El 8 de marzo del 2019, nada más empezar la jornada de huelga, y antes incluso de encontrarnos con el resto de compañeras e ir juntas al lugar donde habíamos acordado hacer el primer piquete de la jornada de huelga feminista, cuatro compañeras militantes de CGT fuimos abordadas por la policía nacional e identificadas, al preguntarles la causa su chulesca respuesta fue “porque ya se yo lo que vais a hacer”.

Y efectivamente, un mes después, llegaba a cada una de nuestras casas, una carta de la socialista delegación de gobierno valenciana, comunicándonos sanciones de 601 euros  a cada una en aplicación de la conocida como ley mordaza, en las que se decía que habíamos sido identificadas en un lugar y horario diferentes a los reales; también se decía que en ese momento habíamos sido informadas de la infracción, lo que es igualmente falso.

Ya durante el 2018 habían sido multadas más compañeras, y dentro de la Asamblea Feminista de Valencia se había creado una comisión antirrepresiva para da respuesta conjunta y solidaria, comisión en la que fuimos acogidas y desde la que hemos luchado y defendido nuestro derecho a hacer huelga y a desobedecer cuando la ley y el sistema no son justos.

Desde entonces hemos recurrido, aportado pruebas, engrosado una caja de resistencia que dé cobertura a los casi 11.000 euros en multas y la asistencia legal de Alerta Solidaria, organización que nos ha defendido jurídicamente; hemos tomado las calles, hecho charlas y talleres, documentales y exposiciones; hemos colgado pancartas denunciando la represión, compartido luchas con compañeras de otros territorios igualmente represaliadas; hemos demostrado que juntas somos más fuertes y que frente a su represión está nuestra unión, el apoyo mutuo, la solidaridad.

Hemos agotado la vía administrativa sin que quien pregonaba que aboliría la ley mordaza cuando llegara a gobernar, aceptara ni uno solo de nuestros recursos, abocándonos a acudir a la vía judicial.

Hemos acompañado a nuestras compañeras en 11 juicios acudiendo a la ciudad de la (in)justicia  valenciana a apoyarlas, porque siempre hemos considerado que no son multas individuales, sino el ataque del sistema a un movimiento combativo como lo es el feminismo de base y de clase, anticapitalista antirracista, antifascista.

En el transcurso de estos procesos se nos ha acusado de desacato a la autoridad, de poner en peligro la seguridad de las personas,  o de faltarle al respeto a la policía por hablarla en valenciano, y a pesar de todas las trabas, a pesar de haber tenido que enfrentarnos una y otra vez al principio de veracidad de las declaraciones de la policía, hemos ganado 7 de los once juicios llevados adelante hasta el momento, dejando constancia de la parcialidad de la policía, y demostrando que hacer piquetes un día de huelga no es ningún delito.

En este momento nos acercamos a la recta final de esta etapa de la comisión antirrepresiva, y nos llega el turno a las 4 compañeras de CGT, de enfrentarnos a la justicia para defender nuestro derecho  a ocupar la calle en libertad, a hacer huelga, a decir basta a un sistema patriarcal y machista.

Tendremos que ir a apoyar a la infame ciudad de la injusticia de Valencia los días 13 de diciembre de este año, el 2 y el 20 de febrero y el 9 de marzo del 2023 para volver a decir basta, y sea cual sea el resultado seguiremos luchando y en la calle, porque su represión no nos parará, y porque juntas seguimos siendo más fuertes.

Carmen, Emilia, Empar y Laura


Fuente: Carmen, Emilia, Empar y Laura