Varios testigos aseguran que la barrera atrapó en la vía al vehículo siniestrado
Más de dos horas precisaron los servicios de emergencia para recuperar los tres cuerpos que ayer quedaron atrapados debajo de un tren, en el vehículo en el que cruzaban un paso a nivel en Valga (Pontevedra) y que fue desplazado casi medio kilómetro por la violencia del impacto. Los fallecidos son tres obreros de la construcción naturales del pueblo, que regresaban a comer a sus casas y esperaban en fila junto a otros vehículos para cruzar el paso protegido con barreras automáticas, que, según varios testigos, se encontraba abierto.
Varios testigos aseguran que la barrera atrapó en la vía al vehículo siniestrado

Más de dos horas precisaron los servicios de emergencia para recuperar los tres cuerpos que ayer quedaron atrapados debajo de un tren, en el vehículo en el que cruzaban un paso a nivel en Valga (Pontevedra) y que fue desplazado casi medio kilómetro por la violencia del impacto. Los fallecidos son tres obreros de la construcción naturales del pueblo, que regresaban a comer a sus casas y esperaban en fila junto a otros vehículos para cruzar el paso protegido con barreras automáticas, que, según varios testigos, se encontraba abierto.

Del horror que se vivió a pie de vía fueron testigos los ocupantes de los dos vehículos que precedían al Renault Laguna en el que viajaban las víctimas, y los del que le seguía. Vieron cómo la valla se cerró y después se levantó, momento en el que pasaron los dos primeros. También la franqueó el Laguna, pero la barrera se volvió a cerrar y el coche quedó atrapado. El tren lo partió en dos. Se llevó por delante el motor e hizo pedazos parte de la carrocería. Los fallecidos son Jesús Martínes Senín, de 53 años ; su hijo Roberto Martínes Ríos, de 28 ; y José García Bejo, de 47.

Al escenario del accidente también se desplazaron la consejera de Política Territorial, María José Caride, y el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, acompañados por el alcalde de la localidad. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, envió un telegrama de condolencia a las familias, que protagonizaron momentos de gran dramatismo mientras esperaban la llegada del juez. Los vecinos de la zona llevan años reclamando la supresión del paso a nivel ferroviario donde se produjo el siniestro.

El alcalde de Valga, José María Bello, culpó a Renfe del fallecimiento de los tres albañiles y recordó que llevan más de dos años negociando la supresión de estas barreras. «Pero siempre es el dichoso dinero, que parece que vale más que la vida de cualquier humano», expresó indignado.

Fuentes de la compañía ferroviaria aseguraron que las semibarreras automáticas y los sistemas de seguridad funcionaron correctamente. El diputado del Partido Popular en el Congreso Celso Delgado pidió la comparecencia urgente en comisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.


Fuente: ELISA LOIS / EL PAIS