Comunicado de la Secretaria d´Acció Social y Secretaria d´Acció Sindical del Comité Confederal de CGT Catalunya

“Tenemos que favorecer la entente y la concertación. No sólo hay trabajadores en el conflicto, sino que también hay colectivos que buscan una cierta crispación y que dificultan una solución”. Felip Puig, consejero de Ocupación y Empresa (29/5/2015).

“Tenemos que favorecer la entente y la concertación. No sólo hay trabajadores en el conflicto, sino que también hay colectivos que buscan una cierta crispación y que dificultan una solución”. Felip Puig, consejero de Ocupación y Empresa (29/5/2015).

La huelga de Movistar ha tenido muchos puntos que la hacen interesante. Podríamos pararnos en la unidad de acción entre miles de falsos autónomos y trabajadoras y trabajadores de subcontratas, la sorpresiva forma de organización inicial (basada en, literalmente, miles de personas aisladas pero interactuando en grupos de Whatsapp para hacer fluïr información al momento) o en cómo los sindicatos del régimen fueron desbordados por las plantillas.

Podríamos hablar también de las quejas de la compañía por supuestos sabotajes o los centenares de miles de averías que se han ido acumulando, causando muchos problemas a clientes o empresas.

Aquí preferimos, no obstante, poner el foco en el concepto de ’huelga total’ como antítesis de las huelgas exclusivamente laborales y cerradas en sí mismas; huelgas contenidas dentro de los muros de las empresas y donde el caso paradigmático de las cuales fueron los 8 meses de Panrico. Huelgas con determinación, pero con el freno de mano puesto.

Todo el mundo ha podido comprobar que hemos estado ante una huelga activa, con las plantillas en la calle y con mayor presencia a medida que pasan los días. El apoyo social se ha ido extendiendo progresivamente, añadiendo presión de forma coordinada con las huelguistas hasta hacerse continúa los últimos diez días de mayo. Se ha dado la paradoja de que justo cuando el seguimiento era más bajo, más presionada estaba la multinacional.

Los otros territorios del Estado han mirado lo que pasaba en Catalunya primero con una cierta envidia sana, después como la punta de lanza donde se jugaban sus posibilidades.

¿Por qué la huelga en Catalunya ha sido más fuerte?

Dejaremos a parte los factores de cohesión y gestión interna de la huelga. Sí se podría resaltar el inteligente uso de las fuerzas existentes para hacer frente al lógico desgaste: se abandonaban objetivos dispersos y se concentraban los piquetes, tareas y recursos existentes en puntos concretos para golpear con fuerza.

Pero aquello que hizo diferente esta huelga en Catalunya fue la socialización del conflicto. Echemos una mirada atrás y pensemos en alguna de las huelgas que podemos retener a la memoria, probablemente todas tenían una característica común: la extensión de la participación y movilización a sectores populares.

Cumpliendo los acuerdos congresuales, desde la CGT iniciamos contactos con algunos movimientos sociales el primer día de huelga estatal, junto con huelguistas, y unos días después en el local del sindicato donde una considerable presencia de organizaciones asumieron la relevancia de esta huelga y la necesidad de sumar esfuerzos.

Los actos solidarios para recoger fondos para la caja de resistencia se multiplicaron, llegando en algunos momentos a ser decenas cada semana. El dinero nunca es suficiente, pero permitió mantener en lucha al máximo posible de casos sin recursos. Se activó una línea de crédito de 120.000 € desde Coop57 para avanzar lo que se recaudaría con posterioridad.

Las charlas explicando el conflicto cumplían también el objetivo de hacer conocedora a la sociedad, sensibilizando y preparando el terreno para unirse después a la reivindicación. Movistar ha hecho una potente campaña de invisibilización de la huelga mediante el férreo control de los ’medios libres’ en poder de capitalistas. Este frente se ha combatido con actas locales y acciones coordinadas en redes sociales.

Se hace una primera manifestación en Barcelona el pasado 20 de abril. Desde entonces podríamos decir que casi todo acto en la calle tenía un apartado o mención a la lucha de Movistar. Se han realizado actos coordinados de ocupaciones y concentraciones en tiendas de Movistar de forma cada vez más frecuente a un gran número de lugares. Las últimas dos semanas, la compañía sabía que en cualquier ciudad podría haber una acción en cualquier momento. El hostigamiento llegaba por todos los puntos posibles.

Las ocupaciones del Mobile World Centre

Los movimientos sociales participaron de la lucha laboral y los huelguistas aprendieron métodos de los movimientos sociales. La primera ocupación de la tienda de Movistar en la Plaça Catalunya de Barcelona, el MWC, se hizo de forma coordinada entre solidarios y huelguistas, logrando un hito en el camino, pues por primera vez la multinacional mostró signos de debilidad. Se negoció la salida si se creaba una mesa de negociación con Telefónica y así se hizo. Desgraciadamente, se trataba de una trampa pues una vez fuera la empresa volvió a la postura inflexible. Este engaño enervó los ánimos e hizo incrementar la solidaridad ante la injusticia cometida.

La aproximación de partidos políticos a este conflicto desde medios de mayo se puede interpretar como un síntoma de la relevancia social que estaba generando.

Siguiendo el lema “Un desalojo, otra okupación”, huelguistas y solidarios hicieron aquello que parecía casi imposible: superar las medidas de seguridad incrementadas del MWC y entrar por segunda vez para apretar allá dónde a Movistar le hizo daño dos semanas atrás. Y se consiguió el sábado 23 de mayo, día de reflexión de las elecciones municipales.

La semana que siguió a continuación significó el estallido de la solidaridad en la ciudad y resto de Catalunya, parecía que se hubiera creado un 15-M laboral: Actividades cada día, movimiento continuo de personas solidarias, logística asumida por organizaciones de apoyo a la huelga y, ahora sí, imposible de tapar por la multinacional a los medios de comunicación de masas, nuevas acciones a tiendas del territorio. Las pérdidas diarias sólo en la tienda principal sumaban 75.000 € diarios además del incalculable daño a su imagen de marca. El viernes se hace una nueva manifestación solidaria mientras centenares de personas esperaban en la tienda para dificultar un posible desalojo.

La salida de la tienda ocupada, y ciertos hechos de los días posteriores, hicieron saltar la alerta ante una posible institucionalización de la huelga, lo que hubiera significado su muerte y el fin de las aspiraciones de los y las huelguistas. Desde la CGT de Catalunya rechazamos cualquier intento de uso partidista o desactivador, recordando el papel mitigador que siempre ha tenido la socialdemocràcia en las luchas laborales.

Sin querer entrar en la forma de resolución del conflicto, hay que tomar nota de muchos aspectos de esta huelga: ¿Es imposible unir colectivos precarios atomizados y combatir poderosas máquinas de machacar derechos laborales? ¿CCOO y UGT siempre tienen la llave de los conflictos allá donde son mayoritarios?

Estas preguntas se respondieron y se funcionó a nivel estatal relativamente bien. Ahora bien, hay que hacer hincapié en aquello que hizo más potente la lucha en Catalunya respecto a otros territorios: socializar la solidaridad en conflictos laborales de forma activa.

La huelga se encuentra en un punto donde la multinacional, presionada por la fuerte lucha laboral y social, finalmente negocia con el comité de huelga. No es casual que uno de los principales puntos de debate en la mesa ha sido cómo evitar que el papel de CCOO y UGT no quedara desacreditado, todavía más, con una mejora fruto de la lucha. Ya no engañan a nadie, no importa cómo lo intenten.

La dignidad de los y las trabajadoras de Movistar sumada al compromiso del tejido social catalán es la clave que nos permitirá tomar la iniciativa en próximos conflictos. Y ganarlos.

Barcelona, a 4 de junio de 2015

Secretaria d´Acció Social i Secretaria d´Acció Sindical del Comité Confederal de CGT Catalunya

http://www.cgtcatalunya.cat/spip.php?article11231#.VXlv_EakFVd


Fuente: Secretaria d´Acció Social i Secretaria d´Acció Sindical del Comité Confederal de CGT Catalunya