Hoy ha fallecido en Madrid nuestra compañera Encarna González Izquierdo, tras una larga y dura enfermedad. Militante de CGT y antes de CNT, en el Sector de Banca, desde 1974. Para quien no la conociera, era también la compañera de José Luis Humanes, quien fuera Secretario de Organización de la CGT en el periodo 1993-2001, también del Sector de Banca, además de desempeñar muchas otras responsabilidades en la CGT.

Es un día muy triste para todas las personas que tuvimos la suerte de conocerla y desde aquí enviamos nuestras condolencias a su familia y amistades, en especial al compañero José Luis Humanes, así como nuestros deseos de que ¡la tierra le sea leve!

Estará en el Tanatorio de la M30, sala 19, desde las 14,30 horas, para quien desee acercarse y pueda.

En Memoria de una Gran Mujer: Encarnita “La Rubi”

Recordarte hoy, tras tu pérdida, es retrotraernos a nuestros comienzos en modo casi adolescente; muchos te conocimos con 17, 18 años, pero tú ya eras madre de tu primera hija con la misma edad. Sin embargo, tanto la calidez de tu sonrisa como tu belleza, nos hizo sentir bien con tu sola presencia sin aún conocerte.

En Memoria de una Gran Mujer: Encarnita “La Rubi”

Recordarte hoy, tras tu pérdida, es retrotraernos a nuestros comienzos en modo casi adolescente; muchos te conocimos con 17, 18 años, pero tú ya eras madre de tu primera hija con la misma edad. Sin embargo, tanto la calidez de tu sonrisa como tu belleza, nos hizo sentir bien con tu sola presencia sin aún conocerte.

En comparación con la situación que hoy viven nuestros jóvenes, la nuestra fue en lo económico de cierta bonanza, la dictadura daba sus últimos estertores. En 1974 en nuestro país y producto del desarrollismo de los 60, encontrar trabajo no constituía el milagro de hoy. Así las cosas, el 1 de marzo de aquel año entramos en el mismo lugar de trabajo: la Central de Valores del Banco Hispano Americano, más de 70 muchachas y muchachos con ganas, la mayoría, de cambiar el mundo a mejor a base de darle bocados.

Algunas más que otros, ya tenían inoculado el virus del compromiso político y sindical; una de ellas fue Encarnita. Sin aspavientos ni levantar ruido, fue construyendo ese espacio. No era fácil por la inexperiencia y la juventud, pero eran épocas de gran ilusión por el gran cambio que se percibía en el ambiente y, por qué no reconocerlo, todos, incluso los capitostes, andaban igual de despistados, si no cómo explicar el error de juntar, en el mismo lugar, tantas hormonas revolucionadas.

Aquello constituyó el embrión de lo que años más tarde se convertiría en una de las Secciones Sindicales hasta hoy, más importantes de la organización confederal. Y Encarna fue la muñidora, el pegamento, entre las intrincadas pasiones y egos, sobre todo masculinos, que se producen incluso en épocas de madurez, entre todo grupo humano.

Queremos alejarnos ahora, un poco de esa callada, pero esencial tarea militante y centrarnos más en su calidad humana. Y eso nos hace mirar hacia su vida más personal, primero su madurez con respecto a la mayoría, el hecho de ser madre soltera a esa edad y en ese tiempo, nos da una idea de su fortaleza. Con su físico, a cualquier frívolo, le resultaría impensable intuir su camino. Su responsabilidad y amor la llevó a renunciar a muchas actividades vitales propias de su juventud, educar a una niña en estas condiciones, solo lo saben hacer auténticas titanes. El devenir de la vida la llevó a compartir vida y otra hija, con otro militante de la organización, otro de aquellos 70 barbilampiños.

Hoy nos dejas desolados, pero con tu ejemplo y dos maravillosas hijas, Emma y Elena que siguen contribuyendo a fortalecer el papel de la mujer, en esta maldita sociedad aún patriarcal.

Que la tierra te sea leve, compañera del alma.

Miguel Ángel Pascual, Sector de Banca


Fuente: Miguel Ángel Pascual