Manuel Arroyo Zarzo será enterrado hoy 11 de marzo a las 11h30, en el Tanatorio Municipal de Valencia, Sala 14.

Hace unas horas acaban de darnos la triste noticia, el compañero Arroyo nos ha dejado. Nos ha cogido por sorpresa, pues a pesar de su avanzada edad, 96 años, se conservaba bien porque mantenía hábitos

naturistas y era vegetariano. Siempre quedará en nuestra memoria su ejemplo de vida.

Hace unas horas acaban de darnos la triste noticia, el compañero Arroyo nos ha dejado. Nos ha cogido por sorpresa, pues a pesar de su avanzada edad, 96 años, se conservaba bien porque mantenía hábitos

naturistas y era vegetariano. Siempre quedará en nuestra memoria su ejemplo de vida.

Nació en el trinquete de Marxalenes, del que se ocupaba su familia, aunque pronto se trasladaron a Burjassot, donde pasaría la mayor parte de su vida. A los 14 años comienza a trabajar, primero de electricista y después de albañil, que sería su profesión. A los 15 años se afilia a la CNT y más tarde sería nombrado secretario de las Juventudes Libertarias de Burjassot. La revolución de julio de 1936

la vivió con ilusión y cuando fue militarizado acabó como chófer en el Estado Mayor del Ejército republicano de Levante. Al finalizar la guerra sufre las calamidades de los vencidos, el Puerto de Alicante, el Campo de los almendros, el Campo de Albatera y la prisión Modelo de Valencia, siendo encarcelado junto a su padre que finalmente fue fusilado.

Durante la larga noche del franquismo mantuvo la dignidad y practicó la solidaridad con las víctimas de la opresión. De formación autodidacta no dejó de leer, de escribir y de instruirse. Desde la Transición no paró de exigir a los diversos responsables del Ayuntamiento de Burjassot que cumplieran con la legalidad.

Aunque de natural discreto, no les gustaba figurar, cuando era requerido intervenía en charlas y mesas redondas sobre memoria histórica donde su opinión era escuchada con respeto. Participó en las Jornadas Libertarias de la CGT-PV, de 2006, dedicadas a conmemorar la Revolución Libertaria de 1936 recibiendo un homenaje junto a sus compañeros de la Confederación. También era socio honorífico de la Fundación Salvador Seguí.

Que la tierra le sea leve y un abrazo fraterno a su hija Mercedes.

Fundación Salvador Seguí-Valencia


Fuente: Fundación Salvador Seguí-Valencia