La refundación (¡?) del capitalismo promocionada por nuestros líderes oficiales en Occidente, léase Obama, Sarkocy, Merkel, Cameron, etc y, de nuestro ámbito más cercano, cuyo paradigma es nuestro Presidente del Gobierno, que además es secretario general del PSOE, Sr.Zapatero, alias ZP, no hacen más que confirmarnos, lo que ya algunos sabían, otros intuían y la mayoría no se lo creía, son distintas caras de la misma moneda.

 

Y creo que ésta última frase viene a
explicar por si sola, a lo que todos ellos se están aplicando con
tanta ilusión y fe:

 

Y creo que ésta última frase viene a
explicar por si sola, a lo que todos ellos se están aplicando con
tanta ilusión y fe:

Que el capitalismo más salvaje, el
financiero, el que se basa en la inversión especulativa y
transnacional, que no respeta ni siquiera al sector empresarial
productivo, mantenga su posición de privilegio (paraísos fiscales,
manipulación de las bolsas con pingües beneficios, rebajas de
impuestos sobre el capital, …) y se le “ayude”o “rescate” a
superar la crisis que el mismo ha generado, en detrimento de los
ciudadanos.

Esto se llama avaricia. Antes, ahora y
siempre. Y como dice el refranero popular:

La avaricia rompe el saco. Ahora no es
el saco, es la bolsa. Aunque para remediarlo está Papá-Estado.
Nacionalizando pérdidas, pero nunca beneficios. Que no son tontos.

Y las consecuencias son claras:

Seguir sometiéndonos al resto, a la
mayoría de la población, a ésta esclavitud del consumo irracional,
la hipoteca que nos ahoga cada mes o el alquiler desmesurado y, la
explotación laboral para unos y, para otros, ni eso, algo peor, y
que además sirva de ejemplo a los primeros, por si alguno sale
contestón: el paro, que es una forma de exclusión social que
condena a la precariedad en el sentido más amplio e inhumano de su
definición.

Se calcula, en medios nada sospechosos
de revolucionarios, si no más bien de carácter caritativo y
vinculados a la iglesia (ente reaccionario por excelencia), que entre
un 20% -25% de la población española se encuentra en la
marginalidad, en el paro laboral, viviendo del subsidio o de la
caridad, con problemas de falta de atención sanitaria, enseñanza,
vivienda, alimentación, drogas, alcoholismo … y curiosamente todas
éstas “penas” que padece la sociedad actual, en particular la
clase trabajadora, la Constitución, (escrito formal donde los haya),
que defiende la clase política con toda su pasión nos dice que
somos un Estado Social de Derecho.

¡Hombre, seamos serios!

Estado seguro, no creo que nadie
necesite muchas pruebas, son evidentes, pero bueno, recordemos que
disponemos de Ejército, policía, jueces, administración del
Estado, en sus distinto ámbitos: central, autonómica y local (donde
se aloja toda la clase política, amén de sus séquitos de
“colaboradores, enchufados y estómagos agradecidos”), un
Ministerio de Hacienda que es el que parte y reparte la Renta
Nacional (a los asalariados cada vez nos toca menos de éste pastel;
ahora, ¿será por la crisis?), … y todo ello coronado por un
sistema monárquico, que también dispone de sequito, guardia real, …
y, presupuesto aparte.

Lo de Social no se a que viene,
pero bueno ¡queda progre!. Quizás los “pseudosocialdemócratas”
del PSOE tengan más clara la definición porque yo no la encuentro
por ninguna parte, tal como están las cosas.

Será por mi falta de cultura política,
aunque me da la impresión que como mínimo conozco a alguien que
piensa como yo.

Lo de siempre, a los políticos
profesionales no hay quien los entienda. Cuando Mariano Rajoy, líder
visible de los conservadores dice defender al pueblo de un Estado que
nos fusila a impuestos (¿o querrá decir que hay que privatizar el
sector público en beneficio de los mercados y mantener las prebendas
de los cargos públicos a cuenta de los presupuestos del Estado? ) y
Zapatero, líder de la socialdemocracia homologada, que dice más de
lo mismo, pero que obedece y aplica de facto una gestión de corte
neoliberal que le viene dictada por nuestra €uropa del capital y
las grandes corporaciones.

Creo que traman volvernos locos, o a lo
mejor a despistarnos.

¡Que están hechos unos zorros!.

Rajoy parece haberse inspirado en un
Lerroux/republicano demagogo y Zapatero en Gil Robles/jefe de la
derecha rancia y filofascista, que era la CEDA, del período de la 2ª
República.

ZP no ha debido pensar, también
podría ser por amnesia inducida, que los “abuelos” del PSOE eran
enemigos políticos de la CEDA y posteriormente sufrieron la
represión, la muerte y el exilio como consecuencia de perder la
guerra.

¿A quién se debe el PSOE actual y ZP?

¿Si Pablo Iglesias levantara la
cabeza?.

Como mínimo, con toda ésta tropa
neoliberal-socialdemócrata, que manifiesta ser continuadora de su
pensamiento y acción política, no dudo de que caería desplomado
por el efecto de la obra y miseria política de su actuación
presente, ya que cualquiera con un ataque de honradez, los
despacharía al ostracismo, no sin antes obligarles a retornar los
pingües beneficios obtenidos con la especulación de su actuación
política y su manifiesta complicidad con los poderosos.

Y por último de Derecho. La
pregunta es: derecho ¿ a que?, dentro de un sistema económico
capitalista, con el adjetivo de ultraliberal, globalizador o de libre
mercado.

Si su finalidad es el lucro a toda
costa, el reparto de beneficios sin reparar en los daños que
ocasiona a las personas y a la naturaleza.

No veo como se puede compatibilizar muy
bien la idea de la búsqueda del máximo y continuado beneficio de
los poderosos con el bienestar general de los ciudadanos.

Capítulo aparte, merece una mención
especial el mundo del trabajo.

Ya sabemos que el dinero gobierna,
maneja, especula y que controla, como una mercancía más el factor
trabajo: la oferta y la demanda de los trabajadores asalariados.

Es lo que se llama mercado del trabajo.
¡Vamos que todos estamos en bolsa!. Y además con una tendencia de
hace años, a una cotización a la baja y más ahora con su crisis.

Por lo que debido a ella, muy calculada
(saben hacer muy bien las proyecciones de futuro) ¡no seamos
ingenuos!, van metiéndonos cada vez más en cintura a todos los
asalariados, sin exclusión, porque ellos han de seguir comiendo
langosta y caviar y, si los demás no tenemos para carne, se supone
que tendremos para patatas.

Tampoco nos viene de nuevo, aunque ésta
vez las vueltas de tuerca están siendo y serán más que en otras
ocasiones. Luego se quejan de la indignación y la crispación
generalizada, pero cabe preguntarnos ¿Quién ha fomentado el estado
de cosas actual?

Por otro lado uno de sus objetivos
fundamentales es someter a una parte de la clase trabajadora tenerla
en el PARO y a la otra, la que tiene un puesto de trabajo, que esté
QUIETA, vamos que no proteste, que sea disciplinada, ya que el
capitalismo necesita “mutar” sin sobresaltos, sin traumas, eso lo
dejan para nosotros, cuando vemos que cada vez el salario da para
menos y hay que acentuar el ingenio para llegar a fin de mes.

En su lógica deben pensar que los
traumas se quedan para los “currantes” que para eso son casta
inferior. Ya se sabe que, según la iglesia católica, Dios cuando
nos creó, puso a cada uno en su sitio.

A ver si nos vamos enterando todos, nos
quieren como rebaño, que sus pastores (los políticos
profesionales)
nos conducirán por el buen camino (la
partitocracia)
, con buenos pastos (para los poderosos de
más calidad, para la mayoría, los restos) nos cuidarán,
engordarán (ya he explicado algunos más que a otros) y cuando
estemos en óptimas condiciones no dudarán (ya lo están
haciendo) en introducir a la mayoría social en el matadero (paro,
guerras, miserias, sospechosas nuevas enfermedades, desastres
ecológicos, crisis energética, enfrentamientos racistas,
lingüísticos, religiosos, nacionalistas, …)
para que ellos
tengan a bien seguir engordando a nuestra costa.

¿Seguimos por ese camino que afirman
no hay otro y que fuera de él sólo existe el caos?

De cada uno de nosotros depende tomar
conciencia de la situación y optar por la resignación que conduce
al desastre (lo más cómodo y frustrante) o luchar por una salida
que de una sociedad en crisis como la presente, pueda derivar a otra
mejor (más sacrificado y gratificante), en base a las coordenadas de
justicia, progreso y bienestar que deben ser el objetivo de nuestra
actuación.

Fede.

(Federico Solano. Afiliado al Sindicato
del Metal. Fed. Com. Baix Llobregat)

JUNIO – 2011