El pasado 21 de febrero leímos con gran perplejidad la carta hecha pública en La Jornada por el Gobierno de Chiapas a través de Antonio Gamboa, coordinador de asesores de dicho gobierno. En la carta presenta una supuesta imparcialidad ante las exigencias contenidas en la misiva elaborada por abogados litigantes y académicos en la que se denuncian las agresiones que están soportando las bases de apoyo zapatistas.

El pasado 21 de febrero leímos con gran perplejidad la carta hecha pública en La Jornada por el Gobierno de Chiapas a través de Antonio Gamboa, coordinador de asesores de dicho gobierno. En la carta presenta una supuesta imparcialidad ante las exigencias contenidas en la misiva elaborada por abogados litigantes y académicos en la que se denuncian las agresiones que están soportando las bases de apoyo zapatistas.

El cinismo sobrepasa lo inadmisible cuando asegura que lo que se pretende es “devolver la selva a sus dueños originales : la flora y la fauna”. Tal aseveración muestra, una vez más, el desprecio que el gobierno de Chiapas siente hacía los pueblos originarios, que son los guardianes ancestrales y naturales de la tierra, el territorio, la flora y fauna, que hoy, como siempre, se disputan las devastadoras corporaciones multinacionales en nombre del ecoturismo y del desarrollo económico capitalista.

La flora y la fauna no es capaz, por si misma, de sobrevivir a la depredación capitalista. Son los pueblos indígenas los que aportan un uso justo de los bienes naturales basado en el respeto y el equilibrio, ya que ven la tierra como fuente de vida y tanto las multinacionales como el gobierno de Chiapas la ven como fuente de ingresos. No solo hay que respetar la flora y la fauna, también es necesario respetar a las personas que habitan esas tierras y el uso que dichas personas quieran hacer de su hábitat.

En la carta se pone de manifiesto una imparcialidad falsa, ya que al realizar el saldo de las personas heridas en la refriega se trata de igual forma a los agresores y a los agredidos, obviando las reiteradas denuncias que las Juntas de Buen Gobierno han hecho sobre las numerosas agresiones que integrantes priístas de Agua Azul-OPDDIC han realizado en el poblado de Bolón Ajaw. Se dice textualmente que “Mencionar estos saldos de ninguna manera es culpar a nadie”, pero.la pasividad del gobierno de Chiapas ante las denuncias de las JBG lo sitúa como principal responsable de lo sucedido.

Sr Sabines Guerrero, la política de su gobierno intenta arrancar de raíz a las comunidades indígenas de su medio y modo de vida material, comunitario y espiritual, valiéndose de argucias ilegales e ilegítimas como la propuesta de “Ley de Derechos indígenas para el estado de Chiapas” o Ley Sabines, por la cual se pretende dotar de un marco legal a la avaricia destructora de la autonomía indígena. El principal cometido de su gobierno no es otro que destruir a la organización autónoma zapatista y al EZLN, el principal foco de resistencia a sus planes mercantilistas.

Desde la CGT le reiteramos de nuevo nuestra más enérgica repulsa a su política de doble lenguaje y le exigimos a usted y a su gobierno el respeto de los derechos de los pueblos originarios reflejados en convenios internacionales como el 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y los Acuerdos de San Andrés.

Atentamente :

José Pascual Rubio Cano

Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT

Madrid, 24 de febrero de 2010


Fuente: Sec. RR.II. CGT