Quizás donde se vea más claramente a la vez la desigualdad de este sistema en el que vivimos sea el alarmante y desorbitado gasto militar comparado con las necesidades sociales que aún se encuentran sin cubrir. Por este motivo es de la mayor importancia visualizar dicho gasto y hacerlo público. Y así es como nos lo muestran en la calle con sus actos de protesta diversos colectivos sociales de Bizkaia. Estos colectivos tratan de socializar el rechazo social que suscita el que cada vez más recursos económicos se destinen a financiar los ejércitos y las guerras que dichos ejércitos conllevan y destacar la importancia de la industria militar en Euskal Herria.

Quizás donde se vea más claramente a la vez la desigualdad de este sistema en el que vivimos sea el alarmante y desorbitado gasto militar comparado con las necesidades sociales que aún se encuentran sin cubrir. Por este motivo es de la mayor importancia visualizar dicho gasto y hacerlo público. Y así es como nos lo muestran en la calle con sus actos de protesta diversos colectivos sociales de Bizkaia. Estos colectivos tratan de socializar el rechazo social que suscita el que cada vez más recursos económicos se destinen a financiar los ejércitos y las guerras que dichos ejércitos conllevan y destacar la importancia de la industria militar en Euskal Herria.

El gasto militar por día en la Comunidad Autónoma del País Vasco es de 5,39 millones de euros y cada persona residente en dicha Comunidad Autónoma contribuye a este gasto con 918 euros. El coste en el País Vasco de los proyectos de armamento será de 1.142 millones de euros. Las empresas vascas que participan en estos programas son : Industria de Turbo Propulsores, SENER, GAMESA, SK-10, EB-RIM o Aeroteam, SAPA, Sidenor y Fibertecnic.

Mujeres

Este año se ha destacado que mientras aumenta el gasto militar hay una falta de solución y respuestas concretas a los problemas más graves que las mujeres, como colectivo e individualmente, padecen : agresiones y malos tratos, asesinatos, separaciones, discriminación laboral y feminización de la pobreza, servicios sociales y comunitarios, guarderías y residencias de la tercera edad.

Estos colectivos antimilitaristas y feministas unen igualmente a sus reivindicaciones un llamamiento en favor de la objeción fiscal a los gastos militares, campaña de desobediencia civil que se realiza en el momento de hacer la declaración de la renta, al desviar la parte del impuesto destinada a gastos militares hacia un destino alternativo.


Fuente: Gentes de Baladre