En Irak, las mujeres son víctimas de los grupos insurgentes, de las tropas extranjeras y de la violencia familiar. Según la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), tras la caída del régimen de Sadam Husein en abril de 2003 las mujeres y las niñas "viven con miedo a la violencia", y muchas de ellas se han visto obligadas a "apartarse de la vida pública" debido a la persecución y los abusos de los que son objetos.
"Un futuro mejor". Eso es lo que reclama para las mujeres AI en su informe presentado ayer en Madrid titulado Irak. Decenios de sufrimiento. Es hora de que las mujeres reciban un trato mejor. La mujer en Irak ha sufrido por la guerra contra Irán, la guerra del Golfo, el levantamiento kurdo y posteriormente el efecto de las sanciones internacionales. Durante estos años, fueron maltratadas por sus maridos, deportadas, utilizadas como escudos humanos y objeto de tráfico sexual. En opinión de Esteban Beltrán, director de la sección española de AI, la mujer iraquí "ha sufrido de manera desproporcionada".

En Irak, las mujeres son víctimas de los grupos insurgentes, de las tropas extranjeras y de la violencia familiar. Según la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), tras la caída del régimen de Sadam Husein en abril de 2003 las mujeres y las niñas «viven con miedo a la violencia», y muchas de ellas se han visto obligadas a «apartarse de la vida pública» debido a la persecución y los abusos de los que son objetos.

«Un futuro mejor». Eso es lo que reclama para las mujeres AI en su informe presentado ayer en Madrid titulado Irak. Decenios de sufrimiento. Es hora de que las mujeres reciban un trato mejor. La mujer en Irak ha sufrido por la guerra contra Irán, la guerra del Golfo, el levantamiento kurdo y posteriormente el efecto de las sanciones internacionales. Durante estos años, fueron maltratadas por sus maridos, deportadas, utilizadas como escudos humanos y objeto de tráfico sexual. En opinión de Esteban Beltrán, director de la sección española de AI, la mujer iraquí «ha sufrido de manera desproporcionada».

Hoy en día, la amenaza es triple para las mujeres en aquel país árabe. «Están en el punto de mira de grupos armados», dijo Beltrán. «Son golpeadas, humilladas y confinadas por las tropas extranjeras», y padecen «violencia familiar», lo que se traduce en casos de «mutilación genital», «matrimonios forzosos» o «crímenes de honor».

Amnistía denuncia la existencia de casos de malos tratos contra mujeres durante su detención en Abu Ghraib y en otros centros de reclusión, que en algunos casos han llegado hasta la violación. Y pone un ejemplo : Huda Hafez Ahmad. Mujer de negocios de 39 años, Ahmad fue retenida bajo custodia del Ejército estadounidense cuando fue a visitar a una hermana presa, Nahla, en Adhamiya (a las afueras de Bagdad). Durante más de seis meses ninguna de las dos mujeres tuvo la asistencia de un abogado. En diciembre de 2003 se les acusó de apoyar a un grupo armado de oposición. Fue esposada, se le cubrió la cabeza con una capucha y pasó la primera noche de detención en una celda fría en la que sólo había una silla.

Detenidas en Abu Ghraib
Alega Ahmad que fue golpeada en la cara, obligada a permanecer de pie contra un muro más de 12 horas y durante tres días soportar música a volumen muy alto que le privaba del sueño. En enero de 2004 fue transferida a Abu Ghraib. Allí permaneció, sola en una celda, durante meses. Las hermanas Huda y Nahla Hafez Ahmad fueron las dos últimas mujeres que salieron de Abu Ghraib en julio del año pasado. Según fuentes de EE UU, 42 mujeres fueron recluidas en esa prisión desde mediados del año 2003. Beltrán informó también ayer de que se han producido casos de «asalto sexual» durante los registros que las tropas aliadas llevan a cabo en las casas iraquíes en busca de insurgentes.

«Es hora de empezar a cambiar el signo de los tiempos», manifestó Beltrán, quien reclamó del futuro Gobierno iraquí la garantía de que la nueva Constitución y las leyes iraquíes prohíban todas las formas de discriminación contra la mujer y que adopte medidas para proteger a la mujer contra la violencia.

Nazaneen Rashid, mujer iraquí y defensora de los derechos de la mujer y el pueblo kurdo, hizo ayer una descripción nada alentadora de la situación que se encontró en su país a su regreso tras la caída de Sadam. Según Rashid, «en algunas partes de Irak la situación es peor» que antes de la invasión de EE UU.

Rashid dijo que el lema de Sadam Husein, «unidad, libertad y socialismo», se ha sustituido por el de «democracia y libertad», pero «las mujeres continúan al margen de la sociedad». Rashid subrayó que las mujeres iraquíes buscan «seguridad, paz y trabajo» ; sin embargo, la situación de la mujer ha empeorado tras la guerra : «La poca libertad que teníamos la vamos a perder». Resumiendo, para Rashid, «las mujeres en Irak son como pájaros enjaulados».

YOLANDA MONGE – Madrid

EL PAÍS