Floreal M. Romero (1951). Activista libertario y ecologista. Comprometido con la fundación de la “Colectividad los Arenalejos” (Alozaina, Málaga) desde mediados de los años 80 hasta la actualidad, donde continúa trabajando como agricultor. Gran conocedor de la obra de Murray Bookchin, es autor de numerosos ensayos comprometidos con la lucha libertaria. Le preguntamos por su libro Actuar aquí y ahora: pensando la ecología social de Murray Bookchin.

1 – Para quienes no lo saben todavía, ¿quién fue Murray Bookchin?

La originalidad del pensamiento de Murray Bookchin, es el no haber pisado las esferas universitarias y académicas para elaborar sus teorías. La riqueza y coherencia de su pensamiento así como la fuerza de sus propuestas socio-políticas, son el resultado dialéctico entre un luchar y un pensar permanentes en un momento importante de la evolución acelerada de la sociedad americana, entre los años 1930 y 2000. Así es como atraviesa la “gran depresión” de los años treinta, implicándose en sus intensas luchas de clases. También, durante  los años cincuenta participa en aquellos movimientos relacionados  con los derechos cívicos y el antiracismo. De la misma manera se involucra en los movimientos ecologistas y feministas durante el período de la contracultura de los años  sesenta a los setenta  y más allá.

Murray nace en el barrio del Bronx de Nueva York en el año1921, en una familia de judíos rusos exiliados, quienes participaron en el primer intento revolucionario en contra de los zares en 1904. Durante su infancia, su imaginación estuvo poblada por los relatos de su abuela y  los héroes marxistas leninistas (Lenin, Trotsky, etc.).

Al cumplir sus seis años, en 1927, Sacco y Vanzetti, dos obreros anarquistas son ejecutados por el Estado en EE.UU., como escarmiento en contra del movimiento obrero en plena expansión en ese país. Su abuela le encomienda que no olvidara jamás el trato de los capitalistas con los obreros.

Murray nunca lo olvidaría y a los nueve años, tras la muerte de su abuela y la huida de  su padre, entra en los Jóvenes Pioneros del Partido Comunista, un partido muy activo en esos tiempos. Además de vender  los periódicos del Partido, que le permiten cubrir sus necesidades económicas y las de su madre, esta actividad le facilita el acceso a la crítica radical del capitalismo en las obras de Marx, además de desarrollar sus capacidades retoricas y oratorias.

En 1936 con 15 años de edad, ya es comisario político, pero al final de esa década se mostró decepcionado por el carácter autoritario del Partido, que solo abandonaría definitivamente al finalizar la guerra civil en España. Durante ese tiempo se involucra en el movimiento neoyorquino de apoyo a España, ya que era demasiado joven para participar directamente en la contienda.

Más tarde, influenciado por los relatos de compañeros que estuvieron en las Brigadas Internacionales apoyando el bando republicano, abrazaría las ideas anarquistas.

Pero previamente pasaría por una etapa trotkista, mientras trabajaba en una fundición y luego durante los años cuarenta en la industria automovilística. Durante diez años participó activamente en la United Auto Workers, organización sindicalista de carácter libertario.

Acabada la gran huelga de 1948, la clase obrera aceptaría las propuestas patronales de participación en los beneficios de la empresa y los dirigentes sindicales se pasarían al Comité de empresa. Ahí es cuando se hunden sus convicciones, aquellas que hasta el momento habían constituido su “ser y hacer”, esas que compartían marxistas y anarco-sindicalistas, de que la clase obrera iba a ser la redentora de la humanidad. Esto debido a la primera contradicción del capitalismo, esa que opone los desposeídos de los medios de producción en contra de aquellos que se los acapararon. Pero ese “fracaso”, contrariamente a aquellas personas que, en ese momento abandonarían la lucha, va a dinamizar su pensamiento crítico y sus propuestas constructivas, escribiendo en años posteriores extensamente sobre el Capitalismo, todo y elaborando nuevas propuestas revolucionarias . Así es como conseguiría superar ese hundimiento ontológico.

2 – ¿Y cual es el camino, pasando por el anarquismo, hasta concebir la ecología social?

Muy pronto Bookchin se da cuenta de que al ofrecerle el espejismo del consumismo al proletariado, el Capitalismo conseguía en parte[1], desactivar paulatinamente la guerra de clases[2] y a la vez abrir un inmenso mercado, lo que su vez iba a desvelar su segunda e insuperable contradicción: la obligación de “crecer o morir”.

En esa época, en este esfuerzo analítico, va a integrar muchas de las críticas de la Escuela de Frankfurt y colaborar estrechamente con exiliados alemanes que habían abandonado el comunismo ortodoxo y se desplazaban hacia una perspectiva libertaria.

En los años sesenta,  se vuelca totalmente en los movimientos de la contracultura, de los derechos cívicos a favor de las personas de color, del feminismo y de los principiantes movimientos ecologistas, todo e intentando radicalizar a la Nueva Izquierda. Y en ese caldo de cultivo, en ese ambiente de debates poco a poco se irán agudizando sus críticas hacía las posturas reformistas y hasta reaccionarias en los medios ecologistas.

Al final su primera investigación le lleva a concluir que los descalabros ecológicos ahondan sus raíces en las injusticias sociales y éstas, a su vez se nutren de las dominaciones, empezando por la del hombre sobre la mujer.

Entonces demuestra sin dificultad que el Capitalismo es el sistema que reúne todas las dominaciones, las explotaciones e injusticias y que el Capitalismo no solo lo constituye el mercado sino también el Estado-nación. Así pues, estas dos caras inseparables de la misma moneda van a incentivar continuamente una economía política como “sujeto autómata” obligado.   La única opción que se les presenta es el desarrollismo,  esa huida hacía adelante que es  la de “crecer o morir”. Así pues, por mucho que de humanismo, o de izquierdas o  de verde se pinte, el Capitalismo desvela su segunda y última e insuperable contradicción.

Su propia naturaleza nos condena a la contaminación y destrucción, tanto de los ecosistemas, como de la sociedad por la atomización de las personas, al convertirnos a todos los seres vivos en simple recursos y en  mera mercancía.

3 – ¿Qué aporta el municipalismo libertario a las teorías anarquistas?

La segunda investigación de Bookchin  partirá de este análisis radical: ¿Cómo vencer a esta dinámica destructora antes de que sea demasiado tarde? Aunque estemos atrapados en un parón de la historia, su confiscación por la lógica mercantil y su ideología realizada, no se trata de empezar de cero, por lo que Bookchin se volcará hacía el pasado para darle claridad al presente y abrirle puertas al futuro. “La historia, de hecho, es tan importante como la forma o la estructura, pues en gran medida, la historia de un fenómeno es el fenómeno en sí. Somos, de un modo concreto, todo lo que nos ha precedido, y podemos a su vez llegar a ser infinitamente más de lo que somos […] La evolución nos habita (como habita el mundo que nos rodea) en forma de elementos que constituyen nuestra propia naturaleza. y aprender tanto de los aciertos como de los errores.”[3]

Pero eso sí, referirse y aprender del pasado no es quedarse atrapado en un imaginario de nostalgia trasnochada ya que las condiciones siempre son distintas.

Así muchos anarquistas organizados, se quedaron durante mucho tiempo con la creencia de que solo el movimiento obrero estaba en condiciones de vencer al capitalismo.

Con la extraordinaria herencia de la CNT en la península ibérica, el pensamiento de Bookchin no se vió apreciado en su justo valor, debido a su revisión del postulado obrerista como eje vertebrador de una posible revolución, como así fue en los años  treinta.  Ese dogmatismo que a mí me conmovió y me hizo volcarme a estudiar la ecología social, es el que ha impedido al anarquismo renovarse y presentarse como proyecto revolucionario creíble en la época actual.

Atacado y tratado de “posibilista”, Bookchin que tanta admiración tuvo por el anarquismo en el estado español[4] terminaría por repudiar ese apelativo. Pero sus análisis y propuestas no solamente siguieron siendo profundamente libertarias sino que consiguió aclararlas, evitando sus ambigüedades. Así como con el ámbito de la política al que el anarquismo histórico le dio la espalda, prefiriendo quedarse en el ámbito social.

Pero resulta que, el 21 de julio de 1936, dos dias después de haber vencido el fascismo en Cataluña, los “dirigentes” de la CNT en el Pleno Regional de Locales y Comarcales de Sindicatos del Baix Llobregat, aceptan la propuesta de Companys de participar en el ámbito político del Estado. Esa colaboración va a deslegitimar las auto-instituciones populares, erigidas por el movimiento revolucionario y objetivamente destruirlas en el transcurso de la revolución como lo muestra el golpe de Estado estalinista de Mayo del 1937.

Así es como Bookchin va a aprender de este fatal error,  subrayando que si bien

el ámbito político se lo ha apropiado el Estado, confiscándole la fuerza colectiva al pueblo,  no le es consubstancial como muchos anarquistas siguen pensando.

Como ámbito de poder, la política en su sentido original helénico, es la gestión de los asuntos de la ciudad por los  ciudadanos mismos y es peligroso darle la espalda para  entregar ese poder a los partidos y a la democracia representativa, emanaciones ambas del Estado.

El poder es otro de los conceptos oscuros para el anarquismo en general. A menudo confundido con el de dominación, para Bookchin sin embargo, es como la fuerza de gravedad, no se puede eludir.

Más bien exige que sepamos localizarlo, para evitar su confiscación por parte de unos cuantos y repartirlo entre todas y todos, ya que se trata del poder de decidir y el máximo poder debe situarse en el ámbito político de las asambleas de barrio o de pueblo, ahí donde se decide lo que necesitamos de verdad y de como lo vamos a conseguir, involucrándonos localmente con el medio ambiente que nos rodea.

Así pues la ecología, para el comunalismo, no consiste en defender a la naturaleza, sino que ésta es integrada en su quehacer cotidiano como elemento fundamental que hemos de potenciar para el bien común.

Este es el primer paso de su propuesta política: el municipalismo libertario, o mejor nombrado el comunalismo basado en la democracia asamblearia a los niveles de municipalidad. de vecindad y de barrio. Para evitar que ello conduzca a un provincianismo en las ciudades, propone un confederalismo cívico, demandando también una economía municipalizada, por oposición al sistema capitalista y a la economía estatizada marxista. Ese proyecto, esa propuesta revolucionaria la elabora Bookchin a raíz de su segunda investigación, esa que le ha llevado a estudiar detenidamente tanto a los pensadores como a los movimientos revolucionarios del pasado, aprendiendo de sus aciertos, como los de las secciones parisinas en la revolución francesa, el de las colectividades del Aragón revolucionario de 1936, pero también de su errores más manifiestos como aquellos de la revolución rusa o los  del anarquismo ibérico.

Tanto la ecología social como el comunalismo resultan ser el resultado de una síntesis selectiva entre el análisis marxiano del Capitalismo, el antiautoritarismo, antiestado y federalismo del anarquismo y el de la ecología, entendiendo la biodiversidad como fuente de riqueza y resiliencia tanto del medioambiente como en el ámbito de la sociedad.

4 No es tu primer libro acerca de Bookchin, o sobre el municipalismo libertario y la ecología social ¿qué te ha hecho escribir y publicar Actuar aquí y ahora. Pensar la ecología social de Murray Bookchin?

Es cierto, la editorial “La Libélula Verde” publicó Atreviendonos a poder  y Murray Bookchin. Por una ecología social y radical que escribí con Vincent Gerber a petición de Serge Latouche[5] Fue a raíz de este libro y su presentación en Francia que se organizaron tres encuentros internacionales en torno a la ecología social con temáticas diferentes y la participación de representantes kurdas del confederalismo democrático inspirado en el comunalismo y asociaciones pro-zapatistas.

El 16 de Marzo del 2016, tuvo lugar el  primer encuentro en Lyon con la temática “Salir del capitalismo”,. El segundo encuentro, tuvo lugar en Bilbao el 20 de Abril del 2017 en torno a las alternativas presentes en la ecología social al independentismo y nacionalismo. El tercer encuentro, se organizó en Lieja en Septiembre del 2019 con la temática “Crear un movimiento comunalista”.

Para mí cada encuentro requería el escribir sobre las temáticas para ser más efectivo en las propuestas. Así es como nacieron tanto Atreviéndonos a poder para el primer encuentro  como Actuar aquí y ahora[6], para el tercero.

5 – ¿Nos puedes comentar en qué nuevas aventuras andas pensando?

Desde que salió Actuar aquí y ahora en el estado español, no he dejado de realizar giras de presentación sobre todo por el norte de la península. Así, en este libro todo mi esfuerzo tiende a contextualizar geográficamente y actualizar el pensamiento y propuestas políticas de Murray Bookchin con la intención de llevar esa reflexión al ámbito colectivo más allá de los círculos de índole ideológico, aunque siempre a la izquierda pero “abajo a la izquierda”[7].

En el actual ambiente social y político oscuro en el que la izquierda y los distintos movimientos sociales están paralizados y sin propuestas relevantes, trato con el prisma de las propuestas rompedoras y perspectivas de Bookchin de encender algunas luces nuevas.

Mi propósito es poder iniciar un debate y un diálogo verdaderos para unir nuestros esfuerzos y desarrollar una auténtica inteligencia colectiva, con capacidad para, progresivamente, elaborar una estrategia emancipadora.  Se trata de ir creando un movimiento político comunalista o sea confederal, en que se afirmen y coordinen, partiendo del ámbito local, todos los movimientos sociales, tanto las tendencias alternativas como las de la lucha contra las dominaciones y la justa rabia contra el reino del dinero.

Así, partiendo de la realidad cotidiana, con un imaginario común y una cultura libertaria fuerte, en todos los aspectos de la vida, podremos elaborar estrategias para ganar esta guerra que nada más nacer nos declaró el Capitalismo. Una guerra que está destruyendo a los lazos humanos que constituyen el ser humano, o sea la base de cualquier sociedad y nos está despojando del acceso a lo recursos básicos que están siendo devastados, envenenados y absorbidos por la lógica mercantil. De no hacer lo imposible nos encontraremos con lo impensable advirtió Murray Bookchin.

Lo malo es que estamos cada vez más cerca de ello. Sin embargo y curiosamente, con el estudio detenido de la posibilidades que se nos ofrecen desde la perspectiva de la ecología social y del comunalismo, nos apartamos de las pesimistas previsiones de los distintos colapcismos y, aunque mínimas es cierto, van apareciendo perspectivas esperanzadoras partiendo de lo que tenemos aquí y ahora.

Ya hemos empezado en Francia a crear una red de personas y colectivos relacionados y comprometidos con desarrollar esa estrategia, Pero no se trata de encerrarnos en cualquier frontera, sino ampliar esa red a los demás países como el nuestro y pronto Italia y los países anglosajones. El camino lo haremos al andar como dijo Machado y  vamos a “caminar preguntando” como lo proponen los zapatistas.

[1]     Insisto en el hecho de que mientras existan clases seguirá habiendo luchas de clase.

[2]     Lo que lleva al empresario Warren Buffet a pronunciar esta celebre frase: «Hay una guerra de clases, de acuerdo, pero es la mía, la de los ricos, la que está haciendo esa guerra, y vamos ganando». Vease: https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/billonarios/2014/06/10/palabra-de-warren-buffett.html

[3]     Murray Bookchin, “The ecology of freedom” “La ecologia de la libertad” Ed. Madre Tierra 1999 p. 101

[4]     Vease “Los anarquistas españoles. Los años heroícos 1868-1936” en varias ediciones . La de Numa ediciones en el 2001

[5]              Serge Latouche fue el economista que conceptualizó el témino decrecimiento y dirige quién dirige la colección de Los precursores del decrecimiento en la editiorial francesa “Les précurseurs de la décroissance”

[6]     Floreal M. Romero Agir ici et maintenant,. Penser l´écologie sociale de Murray Bookchin Edtions du Commun Octubre  de  2019. Actuar aquí y ahora. Pensando la ecología social de Murray Bookchin  Ed. Kaicron Diciembre de 2021

[7]     Dixit Los zapatistas.


Fuente: José Mª Oterino