Ha muerto nuestro compañero Fernando Polanco Esquíroz, ferroviario, factor de la estación de “Galapagar -Puerto de mar” como le gustaba a él responder a las llamadas de teléfono.

Polanco no dejaba indiferente a nadie, bohemio de inmensa cultura, escritor que seguía manteniendo su vieja Olivetti como herramienta y amante. Hace mucho tiempo que decidió vivir al límite, entre ensayos, y bromas. Afiliado durante muchos años al Sindicato Federal Ferroviario de CGT, era mucho lo que enseñaba y nada lo que pedía a cambio, sin pretender enseñar a nadie, pues su espíritu libertino y libertario le impedía otorgarse el papel y título de nada.

Polanco no dejaba indiferente a nadie, bohemio de inmensa cultura, escritor que seguía manteniendo su vieja Olivetti como herramienta y amante. Hace mucho tiempo que decidió vivir al límite, entre ensayos, y bromas. Afiliado durante muchos años al Sindicato Federal Ferroviario de CGT, era mucho lo que enseñaba y nada lo que pedía a cambio, sin pretender enseñar a nadie, pues su espíritu libertino y libertario le impedía otorgarse el papel y título de nada. Los y las que tuvimos la suerte de conocerle aprendimos muchas cosas de él, lo principal, el sentido cómico de la vida, que no era sino un método de defensa vital ante su extrema sensibilidad por la situación del mundo que nos rodea. ¡Que la tierra te sea leve Pol&co, compañero! ¡Hasta siempre!