Solidaridad con los trabajadores sin papeles en huelga y regularización de todos los sin papeles
Las múltiples reformas del Código de entrada y estancia de los extranjeros y personas que piden asilo político (Ceseda), más allá de los meros atentados a los derechos fundamentales que representan, son tremendos instrumentos de presión sobre los trabajadores emigrantes en aras de la patronal y de los intereses económicos nacionales. En suma, una verdadera « Inmigración elegida » sobre bases puramente utilitaristas. Cada vez más, es un paso hacia un orden con seguridad policial, hacia una sociedad donde el trabajador debe inclinarse ante el patrón, donde el costo del trabajo se acerca a cero, sociedad en que la precariedad es la regla común para todos.
Solidaridad con los trabajadores sin papeles en huelga y regularización de todos los sin papeles

Las múltiples reformas del Código de entrada y estancia de los extranjeros
y personas que piden asilo político (Ceseda), más allá de los meros
atentados a los derechos fundamentales que representan, son tremendos
instrumentos de presión sobre los trabajadores emigrantes en aras de la
patronal y de los intereses económicos nacionales. En suma, una verdadera
« Inmigración elegida » sobre bases puramente utilitaristas. Cada vez más,
es un paso hacia un orden con seguridad policial, hacia una sociedad donde
el trabajador debe inclinarse ante el patrón, donde el costo del trabajo
se acerca a cero, sociedad en que la precariedad es la regla común para
todos.

Los extranjeros son contemplados por los poderes públicos como simple mano
de obra. Se les ve, de acuerdo a las necesidades, como responsables del
desempleo o absolutamente útiles al esfuerzo nacional, todo depende de la
coyuntura económica y social, y de los políticos. Los objetivos de las
diferentes reformas son claramente enunciadas : establecer una inmigración
seleccionada en función de
las necesidades de mano de obra, alineando la duración de la estancia con
la del contrato de trabajo, siendo otorgadas las autorizaciones de trabajo
en función del nivel de calificación y del sector de empleo.

Además, desde hace años, no pocos trabajadores emigrantes sin papeles se
vienen empleando en sectores laborales que no se pueden deslocalizar :
restauración, hotelería, construcción, limpieza y trabajo doméstico. La
situación de esos trabajadores es difícil. Además de la expulsión del
territorio nacional, que enfrentan cada día, sufren de condiciones
laborales desastrosas, en violación con todos los derechos a los que
pueden aspirar. Esos trabajadores están sub pagados – cuando lo son – y
no se benefician de ningún seguro social ni garantía de empleo.

Desde hace varias semanas, determinados trabajadores emigrantes, en base
a una reivindicación sencilla : un empleo = una autorización de estancia,
han decidido empezar luchas en su lugar de trabajo. La huelga es uno de sus
pocos recursos de afirmación de sus derechos, si bien saben perfectamente
que se exponen a expulsiones del país.

Desde el inicio de esta lucha, unos 1 000 expedientes de asalariados sin
papeles fueron presentados en las “préfectures” [representaciones
regionales del Gobierno y muy pocos, hasta ahora, consiguieron un vale de
estancia de tres meses. Son avances irrisorios. Esta regularización
precaria sólo concierne de momento los asalariados. Ignora a los
emigrantes como personas con derecho : familiares, casos de incapacidad de
tener un empleo, jóvenes, enfermos, ancianas …

CNT siempre ha pedido la apertura de las fronteras y la regularización
global de las personas sin papeles, en una perspectiva de solidaridad
entre los pueblos, de libertad de circulación e igualdad entre todos. El
apoyo y la participación en la lucha de los asalariados sin papeles entran
de lleno en dichos objetivos.

Los trabajadores en huelga deben mantener la presión, la lucha tiene que
ampliarse e ir hacia una relación de fuerza que obligue a las
administraciones del estado a regularizar la situación administrativa, y a
los empleadores a que proporcionen condiciones laborales decentes.

CNT reafirma pues, de acuerdo a sus principios internacionalistas de que
los trabajadores no tienen ni país ni patria, sus posiciones : por una
parte, el abandono del Ceseda y de todas las leyes sobre la entrada et la
estancia de los extranjeros, el fin inmediato de las expulsiones y la
liberación de todas las personas encarceladas por irregularidad de
estancia. Y, más generalmente, la libertad de circulación, instalación y
estancia, la supresión de todas las fronteras, el cierre de los centros de
retención, de las zonas de espera y cárceles, igualdad de salario,
estatuto y derechos entre todos los trabajadores, emigrantes o no, la
supresión de las restricciones para el acceso a algunas profesiones para
los trabajadores extranjeros y la consecución generalizada de la tarjeta
de estancia de diez años.


Fuente: Secr. de RR.II. CNT Francia