(Esplugues de Llobregat, Barcelona 18-04-1925 / Béziers, Francia 19-4-2019)

Una triste noticia nos ha llegado a través de Carmen Salvador comunicándonos que el compañero Armand había fallecido la semana pasada a los 94 años de edad.

Nos ha dejado una persona buena, un compañero del ideal libertario. Lo conocimos en septiembre de 1993 cuando la Fundación Salvador Seguí organizó en la Colonia Española de Béziers, el “Coloquio sobre el exilio libertario en Francia”. Le hicimos una entrevista junto a su compañera Dalia Sanz, que además era una ferviente esperantista.

Una triste noticia nos ha llegado a través de Carmen Salvador comunicándonos que el compañero Armand había fallecido la semana pasada a los 94 años de edad.

Nos ha dejado una persona buena, un compañero del ideal libertario. Lo conocimos en septiembre de 1993 cuando la Fundación Salvador Seguí organizó en la Colonia Española de Béziers, el “Coloquio sobre el exilio libertario en Francia”. Le hicimos una entrevista junto a su compañera Dalia Sanz, que además era una ferviente esperantista.

Nos hablaron de su exilio en Francia y en Brasil, donde conocieron a Puig Elías… Nos presentaron a su hermano Pepito y a su compañera Céline, compañeros y coleccionistas de prensa sobre la Guerra de España y el exilio.

Años después, en diversas ocasiones, nos brindaron su hospitalidad y nos abrieron su magnífica y cuidada Biblioteca. Eran muy buenos lectores y a Armand, que era un humanista, le gustaba hacer una ficha sobre cada libro que leía, con un resumen y sus impresiones. Socios activos de la Colonia de Béziers, Armand como buen aficionado al cine, colaboraba en el Cineclub. Eran buenos amigos de Sara Berenguer y de Jesús Guillén. También de Emili Valls y de Marcela y de tantos compañeros que nos han dejado ya.

La última vez que pudimos disfrutar de su compañía fue en 2007, aún recuerdo su entusiasmo hablando de libros y de cine.

Recordemos a este compañero afable y austero, su compromiso vital con la memoria histórica de su tierra y de la humanidad, y la pasión con que se dedicaba a ello.

Que la tierra le sea leve y así sea también el peso de su ausencia en nuestros corazones.

Un abrazo fraterno a su compañera Dalia y a su hija Ingrid.

Rafa Maestre

Fundación Salvador Seguí


Fuente: Rafa Maestre - Fundación Salvador Seguí