Tras el anuncio hecho público por el Presidente del Círculo de Arte de Toledo de ceder las instalaciones del mismo para la celebración del I Concilio Ateo, hemos sido testigos de las presiones, amenazas e intentos de extorsión que, tanto desde la propia alcaldía como desde algunos sectores católicos, se han dirigido, directa o indirectamente, a los integrantes de la Junta Directiva de esta asociación cultural.
I Concilio Ateo

Tras el anuncio hecho público por el Presidente del Círculo de Arte de
Toledo de ceder las instalaciones del mismo para la celebración del I
Concilio Ateo, hemos sido testigos de las presiones, amenazas e intentos de
extorsión que, tanto desde la propia alcaldía como desde algunos sectores
católicos, se han dirigido, directa o indirectamente, a los integrantes de
la Junta Directiva de esta asociación cultural.

Como es sabido, la antigua iglesia de san Vicente, conectada antaño con la
Casa de la Inquisición, es de propiedad municipal, pero existe un contrato
de gestión (firmado por el Partido Popular en los días en que gobernaba el
consistorio) que impide la intervención del mismo en cuanto a la
programación de las actividades organizadas por el Círculo de Arte. Así se
lo expresó el portavoz Perezagua a los miembros del grupo municipal del PP,
ayer mismo, cuando éstos exigieron la rescisión del contrato.

Tales impedimentos legales son bien conocidos por Emiliano García-Page y por
sus colaboradores. Por ello, aunque el Gabinete Jurídico del Ayuntamiento de
Toledo pueda obrar maravillas en otros campos de actuación, se ha visto
legalmente incapacitado para proseguir con el veto al Concilio. Aprovechada
la circunstancia por los populares para calificarle de pusilánime, la única
salida airosa de este aprendiz de inquisidor ha consistido en ejercer
presión, como se ha visto, con objeto de lograr la dimisión de Fernando
Barredo (“Loc”) al frente del Círculo, evitando así que los ateos consigamos
el objetivo de ocupar la iglesia mudéjar durante tres días consecutivos.

El debate interno se había ido decantando, progresivamente, hacia este
desenlace durante las horas previas a la última reunión extraordinaria de la
Junta Directiva del Círculo de Arte. Quizá algún día podamos demostrar hasta
qué extremo alcanza la influencia del obispo, así como explicar las
habituales prácticas de extorsión de la curia. No es el momento todavía.
Basta con saber que un Ayuntamiento como el de Toledo necesita de fuentes de
financiación leales para llevar adelante sus ambiciosos proyectos. Pero no
podemos dejar de recordar lo que García-Page defendía hace pocos días,
orgulloso, ante la prensa : “No se realizará el Concilio Ateo en edificios
municipales”. Tan claro como el agua.

Desarmar al adversario no es tarea fácil. Y supone la adopción de decisiones
estratégicas en cuya valoración intervienen diversos factores. La función
principal del I Concilio Ateo consiste en denunciar el auge del radicalismo
en las instituciones religiosas, políticas y sociales, y en reclamar la
racionalidad como sustento de la convivencia y de la cultura. Si lográbamos
transmitir a la Junta Directiva este propósito, los argumentos contrarios se
desvanecerían, con seguridad, en la ciénaga de despropósitos y mentiras a la
que nos tiene acostumbrados la Iglesia católica. Operando en primera línea,
o delegando en súbditos agradecidos y proclives a la genuflexión, la
ofensiva clerical sigue emitiendo las consignas del “escándalo”, de la
“blasfemia” y del “respeto a sus creencias” como piedra angular de sus
demandas.

Más allá de los derechos constitucionales que nos asisten, y tras un duro
debate de ideas, alcanzamos la conclusión de que, ante un discurso racional,
coherente y fundado en el diálogo y el respeto, los motivos esgrimidos para
el previsible veto –esta vez por parte de los miembros del Círculo de Arte,
en mayor o menor grado presionados- y la consiguiente dimisión de su
Presidente podían ser neutralizados sólo en el caso de asegurarles, por
parte de la organización del Concilio, la ausencia, en el espacio ocupado,
de iconografía supuestamente ofensiva para las creencias religiosas de los
toledanos. Es decir, para la costra católica que la costumbre y el dogma han
adherido a las mentes de muchos de ellos. De nuevo, el fotógrafo Montoya se
convertía en pieza fundamental de la partida. Y, por supuesto, el actor Leo
Bassi.

No se exigió nada. Por el contrario, la oferta pública del Presidente, Loc,
incluía la plena libertad de actuación por parte de la FIdA, e igualmente la
plena asunción por su parte de las responsabilidades y de las consecuencias
de ellas derivadas.

La obra de teatro “La Revelación”, de Leo Bassi, de la cual ciertos
extractos serán interpretados el domingo 9 de diciembre como clausura del
Concilio, no es sino una defensa racionalista de los valores ilustrados, del
ateísmo y del laicismo, y por lo tanto no existen argumentos serios que
puedan justificar una censura previa. En cuanto a la polémica serie
fotográfica, Montoya era el único que podía tomar una decisión. Y la tomó.
No se incluiría en el programa de la actual convocatoria la exposición
titulada “Sanctorvm”.

Transmitido a Loc el acuerdo, ayer noche, justo en los últimos momentos de
la reunión de la Junta Directiva, -en la que no faltaron como oyentes los
espías del obispo Cañizares-, y enterada ésta, finalmente se optó por
respaldar mayoritariamente el compromiso público de su Presidente.

El Concilio Ateo de Toledo se celebrará finalmente en la antigua iglesia de
san Vicente, del 7 al 9 de diciembre. En pleno corazón de la Bestia. Y en él
la potencia crítica del ateísmo se centrará más en la palabra y en la
racionalidad que en la imagen y el simbolismo, neutralizando así cualquier
intento de acusación por blasfemia (art. 525 del Código Penal Español).

Fue el propio Cañizares quien, recientemente preguntado acerca del Concilio
Ateo, esgrimió su “respeto a toda libertad religiosa y de conciencia”. Lo
cual, suponemos, le impedirá enviarnos una procesión de flagelantes elevando
salmos y plegarias a la Virgen. O algo peor.

Nos interesa más la razón y el argumento que el sensacionalismo. Porque
contra aquellos, ni los modernos señores feudales ni los purpurados
vanidosos podrán, nunca, ofrecer a cambio más que la barbarie criminal y la
irracionalidad. Porque nuestra estrategia es la cultura y la crítica. Y
porque queremos contribuir al desenmascaramiento de lo que realmente oculta
la secta católica, y la religión organizada en general.

Por todo ello, os invitamos a asistir y a participar activamente en la
difusión del I Concilio Ateo, cuyo programa ampliado y definitivo se hará
público en breve.

Francisco Miñarro,

Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA)

www.federacionatea.org


Fuente: www.federacionatea.org