CC.OO. y UGT coautores de los despidos

 

En esta ocasión no vamos a referirnos a los directivos de WiZink Bank, entidad propiedad del Fondo “buitre” Värde Partners, que han gestionado la empresa haciéndola incurrir en un descomunal negocio usurero, y que para solventar los problemas financieros derivados de esa situación recurren a precarizar el empleo y despedir a más de un centenar de trabajadores mientras ellos conservan sus elevados sobresueldos y lujosas prebendas, extinciones que instrumentan de forma que conlleva un grave perjuicio a las arcas públicas. Una ”joyita” de gent…

En esta ocasión no vamos a referirnos a los directivos de WiZink Bank, entidad propiedad del Fondo “buitre” Värde Partners, que han gestionado la empresa haciéndola incurrir en un descomunal negocio usurero, y que para solventar los problemas financieros derivados de esa situación recurren a precarizar el empleo y despedir a más de un centenar de trabajadores mientras ellos conservan sus elevados sobresueldos y lujosas prebendas, extinciones que instrumentan de forma que conlleva un grave perjuicio a las arcas públicas. Una ”joyita” de gent…

En esta ocasión hemos de referirnos a quienes facilitan que los trabajadores sean despedidos: los sindicatos CCOO y UGT.

Estas organizaciones, para justificar su actuación antinatural de no luchar por el mantenimiento de los empleos, se excusan en que la legislación actual es muy desfavorable para los trabajadores. Sin embargo, en vez movilizarse continuamente en las calles y en las empresas para revertir esa situación, compadrean con cada gobierno de turno, otras administraciones públicas, patronales y empresas para conseguir cuantiosos fondos, y vergonzosos tratos de favor, a cambio de garantizarl una “paz social”. Basta acudir al buscador Google y teclear “Subvenciones a CCOO y UGT”, o ver el Acuerdo Sectorial de Banca de medios extraordinarios a la representación sindical, que no respeta la representatividad real, para darse una idea de lo que supone esta situación.

E igualmente se excusan, y se enorgullecen por ello, en que los ERE’s que firman mejoran las condiciones de despido que contempla la ley. Escaso mérito, toda vez que esos acuerdos no serán los suficientemente aceptables cuando sus delegados firmantes rara vez se ven afectados, al conservar ellos su empleo, ser prejubilados, o recontratados en otra empresa del grupo. Los despidos reales, los forzosos en los que no cabe voluntariedad para el trabajador, recaen en el resto de la plantilla. Estos “sindicalistas firmalotodo” deberían dar ejemplo, y ser ellos los primeros en apuntarse para ser despedidos.

Es éste el contexto en el que corresponde situar el reciente Despido Colectivo en WiZink Bank. CCOO y UGT han suscrito en WiZink un Acuerdo de Despido Colectivo verdaderamente repugnante. Acuerdo en el que:

a) Reconocen las causas económicas, productivas, organizativas y técnicas que alega la empresa, y las ratifican. Por tanto, entre otras cosas, les parece correcto que la empresa recorte salarios para hacer frente a las consecuencias del comportamiento usurero de la Dirección con la clientela. Y les parece correcto el argumento de la empresa de despedir trabajadores y subcontratar la actividad que realizaban, que considera que otros trabajadores de fuera van a ser más eficientes que los suyos del banco.

b) Aceptan el número de despidos que el banco pretende. La rebaja de 144 a los 123 despidos finales que consta en el Acuerdo únicamente obedece a las correcciones que la empresa he tenido que efectuar al revisar su chapucero Informe Técnico que aporta en el expediente.

c) Aceptan y refrendan los abusivos criterios de la empresa para la selección de los trabajadores afectados por el despido. La voluntariedad para causar baja únicamente se articula en favor de la empresa, que es quien decide (en todos los casos) si un trabajador continúa o no en la entidad.

d) Aceptan que, a cambio de una veintena de prejubilaciones, en las que no todas son voluntarias, la empresa despida a otro centenar de compañeros, la gran mayoría de ellos contra su voluntad. La plantilla se reduce otra vez más, así de golpe en un 26%.

“Curiosamente”, entre estas prejubilaciones se encuentran la de José Manuel Carpintero, Secretario General de la Sección de CCOO, y la de José Javier González, Secretario General de la Sección de UGT, cuando su área no estaba afectada. Todo un “detalle” de la empresa para con estos firmantes del ERE, que encabezaban sus candidaturas electorales.

El clásico “Tú me das, yo te doy, y a la plantilla que le den”.

CCOO y UGT, con su firma del Despido Colectivo, resultan coautores de esos despidos. Cuando en los próximos días la empresa haga entrega de las cartas de despido a los trabajadores afectados por este ERE, al lado de la firma del apoderado de WiZink que la suscriba, habrá que entender que implícitamente también lleva la de estos sindicatos.

Es en este momento cuando desde CGT queremos pedir un momento de reflexión a los trabajadores de WiZink.

En las pasadas elecciones sindicales celebradas en Febrero de 2019, no obstante el esfuerzo realizado pocos meses antes por nuestro sindicato con ocasión del anterior ERE, donde procedimos a convocatoria de huelga, movilizaciones diarias, y demandas judiciales, la plantilla se decantó (legítimamente) con su voto por CCOO y UGT, que apenas movieron un solo dedo para defender el empleo. Resultados aquéllos que resultaban muy satisfactorios para la empresa, bastaba ver la cara del director de Relaciones Laborales tras el recuento de los votos, y que han otorgado a esos sindicatos una “mayoría” que ahora utilizan para suscribir los despidos que les pide la Dirección.

Toda actuación comporta consecuencias, y la de elegir unos representantes aún más. Conviene sopesar todo muy bien cuando uno se acerca a una urna. Una lección que nunca hay que olvidar.

CGT impugnará judicialmente este Despido Colectivo de WiZink en los próximos días.

A CCOO y UGT tampoco les da vergüenza.

 


Fuente: FESIBAC-CGT