Varias organizaciones sociales, sindicales y políticas españolas y colombianas declararon esta mañana "persona non grata" en Madrid al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, que se encuentra en la capital española para asistir a la boda del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz, por considerar que es "cómplice y promotor" de los paramilitares en su país.

Varias organizaciones sociales, sindicales y políticas españolas y colombianas declararon esta mañana «persona non grata» en Madrid al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, que se encuentra en la capital española para asistir a la boda del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz, por considerar que es «cómplice y promotor» de los paramilitares en su país.

«Uribe está paramilitarizando Colombia e involucrando a casi dos millones de civiles en el conflicto armado, además de extender la desestabilización a otros países de la región. Por eso, rechazamos la visita de Uribe y consideramos que debe ser declarado ’persona non grata’ en Madrid», afirmó esta mañana en rueda de prensa Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, junto a representantes de CEAR, la Asamblea Internacional por la Paz en Colombia ; Izquierda Unida y CGT.

Asimismo, Kurcharz criticó la decisión de Nueva Economía Fórum de invitar a Uribe a participar en una almuerzo en un conocido hotel de Madrid, y se preguntó si los representantes de las empresas españolas que asisten al encuentro «piensan ofrecerle ayuda financiera para su próxima campaña electoral», de cara a una posible reelección.

«VIEJA DERECHA Y RANCIA»

En este mismo sentido se mostró el responsable del departamento Internacional y de Derechos Humanos de IU, Fran Pérez, para quien invitar a este almuerzo a Uribe, a quien calificó como «personaje siniestro que protege a criminales», sólo se puede entenderse cuando la invitación viene de la «vieja derecha y rancia» que preside Nueva Economía Forum.

Además, el representante de Ecologistas en Acción, después de denunciar al presidente de Endesa, Manuel Pizarro, por ser uno de los «patrocinadores del almuerzo y de la visita de Uribe» a España, dejo entrever que «algunas empresas españolas como Repsol YPF pueden estar involucradas en la financiación de actividades paramilitares».

En este punto, también se lanzaron críticas contra el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, quien inauguró el almuerzo. Así, el representante de la Asamblea Internacional por la Paz en Colombia, César Carillo, aseguró que con su participación «demuestra no conocer la situación de Derechos Humanos en Colombia», aunque no le extrañó porque «representa al sector más neoliberal del Gobierno del PSOE».

«RUPTURA INMEDIATA» DEL ACUERDO

Con respecto al convenio de cooperación militar entre España y Colombia, Pérez instó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a «romperlo definitivamente» porque, en su opinión, «no es la mejor forma de promover la paz». «Queremos que se comprometa y no haga lo mismo que Aznar, quien voluntaria o involuntariamente, promovió durante su mandato la desestabilización en la región», dijo.

Asimismo, recordó que el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde (IU-ICV) presentó esta misma semana una proposición no de Ley en el Congreso en la que pide al Gobierno suspender la venta de armas a Colombia y que exija a su presidente, Alvaro Uribe, que se respeten los Derechos Humanos como condición para ofrecer ayuda al desarrollo.

Según informaciones aparecidas en la prensa colombiana, España se ha comprometido a vender a Colombia al menos 35 tanques AMX-30, ocho aviones C-212, y vehículos blindados para la Policía ; donar aviones Mirage y lanchas patrulleras ; montar una planta de producción de municiones y suministrar simuladores de vuelo para helicópteros Black Hawk, por un valor total de 100 millones de dólares.

ENCUENTRO URIBE Y BONO

A última hora de la noche, está previsto que el presidente Uribe reciba al ministro español de Defensa, José Bono, en la residencia de la embajadora colombiana en Madrid, Noemí Sanín, un encuentro en el que Uribe pedirá que se respete el acuerdo que firmó con José María Aznar en febrero de 2003, según confirmaron a Europa Press fuentes gubernamentales en Bogotá.

Pérez consideró que el jefe del Ejecutivo debe posicionarse en favor de la lucha por la pacificación del mundo, tanto en el caso colombiano como el de Irak, y demostrar que su decisión de retirar las tropas «no fue por una simple cuestión electoralista sino desde una convicción ética y personal».

Por último, el representante de IU acusó al presidente Uribe de lanzar una «ofensiva feroz» contra los sindicalistas y defensores de los Derechos Humanos. «No sabemos si financia a los paramilitares, pero desde luego que los promueve», subrayó Pérez. Además, criticó el llamado ’proyecto de alternatividad penal’ de su Gobierno, con el que Uribe se convierte en «promotor y cómplice» de la extrema derecha.

CONCENTRACION

Tras la rueda de prensa, varias decenas de personas se trasladaron hasta la Plaza de la Cibeles para protestar por la visita de Uribe y su política de ’seguridad democrática’. Aunque intentaron acercarse al Hotel Ritz, donde el presidente tenía previsto participar en el almuerzo, la Policía se lo impidió y les obligó a disolverse, según pudo constatar Europa Press.

Los manifestantes, que recordaron que organizaciones de Derechos Humanos y organismos internacionales han denunciado el «progresivo deterioro» de la situación en Colombia desde que Uribe ganó en 2002 las elecciones, portaban pancartas donde se podía leer : «Política de Uribe, Terrorismo de Estado» ; «Uribe y los paramilitares atacan a Venezuela», o «Con el Gobierno de Uribe, cien sindicalistas muertos».

Una de las asistentes, Gloria Inés Ramírez, de la Central Unitaria de Trabajadores -que abandó su país hace cuatro meses por amenazas de los paramilitares-, reivindicó una solución política negociada al conflicto, un «acuerdo humanitario» que permita que los secuestrados vuelvan a casa, que se deje de «liquidar» a los sindicalistas, y que España suspenda un acuerdo que «alimenta la represión» en Colombia.