Los jóvenes, casi todos militantes antifascistas, fueron atacados dentro de su vivienda por 6 neonazis entre los que estaba un conocido amigo de varios agentes de la Policía Nacional en Guadalajara.
Ver para creer. Ocurrió el pasado viernes en la vivienda de varios jóvenes, que se vieron sorprendidos por seis neonazis que, armados con barras metálicas, atacaron a sus ocupantes causando destrozos y daños físicos a los agredidos. Por suerte pudieron expulsarlos de su vivienda sin que haya que lamentar daños físicos graves, pero este hecho supone un salto cualitativo en el nivel de impunidad de las bandas fascistas en Guadalajara.
Los jóvenes, casi todos militantes antifascistas, fueron atacados dentro de su vivienda por 6 neonazis entre los que estaba un conocido amigo de varios agentes de la Policía Nacional en Guadalajara.

Ver para creer. Ocurrió el pasado viernes en la vivienda de varios jóvenes, que se vieron sorprendidos por seis neonazis que, armados con barras metálicas, atacaron a sus ocupantes causando destrozos y daños físicos a los agredidos. Por suerte pudieron expulsarlos de su vivienda sin que haya que lamentar daños físicos graves, pero este hecho supone un salto cualitativo en el nivel de impunidad de las bandas fascistas en Guadalajara.

Los atacantes, que entraron a cara descubierta, son viejos conocidos de los movimientos antifascistas. Varios de ellos se encuentran con expedientes abiertos en relación con otras agresiones nazis, pero no parecen estar muy preocupados por ello. Entre los agresores está un neofascista de alrededor de 40 años al que es habitual ver «de tapeo» con responsables provinciales de la Policía Nacional. Los otros cinco, sin estar encuadrados directamente con ninguna organización de extrema derecha, sí que han mantenido actividad terrorista en Guadalajara.

Los afectados se encuentran en buen estado y solamente tienen heridas superficiales y lumbares, sin que hayan tenido por ahora efectos secundarios a causa de los golpes.

Guadalajara : laboratorio de la represión organizada

Esta provincia ha tenido eco informativo en los últimos meses por varios casos de terrorismo fascista en los que la complacencia institucional ha sido muy evidente. Ataques a Centros Sociales y agresiones a antifascistas están siendo utilizados por la Policía Nacional como un método de control y seguimiento de la actividad de los movimientos sociales, alegando la necesidad de acabar con lo que ellos llaman «tribus urbanas».

Este método, que se utilizó para detener a principios de octubre a 5 jóvenes militantes de los movimientos sociales, no es aplicado de igual manera con los neofascistas localizados en la provincia. Muchos de ellos tienen parentesco con miembros de la Policía o cargos institucionales. Además, el conocido como «Colegio de Las Cristinas» ubicado frente a la Estación de Autobuses, que era un colegio para huérfanos de las Fuerzas Armadas, está siendo utilizado nuevamente por el Ministerio de Defensa como centro de reclutamiento y albergue de militares, entre los que se encuentran neonazis alcarreños a los que se les vé entrar y salir con simbología preconstitucional en sus camisetas o estética nazi-skin.

Peligrosidad en un momento clave

La actividad fascista en la provincia está teniendo un efecto más agravado con la actual crisis laboral que se está viviendo en Guadalajara. Hasta cinco grandes fábricas se están viendo afectadas por la crisis capitalista, y en pocos meses se pondrá fin a la incertidumbre de diferentes Expedientes de Regulación de Empleo que, entre puestos directos e indirectos, van a aumentar en varios miles la cifra de parados. Asimismo, las razzias policiales contra trabajadores migrantes están siendo manejadas por la Subdelegación del Gobierno como «cifras de combate contra la delincuencia».

Los responsables de la porra están teniendo una gran «manga ancha» con la actividad fascista para romper el contacto que los movimientos sociales están empezando a tener con los trabajadores afectados por la crisis, que ya tuvo una primera expresión el pasado mes de mayo cuando una iniciativa popular constituyó una Plataforma de Apoyo a Trabajadores de Parques y Jardines en lucha, y que motivó diferentes controles policiales a los operarios en huelga indefinida por los bajos salarios. En aquella ocasión, el contacto que los activistas mantuvieron con los trabajadores estuvo enormemente controlado y sus manifestaciones filmadas.

Esa represión organizada va a tomar de nuevo el pulso de la situación el próximo día 15, donde en la Plaza Mayor de Guadalajara va a tener lugar una concentración contra la crisis capitalista en el día en que diferentes Estados van a plantear en una reunión multilateral la «refundación del capitalismo». La actividad fascista irá, como siempre, de la mano de la política represiva que se aplique en cada momento.


Fuente: Cambio y Debate (Para Kaos en la Red)