Artículo publicado en Rojo y Negro nº 389 mayo.

El Tribunal Supremo se abre a estudiar la sentencia de la Audiencia Provincial, que siempre hemos considerado injusta, ejemplarizante y un caso de ‘lawfare’.

Buenas noticias. Tras más de dos años de espera, por fin hemos recibido noticias del Tribunal Supremo, y son buenas: el pasado lunes 15 de marzo el recurso de casación interpuesto por la CNT fue admitido a trámite. El alto tribunal se emplaza para deliberar la cuestión el próximo 18 de junio, en Madrid. La vista que será presidida por el juez Marchena, famoso por el juicio del Procés, celebrado en 2019.
Por primera vez en un lustro recibimos una buena noticia en el sinsentido generalizado en el que se ha convertido este proceso y no es para menos, apenas un 10% de los recursos presentados al Supremo son admitidos a trámite por el tribunal. Esto pone de manifiesto que, como poco, los términos de la sentencia son cuestionables y, cuando llevas 3 años afirmándolo, en más de una ocasión llegas a pensar que el entorno que te apoya lo hace por solidaridad, pero no sabes hasta qué punto pueden darte la razón en términos que no sean exclusivamente políticos.
Más allá de las cuestiones ideológicas, esta admisión supone un reforzamiento de nuestro planteamiento jurídico, que no ha sido otro que el de una policía y una judicatura que vieron delitos y proceso donde no los había por cuestiones e intereses meramente políticos e ideológicos, el lawfare que estos días ha puesto en boca de todos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
No obstante, somos realistas y no nos hacemos ilusiones con la Justicia burguesa y patriarcal. Sobran los ejemplos, algunos dolorosos y muy recientes, como el de los 6 de Zaragoza. Tenemos muy claro que nuestras esperanzas deben estar puestas en la movilización y en la solidaridad de todo el movimiento obrero y de toda la clase trabajadora ¡Atentos, porque seguimos en ello!

Héctor González Pérez

 


Fuente: Rojo y Negro