Marta Sánchez Esparza. Málaga. El Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga ha citado a declarar el próximo jueves en calidad de imputado al director en Málaga de la empresa de transporte de viajeros por carretera Trapsa, Alvaro de R.Z., a raíz de la denuncia de un ex trabajador de la compañía presentada tras sufrir una agresión presuntamente después de que pusiera en conocimiento de la Junta las abusivas condiciones de trabajo de los conductores, el exceso en las horas de conducción y el fraude en el uso de los discos de tacógrafo.

Junto al director de Trapsa, empresa encargada desde hace años de todos los trayectos de los viajeros el Inserso, ha sido citado a declarar -un día des púes- como testigo uno de los empleados de la compañía que se encontraba en el interior del bar en el que tuvieron lugar los hechos denunciados, según la providencia del magistrado José María Páez, a la que ha tenido acceso este periódico.

Con mas de cuarenta años de experiencia como chófer de autobuses, y 58 años a sus espaldas, el conductor supuestamente agredido, Francisco Gutiérrez, ha decidido llevar a los tribunales a una de las principales empresas del sector del transporte de viajeros por carretera. Así, el pasado miércoles, acudió al juzgado para ratificar su denuncia contra los responsables de la compañía.

Marta Sánchez Esparza. Málaga. El Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga ha citado a declarar el próximo jueves en calidad de imputado al director en Málaga de la empresa de transporte de viajeros por carretera Trapsa, Alvaro de R.Z., a raíz de la denuncia de un ex trabajador de la compañía presentada tras sufrir una agresión presuntamente después de que pusiera en conocimiento de la Junta las abusivas condiciones de trabajo de los conductores, el exceso en las horas de conducción y el fraude en el uso de los discos de tacógrafo.

Junto al director de Trapsa, empresa encargada desde hace años de todos los trayectos de los viajeros el Inserso, ha sido citado a declarar -un día des púes- como testigo uno de los empleados de la compañía que se encontraba en el interior del bar en el que tuvieron lugar los hechos denunciados, según la providencia del magistrado José María Páez, a la que ha tenido acceso este periódico.

Con mas de cuarenta años de experiencia como chófer de autobuses, y 58 años a sus espaldas, el conductor supuestamente agredido, Francisco Gutiérrez, ha decidido llevar a los tribunales a una de las principales empresas del sector del transporte de viajeros por carretera. Así, el pasado miércoles, acudió al juzgado para ratificar su denuncia contra los responsables de la compañía.

Gutiérrez, de baja por acoso laboral desde le mes de abril, dejó de trabajar para la compañía en junio, si bien decidió acudir a su sindicato, la CGT, para denunciar las condiciones de trabajo de los profesionales de la conducción andaluces.

De este modo, en septiembre, la central sindical entregó a los responsables de la Consejería de obras Públicas un dossier con información detallada sobre la compañía, los horarios y turnos de los trabajadores y los excesos e irregularidades detectados.

Irregularidades y excesos

El documento incluía discos de tacógrafo que registraban hasta dieciocho horas de conducción ininterrumpida, así como informes que acreditaban que los conductores llegaban a trabajar hasta siete semanas seguidas sin descansar, poniendo en grave peligro la seguridad de los viajeros, según confirmó a este diario el secretario de Transportes de la CGT de Málaga, Miguel Montenegro.
Apenas cuatro días después de que se entregara el informe, el 13 de septiembre, la esposa de Gutiérrez denunció en la Comisaría de Policía del Distrito Oeste de la capital malagueña que su marido había sido agredido por varias personas en el interior del bar El Molino, situado junto a las cocheras de Trapsa, en el polígono del Guadalhorce, y que entre los presuntos agresores se encontraba el actual responsable de la compañía en Málaga.

Según consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso ELMUNDO, dicho conductor entró en el local para “coger un bolígrafo y tomar unas notas”,momento en el que fue agredido por los ya citados.

No obstante, según personas cercanas al director de Trapsa, el trabajador había generado un clima de malestar y tensiones debido a varias discusiones con algunos compañeros, y el día de los hechos coincidió en el interior del bar con el responsable de la empresa.

Un cruce de miradas desafiantes provocó que le director se dirigiera al trabajador irritado, vociferando y con los brazos en alto, momento en el que, según la versión de la empresa, Francisco Gutiérrez se dejó caer en el suelo simulando haber sido golpeado.

Sin embargo, como consecuencia de la agresión, el trabajador sufrió contusiones en el costado y la mandíbula, así como traumatismos de diversa índole, de los que tuvo que ser atendido en el hospital Carlos Haya, donde además estuvo ingresado, según consta en varios partes médicos.

Amenazas tras la denunciados

Además, Gutiérrez se ha ratificado ante el juez el contenido de otras dos denuncias interpuestas posteriormente por su mujer en las que ésta afirma haber sido seguida por la calle y haber recibido mensajes SMS y llamadas amenazantes, en los que se le instaba a ella y a su marido a, entre otras cosas, a “tener preparadas las maletas” y a no poner “más denuncias en la Junta de andalucía, que os vais a arrepentir”.

“No sé qué clase de mafia se ha apoderado del negocio de los transportes, pero estoy dispuesto a llegar donde sea preciso. Todo me da lo mismo”, asegura Gutiérrez, sin trabajo desde octubre, debido a las numerosas bajas que se ha visto obligado a pedir en su nueva empresa por las secuelas físicas y psíquicas que arrastra tras lo ocurrido.
EL MUNDO, Domingo 21 de Noviembre 2004 – Andalucía

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