Una vez más en España, en el centro del "primer mundo europeo", tuvo lugar una violenta discirminación tal como ocurrió con una joven en un subterráneo. Esta vez, personal policial agredió a una mujer ecuatoriana embarazada.

Una vez más en España, en el centro del «primer mundo europeo», tuvo lugar una violenta discirminación tal como ocurrió con una joven en un subterráneo. Esta vez, personal policial agredió a una mujer ecuatoriana embarazada.

Semejante hecho repudiable, ocurrido el pasado 21 de octubre, comenzó en un bar de Barcelona, donde el marido de la víctima, Gina, tuvo una discusión con los propietarios del lugar. Lo que motivó la inmediata presencia policial en el lugar.

Al ser informada por su cuñada de lo que le sucedía a su marido, Gina llegó al lugar para intervenir y al encontrarse con agentes en la puerta del local, se identificó como abogada y po lo tanto, quería saber lo que realmente había sucedido.

Sin embargo, sólo recibió hostilidad y malos tratos, les pegaron dos cachetazos, le tiraron del pelo y la tiraron al piso. Por si esto fuera poco, la discriminaron diciéndole «abogadita zudaca» y que no les importaba su embarazo.

Intentaron detenerla por resistencia a la autoridad y denuncia que vejada y maltratada en la comisaría.

Este caso demuestra que la discriminación es un sello «del mundo civilizado» y que la policía acude a mecanismos violentos y no al diálogo, en todas partes del mundo.


Fuente: http://www.cronica.com.ar