L@s trabajador@s de la empresa química REMOSA están convocados a una huelga de 24 horas, contra el despido de una trabajadora que formo parte de la candidatura de CGT en las elecciones sindicales celebradas el pasado mes de octubre, y por la tarde se realizará una manifestación por la localidad de Suria contra la represión sindical y la persecución a la que se ven sometid@s l@s afiliad@s de CGT, en la comarca del Bages y en especial en las pequeñas y medianas empresas donde la petición de cualquier cumplimiento de la legislación se convierte en despidos fulminantes.

L@s trabajador@s de la empresa química REMOSA están convocados a una huelga de 24 horas, contra el despido de una trabajadora que formo parte de la candidatura de CGT en las elecciones sindicales celebradas el pasado mes de octubre, y por la tarde se realizará una manifestación por la localidad de Suria contra la represión sindical y la persecución a la que se ven sometid@s l@s afiliad@s de CGT, en la comarca del Bages y en especial en las pequeñas y medianas empresas donde la petición de cualquier cumplimiento de la legislación se convierte en despidos fulminantes.

La empresa reconoce la improcedencia del despido, ya que deposito en el Juzgado de lo Social de Manresa, las cantidades que le corresponderían como indemnización, correspondientes a 45 días por año y posteriormente a este sindicato se le ha hecho otra oferta económica superior.

La CGT no vamos a permitir que se despida trabajador@s por que exijan que se cumpla la normativa en Prevención de Riesgos Laborales, y en especial en sectores como el químico donde se trabaja con productos que si no se tiene las debidas medidas de protección acaban en enfermedades muy graves e irreversibles.

El cumplimiento de la Legislación y de la Ley de Prevención es obligatorio para todos los empresarios, aunque algunos como la Familia Reguant, personaje caciquil de la población de Suria consideren que ellos están por encima del bien y del mal, que en su empresa mandan ellos y que nada ajeno a sus decisiones, ni convenios ni leyes, deben de entorpecer sus decisiones.

El terror a que se somete a plantillas pequeñas, el antisindicalismo y la constante presión sobre cualquiera que exija sus derechos, hacen radicalizar las posturas empresariales, siendo su máximo exponente el despido, situación que CGT no vamos a aceptar, poniendo todos los medios a nuestro alcance para que estas situaciones de injusticia no sigan produciéndose.

La CGT hemos hecho una propuesta de servicios mínimos de una persona por turno, ya que lo que se produce no es imprescindible para la vida humana, ni produce ningún quebranto a la maquinaria.

José Ángel Ciercoles
Gabriel Serra
Carlos Navarro

25 de Mayo de 2004