Terminaron las elecciones en la enseñanza pública andaluza y todos se aprestan a manifestar que han vencido en uno u otro espacio electoral. Que si CCOO ha sido la primera fuerza sindical en tal o cual provincia, que si CSIF ha ganado las elecciones por número de delegados electos, que si la USTEA a experimentado un notable crecimiento.

Terminaron las elecciones en la enseñanza pública andaluza y todos se aprestan a manifestar que han vencido en uno u otro espacio electoral. Que si CCOO ha sido la primera fuerza sindical en tal o cual provincia, que si CSIF ha ganado las elecciones por número de delegados electos, que si la USTEA a experimentado un notable crecimiento.

Por otro lado se hace leña del árbol caído sin ningún escrúpulo, como si de una varapalo se tratara recibir menos votos que otros que a pesar de ser “ganadores” no tienen tantos como para serlos en el caso de SADI, que en otras elecciones contó con un enorme respaldo del profesorado interino, hoy mayoritariamente fijo. Visto desde muy afuera estas han sido unas elecciones sindicales más, como las otras 6 anteriormente celebradas.

Sin embargo pocos han expresado, aunque muchos han tomado nota, del enorme absentismo del profesorado en este proceso electoral. CGT siente profundamente que más del 60 por ciento de las trabajadoras y trabajadores de este sector tan importante para la vida de un pueblo, haya dado la espalda a los sindicatos. Porque este ha sido en realidad el desastroso resultado de esta cita electoral. Más modestia no vendría mal a todo el espectro sindical de la enseñanza pública andaluza. Con un análisis más sosegado podríamos darnos cuenta del enorme espejismo que supone barajar número de delegados sindicales electos por una minoría se mire como se mire. A todo el sindicalismo que se precie de serlo debe preocuparle que tantos docentes, a pesar de tener la posibilidad de utilizar una hora de su tiempo lectivo, hayan preferido no ir a votar. Otro dato a unir a las manifestaciones “improvisadas” por los funcionarios andaluces contra la reforma de la función pública andaluza pactado por la Junta, CCOO y UGT a sus espaldas, al margen de los sindicatos por más que estos pretendan salir en la foto. ¿Si no se va a votar que acción de presión van a secundar ?. Debilidad extrema que la Junta de Andalucía utilizará en sus erráticas políticas de recortes y despilfarro.

La tarea sindical en tiempos tan difíciles se nos antoja imposible de realizar si no se produce una unidad de acción sindical para frenar la degradación de las condiciones laborales y evitar el aumento de la edad de jubilación. Con esta medida además de cargar aún más el ejercicio de la docencia, profesión con un indudable desgaste emocional y psíquico, se remite al limbo las expectativas de los cientos de miles de docentes en paro que necesitan realizarse profesionalmente como docentes.

Más de 600 personas que se dedican a la docencia se han presentado en todas las provincias andaluzas en las candidaturas de CGT. Miles de candidatos en todo el estado se han presentado en candidaturas de CGT. Como ellas decenas de miles de profesoras y profesores comparten sus miedos y anhelos. Las organizaciones sindicales tienen constancia de la quiebra de confianza en ellas, sobre todo en las que están sostenidas por los fondos públicos. Los últimos acontecimientos desde la Huelga General del 29 de septiembre, la reforma de la función pública, hasta la reciente de controladores aéreos, dibujan un extraño y preocupante panorama para el prestigio sindical y las posibles acciones que el poder ejecutivo pueda adoptar en caso de huelga. Estas organizaciones que se dicen “mayoritarias”, aunque su respaldo entre la clase trabajadora sea minoritario, no pueden seguir dilapidando el ya escaso patrimonio electoral recibido, pues muy probablemente las próximas elecciones sindicales no lleguen a realizarse.

Fdo Rafael Fenoy Rico Secretario de Jurídica y Comunicación CGT Enseñanza


Fuente: CGT Enseñanza