Nos comunican (Tomás Ibáñez), que el lunes 6 de mayo, en París, nos dejó el compañero Alain Pecunia y ya descansa y vuela hacia las tierras del Ideal Libertario, qué tanto amó y por el que tanto luchó, como ejemplo de compromiso, desde muy joven. Nacido en 1945, tomó conciencia revolucionaria ya con la primera juventud, desde los 14 años en adelante, se tiene constancia de su militancia. Y su obra alrededor del anarquismo, el anarcosindicalismo y los Movimientos Libertarios, exilio español, es importante e intensa.

Fuente: LES GIMÉNOLOGUES “Cuando salí de la cárcel e l 17 de agosto de 1965, fecha del aniversario de la ejecución de Joaquín y Francisco (Joaquín Delgado y Francisco Granados), dejando a Ferri y Batoux de rehenes así como a todos los prisioneros, estaba contento porque me permitía reiniciar mis actividades, pero no experimenté ningún sentimiento de libertad. Releyendo mi declaración, 50 años después, por fin lo siento. Es ahora cuando realmente acabo de salir de la cárcel. Pero todo esto solo tiene sentido si continúo hasta el final. Nunca hay que abandonar” Alain Pecunia. Octubre 2013

Chère famille, chers amis,

Nous avons la grande tristesse de vous faire part du décès de Monsieur Alain PECUNIA survenu le lundi 6 mai 2024, à l’âge de 78 ans.

La cérémonie civile aura lieu le lundi 13 mai 2024 à 10 heures 30 Cimetière de Caorches-Saint-Nicolas.

 Avec toute notre affection.

Un trocito de Alain vive en nosotras, un placer y un honor para los que te conocieron y actuaron contigo, un orgullo tu militancia para nuestro Movimiento Libertario.

TU PERSONA, ACCIÓN, VIDA y COMPROMISO, PERMANECE EN NUESTROS CORAZONES LIBERTARIOS, QUERIDO ALAIN, VUELA, VUELA ALTO HASTA FUNDIRTE EN EL UNIVERSO DE LA ANARQUÍA

 Salud y Memoria  Joan – ML CGT mayo 2024

La historia de Alain Pecunia es poco conocida a este lado de los Pirineos, aunque su vida tiene mucho que ver con España y con el antifranquismo. En 2004 relató aquellos años en “ Les ombres ardentes. Un français de 17 ans dans les prisons franquistes. “ Se habla mucho de los intelectuales que lucharon contra Franco, pero de los obreros y de los campesinos muy poco. Es por esto que escribí este libro”, comenta. “En la cárcel de Carabanchel estaba con los campesinos de Valencia y con los mineros de Mieres. A ellos les dediqué Les ombres ardentes, para que no nos olvidemos de sus luchas”.

Un joven libertario en París, nacido en 1945, y desde muy joven, se acerca al grupo de “Verité-Liberté” dirigido por Pierre Vidal-Naquet y al círculo libertario Luise Michel, A comienzos de 1961 conoce al exiliado español, Paco Abarca, con quién constituirá una Sección Anti OAS y será introducido en el mundo de los españoles libertarios exiliados en el país galo. En los meses siguientes conocerá a Octavio Alberola y a Luis Andrés Edo.

Eran los años en que la CNT, tras el congreso de Limoges del verano de 1961, se había reunificado y había decidido constituir –no sin oposiciones, como la de Federica Montseny– el grupo de Defensa Interior, que tenía como objetivo relanzar la lucha contra el franquismo y del cual eran miembros tanto viejos líderes anarquistas (Cipriano Mera y Juan García Oliver) como elementos de la nueva generación (Alberola). Las primeras acciones estaban previstas para la primavera y el verano de 1962. La Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL) empezó una serie de acciones simbólicas contra intereses turísticos españoles, como bancos, aviones y sedes de Iberia, para obligar a la prensa francesa e internacional a hablar del régimen franquista.

La “Operación de Primavera” (formaba parte de una amplia campaña del DI y de la FIJL reivindicada públicamente bajo las siglas de un ficticio CIL, Consejo Ibérico de Liberación )

A finales de marzo de 1963, contra la opinión de Alberola, Abarca pide a Pecunia participar en otra operación. El 3 de abril, vía Toulouse, Pecunia llega a Barcelona con dos cargas de plástico escondidas en un paquete de chupetes Pierrot Gourmand y unas botellitas de ácido sulfúrico y de clorato de potasio en los bolsillos de la chaqueta. Era todo lo que necesitaba para fabricar dos pequeñas bombas. En Barcelona, Pecunia coge un barco para Palma de Mallorca, donde se queda dos días como un normal turista de vacaciones. A la vuelta coloca los dos “petardos” en el barco “Ciudad de Ibiza”: el primero no explota, el segundo lo hace antes de que el barco llegue a Barcelona. No hay heridos, solo un pequeño susto por una familia de estadounidenses de vacaciones. Pecunia consigue coger el tren rumbo a Francia, pero la tarde del 6 de abril lo detienen en la frontera entre Port Bou y Cerbère. Pasará dos noches en la Jefatura de Policía de Vía Layetana y unas tres semanas en la Cárcel Modelo de Barcelona. “Era nuestra guerra contra el fascismo”, dice Pecunia. “Mi padre había hecho la resistencia en Francia y mis bisabuelos italianos eran de la Carbonería. Sabes, con veinte años no pensábamos en la vejez”.

En las cárceles franquistas, 1963, se detiene a Alain y dos compañeros, Guy Battoux y Bernard Ferri, en otra acción, tras volver a entrar en España. Para el régimen franquista son un comando, hecho que le permite juzgarlos en un Consejo de Guerra sumarísimo, llevado por el juez instructor Antonio Balbas Planelles. Es un momento delicado donde el franquismo demuestra toda su crueldad. El 20 de abril se ejecuta a Julián Grimau y la mañana del 17 de agosto es el turno de los jóvenes libertarios Francisco Granados y Joaquín Delgado, acusados sin prueba alguna de haber colocado a finales de julio dos bombas en la Dirección General de Policía y en la sede central del Sindicato Vertical franquista en Madrid. Será otro “crimen legal” perpetrado por el franquismo. Pecunia, Ferri y Battoux se encontraban ya en la cárcel de Carabanchel a principios de agosto. Ahí se conocieron, esperando el Consejo de Guerra. La celda de Pecunia se encontraba justo arriba de los calabozos en que se quedaron por poco más de una semana Delgado y Granados. “Se fueron muy solitos a la muerte”, recuerda Pecunia. “Con todos los otros detenidos políticos estuvimos de luto una semana”.

El Consejo de Guerra se celebró finalmente el 17 de octubre en la calle del Reloj de Madrid. La sentencia estaba cantada. Solo el abogado de Battoux, Alejandro Rebollo, que ya había defendido a Grimau, hizo su trabajo. Treinta años y un día para Ferri, dos penas de doce años y un día para Pecunia y quince años y un día para Battoux. El cónsul francés en Madrid intervino directamente, pero no consiguió rebajar la pena.

Los tres fueron enviados a tres cárceles distintas: Cáceres, Carabanchel y Burgos. En la cárcel madrileña Pecunia estará casi dos años. “La cárcel era la escuela de la revolución, como se decía en aquella época”, recuerda. En 1964 en la Sexta Galería había unos 250 detenidos políticos. Ahí conoce a los mineros asturianos, a los comunistas del Levante, a algunos catalanes del PSUC, a otros libertarios –como el escocés Stuart Christie y los tres miembros de la Alianza Sindical Obrera: Francisco Calle Mancilla Florián, José Cases Alfonso y Mariano Agustín Sánchez–, y a varios miembros del “Felipe”, como Nicolás Redondo y Nicolás Sartorius. “En la cárcel éramos todos compañeros, aunque había divergencias políticas”, señala.

Por sugerencia del cónsul francés Pecunia firma en julio una petición de indulto que se le concede y el 17 de agosto sale de la cárcel. Su vuelta a Francia fue discreta: ésta era la condición para que sus dos compañeros pudiesen salir también cuanto antes de las cárceles franquistas. Pero Ferri y Battoux deberán esperar. En los meses siguientes Pecunia prosigue su activismo político con la participación en el Comité Espagne Libre y conjuntamente con el futuro grupo 22 de Marzo de Daniel Cohn-Bendit. Además conoce al exiliado español José Pascual Palacios, con el cual tendrá unos encuentros semanales durante un año.

El activismo de Pecunia siguió de todos modos también en los años siguientes: la causa española marcó su vida al menos hasta el 23-F. Participó en la Alianza Sindical Obrera y el Comité Espagne Livre, y en 1978 Luis Andrés Edo le propuso volver a España liberado por la CNT, pero rechazó la oferta: “No me veía en ese papel”, dice Pecunia. A partir de comienzos de los años ochenta, Pecunia se dedica sobre todo a la escritura y a su trabajo de corrector de imprenta. En su libro se encuentra una frase que dijo a sus compañeros anarquistas franceses en los años sesenta: “El fascismo de mañana sabrá inventar el fascismo sin ningún detenido, sin ninguna tortura. Porque habrá logrado insinuarse dentro de cada cabeza por manipulación o acondicionamiento psicológico y habrá sabido convencer de la inutilidad de cualquier tentativa en pro de otro mundo posible. Y será el más peligroso”. Observando la actualidad, quizás Pecunia no estaba equivocado.

TU PERSONA, ACCIÓN, VIDA y COMPROMISO, PERMANECE EN NUESTROS CORAZONES LIBERTARIOS, QUERIDO ALAIN, VUELA, VUELA ALTO HASTA FUNDIRTE EN EL UNIVERSO DE LA ANARQUÍA

 Mayo 2024 Joan Pinyana Mormeneo ML CGT


Fuente: Memoria Libertaria de la CGT