Este es el editorial del semanario anarquista La Campana (Pontevedra), publicado en el último número la revista, 238, de este lunes 8 de marzo. Se describe el último episodio de brutalidad israelí contra el pueblo palestino y la pantomima de la "Constitución iraquí", impuesta por USA.

Este es el editorial del semanario anarquista La Campana (Pontevedra), publicado en el último número la revista, 238, de este lunes 8 de marzo. Se describe el último episodio de brutalidad israelí contra el pueblo palestino y la pantomima de la «Constitución iraquí», impuesta por USA.

El próximo sábado, 20 de marzo, decenas de miles de personas en todo el mundo saldremos a la calle para exigir el fin de la ocupación sangrienta de Iraq y la libertad para el pueblo palestino.

Entre tanto, … ayer, 7 de marzo, el ejército israelí asesinó a 15 personas palestinas, entre ellas cuatro niños. En realidad fue una ejecución múltiple, en la que las víctimas fueron elegidas por los asesinos al azar, entre los habitantes de un barrio de Gaza.

… Y hoy, 8 de marzo, se estará celebrando en Bagdad la farsa de la Constitución (Provisional) Iraquí, según la cual, EE UU, en nombre de la Democracia, trata de imponer a Iraq un «régimen eclesiástico-étnico».

La matanza provocada este domingo por el ejército israelí en el centro de la franja de Gaza, fue de una crueldad y saña inenarrables. La atroz violencia con la que el estado del Israel trata de imponer el despojo y exilio del pueblo palestino, hace tiempo que alcanzó esa mezcla de rutina y brutalidad, frialdad e insensibilidad, cinismo e indiferencia ante el propio horror y el sufrimiento ajeno, tan característicos de los nazis.

No siendo el destino del pueblo palestino nada hay más horrendo que observar lo que la construcción del Estado de Israel exige a sus propios súbditos, a los judíos. Los ha transformado en esa chusma canalla, que llevó a millones de sus padres y abuelos a las cámaras de gas. Una chusma, incapaz de reaccionar ante acciones tan siniestras como las llevadas a cabo en su nombre, por su ejército, por sus representantes políticos, este 7 de marzo en los campos de concentración de Nusseirat y Bureij. ¿Campos de concentración ?, ¡Sí, campos de concentración, poblaciones cercadas de alambre y nidos de ametralladora, vigilados pedregales en los que se hacinan cientos de miles de personas, que tienen imposible sembrar su pan o salvar los olivares !

Según las informaciones que están llegando respecto de lo ocurrido en Nusseirat y Bureij, dos barrios vecinos de Gaza, separados tan solo por una avenida, en los que se hacinan más de 100.000 personas, la barbaridad comenzó al alba. A esa hora, una treintena de tanques blindados y varios helicópteros, cercaron por completo ambos barrios y cerraron todas las salidas. Un grupo de blindados y contingentes de las fuerzas especiales del ejército entraron por las callejuelas más anchas y situaron, en las azoteas de los edificios más altos, a tiradores de «élite», armados de fusiles de precisión y mira telescópica.

Desde los vehículos militares, con potente megafonía, los oficiales «informaban» a la población que se imponía de inmediato el toque de queda y la soldadesca procedería a allanar las casas para encontrar a «terroristas». Todos los habitantes de estos barrios recordaron de inmediato el ataque sufrido el 20 de junio pasado, «cuando los militares israelitas utilizaron contra ellos armamento secreto y nunca desvelado, que causó la muerte de nueve personas» (¡Hasta hubo una sesión «secreta» del parlamento israelí para que los diputados conociesen y, por supuesto, aprobasen con su silencio el «experimento bélico» !).

Muchos palestinos salieron a las calles. Los niños escapaban de la escuela para refugiarse con sus familiares o tirar piedras contra los asesinos de su pueblo. Nadie quería ser cazado como una vulgar rata en un agujero …

… Y fue entonces, cuando se dieron cuenta de la trampa. Los expertos «fusileros», comenzaron a disparar contra la gente. A sangre fría. Apuntaban a uno, elegido al azar de entre la multitud, y apretaban el gatillo. Así mataron a once adultos y cuatro niños e hirieron a no se sabe cuantos. A las diez de la mañana, la «operación» se dio por cancelada.

La pantomima que se va a celebrar hoy, 8 de marzo, en Bagdad, consiste en la solemne firma de una «Constitución» (provisional), según la cual, serán los clérigos de distintas sectas religiosas -chiitas y sunitas- y los señorones feudales de grupos étnico quienes puedan repartirse el poder que reste para los testaferros locales del Imperio. Esto es, el poder que el amo triunfante, EE UU, tenga a bien cederles, que no será otro que el imprescindible para facilitar dócilmente el saqueo del petróleo iraquí por las multinacionales norteamericanas y servir a los intereses geoestratégicos de la Administración imperial.

Es muy posible que EE UU -una vez garantizada la pleitesía a sus intereses de los nuevos jerarcas- utilice esta Constitución como excusa formal para la salida del contingente mayor de tropas invasoras y el fin de la ruinosa colonización física de Iraq por EE UU. Todo ello, antes de las elecciones en EE UU, pues de otro modo disminuirían las posibilidades electorales del mentecato sangriento señor Bush. Según esa mezquina estrategia, tocará a los grandes medios de comunicación encargarse de extender la mentira a todo el orbe y vender el acto como si fuese la salida del túnel iraquí, de la restauración de la Ley, la Democracia y la Independencia de Iraq. Sin embargo, la Resistencia iraquí puede dar violentamente al traste con semejante patraña y esta será, con casi absoluta seguridad, la historia que iremos sufriendo en los próximos meses.


Par : La Campana, semanario anarquista