El 28 de octubre se cumplen cinco años de aquel brutal asesinato de un humilde e indefenso trabajador llamado Mohsin Fikri a manos del Majzén, un lastre de siglos que sigue a fecha de hoy condicionando la vida de millones de personas al otro lado del Estrecho. Un régimen corrupto que abrió de par en par las puertas al colonialismo ayer y que hoy sigue patentando el saqueo sistemático de sus recursos por las grandes multinacionales. Este asesinato es uno más en el haber de aquellos que deberían estar entre los barrotes en vez de los valientes jóvenes, que salieron a las calles después del fatal asesinato, a reclamar dignidad, justicia y una oportunidad para vivir cerca de los suyos y no tener que arriesgar sus vidas cruzando el Mediterráneo.

Desde la Confederación General del Trabajo condenamos las prácticas de un estado dictatorial instaurado y amparado por las mafias capitalistas. Marruecos, un estado fabricado después de que la élite europea reunida en la conferencia de Berlín (1884-1885) decidió llevar la barbarie (civilización) al continente africano, su reparto en forma de fronteras y Estados condicionaron el destino de los millones de africanos que hoy en día, víctimas, huyen despavoridos hacia una Europa cuyos gobernantes, lacayos del capital, son tan  responsables del auge de la corriente fascista como la amnesia pretendida de algunos y la ignorancia de muchos de aquellos que creen que la solución a la precariedad pasa por la caza al inmigrante.

El  Estado español y francés, cómplices de la dictadura Alauita, deben rendir cuentas por sus actos criminales perpetrados durante la llamada guerra del  Rif, donde se emplearon elementos químicos prohibidos, el gas mostaza está en el origen del número elevado de afectados por el cáncer en la zona del  Rif. La creación de un hospital especializado en su tratamiento fue una de las reivindicaciones del Hirak, junto a la derogación del decreto 1.58.321 que considera a la región de Alhucemas como zona militar.

La represión debe cesar, los miles de torturados y encarcelados injustamente en el estado de Marruecos deben recuperar su libertad. Los responsables de esta barbarie y de los crímenes como éste tendrán que ser juzgados.

Una vez más, reiteramos que detrás de las banderas, las fronteras y los Estados la única verdad son las personas como Mohsin Fikri aplastado por la maquinaria capitalista un 28 de octubre del año 2016.

Viva el HIRAK

Viva la lucha del Pueblo Rifeño

¡Hasta que seamos todxs libres!


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT