En el marco de la III Semana Estatal de Lucha Contra los Transgénicos, Ecologistas en Acción co-edita, junto a Plataforma Rural, un informe actualizado llamado “Buenas Razones para Retirar las Variedades de Maíz MON810 Cultivadas en España”, que compila las evidencias científicas de los peligros para el medio ambiente, para la economía agraria y para la salud de las personas que representa el maíz transgénico MON810, variedad con la que actualmente se cultivan, según datos del MARM, casi 70.000 ha en el Estado español.

Ignorando el rechazo ciudadano y las evidencias científicas que alertan de sus peligros, el gobierno español pretende que España siga siendo pionera en la UE en el cultivo de transgénicos. El maíz transgénico MON810 se siembran de forma comercial dentro de nuestras fronteras, a pesar de que el cultivo de esta variedad transgénica ya ha sido prohibido en 9 países europeos (Alemania, Austria, Bulgaria, Francia, Grecia, Hungría, Luxemburgo, Rumanía y Polonia).

Ignorando el rechazo ciudadano y las evidencias científicas que alertan de sus peligros, el gobierno español pretende que España siga siendo pionera en la UE en el cultivo de transgénicos. El maíz transgénico MON810 se siembran de forma comercial dentro de nuestras fronteras, a pesar de que el cultivo de esta variedad transgénica ya ha sido prohibido en 9 países europeos (Alemania, Austria, Bulgaria, Francia, Grecia, Hungría, Luxemburgo, Rumanía y Polonia).

El maíz MON 810 es una variedad de maíz transgénico al que se le ha introducido el gen de una bacteria (el Bacillus Thurigiensis) que produce una toxina de tipo insecticida de manera que es el propio maíz transgénico el que produce esa toxina-insecticida durante todo su ciclo vital.

A pesar de que son escasos los estudios independientes sobre los efectos a largo plazo del cultivo y el consumo de este maíz transgénico, cada vez son más las evidencias científicas que muestran los daños para la salud de las personas que representan estos cultivos. Uno de estos estudios, patrocinado por el Ministerio de Medio Ambiente y Salud de Austria, evidencia problemas significativos de descenso de la fertilidad en ratones alimentados con maíz NK603 x MON 810. En otro ensayo de laboratorio, se ponen de manifiesto trastornos del sistema inmunológico en grupos vulnerables (ratones muy jóvenes o de edad avanzada) cuya dieta contenía MON 810. En otra investigación, en la que por primera vez se realizó un análisis comparativo de los resultados de ensayos de alimentación de ratones con 3 maíces transgénicos (NK 603, MON 810 y MON 863) reveló nuevos efectos “colaterales” asociados al consumo de maíz transgénico, concluyendo que existen indicios de toxicidad en hígado y riñones y que no pueden descartarse repercusiones metabólicas directas o indirectas imprevistas ocasionadas por la modificación genética.

A pesar de estas evidencias, España sigue adelante con su cultivo y lo hace sin un registro público de las parcelas del maíz transgénico lo que imposibilita un seguimiento riguroso de estos cultivos y vulnera el derecho a la información de los agricultores que no siembran transgénicos, cuyos campos con frecuencia están siendo contaminados. En el Estado español ya se han denunciado numerosos casos de contaminación de campos de maíz de cultivo ecológico por maíz transgénico, obligando a los productores ecológicos a perder su certificación. Como consecuencia ya se ha perdido la producción nacional de maíz ecológico con la consiguiente subida en el precio de los piensos ecológicos.

Desde hace ya 14 años, desde diversas organizaciones ecologistas y ciudadanas, varios sindicatos agrarios, plataformas y grupos de afinidad que han surgido por todo el Estado español, unimos nuestras voces para denunciar la vulneración del Principio básico de Precaución y del Artículo 8 del Convenio Europeo de los Derechos Humanos que protege el medio ambiente y dispone que “cada ciudadano tiene derecho a un medio ambiente sano”. A pesar de la fuerte oposición frente a los transgénicos nos encontramos en una situación crítica: un marco legal hecho a la medida de las multinacionales, un Gobierno absolutamente defensor de los transgénicos, organismos de control científico dominados por la industria y unos medios de comunicación mayoritarios favorables a esta tecnología.

http://www.ecologistasenaccion.org/


Fuente: Ecologistas en Acción