos secretos sobre el golpe del 23 de febrero de 1981, mal llamado “tejerazo”. Luz y taquígrafos. A un golpe de Estado militar que se perpetuó con la imposición de una cruel dictadura no puede sucederle otro golpe de Estado borbónico consentido como democracia. Llueve sobre mojado. Diluvia. Lo que sigue es la reproducción de un artículo sobre el mismo tema publicado hace ahora un año en Rojo y Negro y otros medios alternativos:

http://www.rojoynegro.info/articulo/ideas/%C2%BFha-cometido-el-rey-delito-alta-traici%C3%B3n

Rafael Cid

 


Fuente: Rafael Cid