Buenas tardes, me llamo... y hablo en representación de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Telefónica. Nuestro sindicato, a pesar de lo que hayan podido escuchar hasta el momento, está firmemente convencido de que nuestra empresa ejerce políticas empresariales irresponsables con la sociedad.

Es curioso como el concepto de Responsabilidad Social Corporativa, en el caso de Telefónica, ha perdido la palabra Social, lo que no es casual teniendo en cuenta las noticias aparecidas hace un mes en la prensa que anuncian la destrucción de hasta 6.400 empleos en España o la Oferta Pública de Venta del 50% de la filial Atento que cuenta con mas de la mitad de la plantilla total del grupo.

Esto por no
hablar de las inversiones en paraísos fiscales, la represión
sindical en Latinoamérica o en nuestro propio país o las indecentes
retribuciones a nuestros directivos.


Esto por no
hablar de las inversiones en paraísos fiscales, la represión
sindical en Latinoamérica o en nuestro propio país o las indecentes
retribuciones a nuestros directivos.

La
misma crisis ‘culpable’, según la empresa, de los malos resultados
obtenidos en España es la que azota a millones de hogares en nuestro
país. Es curioso como el Sr Alierta y otros grandes empresarios del
IBEX35 se sientan con el Gobierno para pedirle moderación salarial,
abaratamiento del despido o contención del gasto social cuando han
incrementado sus beneficios en 2010 un 15%, es decir 47.900 millones
de euros.

Estas
extraordinarias ganancias demuestran que esta crisis no repercute en
las arcas de nuestras empresas punteras del mismo modo que lo hace en
los bolsillos de la gran mayoría de la población. ¿Por qué
entonces no pueden hacer un esfuerzo para generar empleo y modernizar
las infraestructuras de nuestro propio país, en vez de lanzarse a
especular en el mercado financiero con inversiones millonarias en
otros lugares? Estas preguntas señoras y señores accionistas
también se las hacemos a ustedes que con su voto avalan las
políticas de esta empresa.

Otras
operadoras como Deutsche Telekom han optado por invertir en casa, lo
que sin duda contribuye a incrementar el PIB de Alemania y crear
empleo, a la vez que se logra la modernización de su red. Por
contra, en el caso de España la política de contención del gasto
de Telefónica ha frenado la expansión de la fibra óptica hasta el
abonado y por ende la cuota de mercado en banda ancha de alta
velocidad y el crecimiento del empleo en el sector.

Lo
que mas preocupa a la CGT es el impacto de estas políticas
empresariales en el mundo laboral y, más concretamente, en el sector
de las telecomunicaciones. Una persona que trabaja en una contrata de
Telefónica gana cerca de 500 veces menos que el Sr Alierta (el
tercer ejecutivo mejor pagado de España con 8’6 millones percibidos
en 2010). Un trabajador o
trabajadora, la de la contrata queremos decir, que en este momento
carece de seguridad y de futuro, al contrario que nuestro Presidente
que con 65 años cumplidos tiene su futuro mas que asegurado. Que es
dueño de su presente y pretende serlo del de miles de ciudadanos y
ciudadanas invitándoles a irse a casa… después de usted señor.

Como
ya hemos dicho, Telefónica, la empresa con más beneficios del país,
piensa destruir 6.400
empleos en España a la vez que anuncia el reparto de 450 millones de
euros entre sus directivos, que se vienen a sumar a los 754 que ya
percibieron en el ejercicio 2009-2010. Para CGT el doble rasero a la
hora de medir la productividad de sus trabajadores y trabajadoras es
indicativo de un discurso hipócrita y de la miseria que encierra el
capitalismo globalizado, abanderado por nuestra empresa.

La
alarma social que ha despertado la posibilidad de que Telefónica
presente un Expediente de Regulación de Empleo es perfectamente
comprensible en un país con cerca de 5 millones de personas paradas
y no es extraño que la percepción que tiene la ciudadanía española
de esta multinacional no se corresponda a su implantación en la
sociedad. Nuestra organización ha dado la posibilidad a la
ciudadanía de expresar su opinión ante estos anuncios, a modo de
resumen hemos elegido las siguientes reflexiones:

  • Señores: Si la riqueza la obtienen de este país, lo rentable, lo decente, lo lógico, es que inviertan en el país, generen puestos de trabajo, y por consiguiente mayor consumo. Si no invierten en este país, la gente, que no es tonta, tomará su decisión a saber «no inviertes aquí, no te damos negocio aquí’. Piénsenlo, y si no, al tiempo.
  • O como escribe alguien desde Málaga: ¿Cómo y cuándo Telefónica va a arrimar el hombro para sacar al país de la crisis en que nos encontramos? Media provincia está sin teléfono e incomunicada por un incendio en una central telefónica de la ciudad. Tercermundista. ¿En qué reinvierte Telefónica sus beneficios?, en empleo e infraestructuras está visto que no. ¿Será en sueldos millonarios para sus directivos?
  • Es una vergüenza que quieran destruir miles de puestos de trabajo para repartirse esos beneficios tan jugosos que tiene la empresa.
  • Un ciudadano cabreado dice: Es usted un avaricioso, ya tiene un cliente menos.
  • Varias personas se preguntan si son capaces de dormir por la noche o tiene remordimientos.
  • O alguien que afirma no pretendo en absoluto dar lecciones de moral a nadie pero desde la humildad y el sentido común escuchen, una vez más, que su modelo es el privilegio de unos pocos y la ruina de millones.

    Y
    así podríamos continuar, porque pocas personas se quedan
    indiferentes ante tamaña injusticia y falta de sentido común.

    La
    CGT tampoco podría estar de acuerdo con un ERE en una empresa con
    10.400 millones de euros de beneficios, también estamos preocupados
    por el futuro de la plantilla de Atento o por la enorme precarización
    en un sector considerado motor del crecimiento de la economía
    española.

    Es
    precisamente ahora que nos encontramos en pleno proceso de
    negociación de un convenio colectivo en TdE, cuando los y las
    trabajadoras nos sentimos en el derecho de reclamar unas mejoras en
    consonancia con las cifras que hoy se presentan, mejoras sociales que
    permitan conciliar nuestra vida personal con la laboral, pero sobre
    todo y por encima de todo queremos mejoras que tengan un impacto
    directo en el conjunto de la sociedad, en los compañeros y
    compañeras que trabajan en contratas y subcontratas de Telefónica,
    en las personas jóvenes y no tan jóvenes que se ven condenadas a
    trabajar en condiciones precarias para satisfacer las voracidad de
    consejos de dirección como al que nos dirigimos en este momento.

    Por
    eso, la primera máxima que la CGT reivindicamos en el actual proceso
    negociador es el empleo: crear empleo de calidad y garantizar el
    empleo de quienes hoy lo tenemos, asegurando nuestra ocupación
    efectiva. Además necesitamos saber que nuestro empleo no está
    sujeto a la volatilidad de los mercados que a diferencia de ustedes
    no podemos ni queremos controlar, ni tampoco a si estamos o no
    enfermos o incumplimos los objetivos por tener que cuidar a nuestra
    familia.

    Queremos
    finalizar recordando que Telefónica ha despedido a varias personas
    por diversos motivos, todos ellos injustificados y fruto de la
    represión que ha ejercido nuestra empresa por no ceder a sus
    pretensiones de nuevos recortes para la plantilla durante la
    fracasada negociación de la prórroga del convenio. También hacer
    una mención especial a Eduardo, compañero, afiliado y militante
    injustamente despedido. Aprovechamos la ocasión para solicitar su
    readmisión.

    Sr.
    Alierta, debe usted saber que CGT, al igual que las trabajadoras y
    trabajadores de Telefónica y de la sociedad no avalamos ni nos
    identificamos con su gestión y así lo queremos hacer saber ante
    todo el consejo de administración, el accionariado, la prensa y ante
    toda la sociedad.

    Salud