Mientras la violencia sacude las ciudades de Faluya y Najaf, representantes de cientos de grandes empresas se reunieron en el Hotel Hilton de Londres para ganar dinero en Iraq sin quemarse las manos.
Los organizadores de la conferencia de tres días ”Iraq Procurement 2004 : Meet the Buyers” (”Adquisiciones Iraq 2004 : Conozca a los compradores”), iniciada el lunes, presentaron la fórmula mágica : negocios por control remoto.

Mientras la violencia sacude las ciudades de Faluya y Najaf, representantes de cientos de grandes empresas se reunieron en el Hotel Hilton de Londres para ganar dinero en Iraq sin quemarse las manos.

Los organizadores de la conferencia de tres días ”Iraq Procurement 2004 : Meet the Buyers” (”Adquisiciones Iraq 2004 : Conozca a los compradores”), iniciada el lunes, presentaron la fórmula mágica : negocios por control remoto.

”En todos los principales sectores existen excelentes oportunidades para hacer negocios en Iraq sin necesidad de visitar el país”, prometían los convocantes de la reunión en su invitación.

La conferencia fue organizada por la firma británica de relaciones públicas Windrush Communications y la Cámara de Comercio Arabe-Británica, con el patrocinio de la Corporación Petrolera de Kuwait.

La violencia en Iraq no parece haber desalentado a los inversores. La participación en la reunión se había limitado a 300 compañías, y las reservas estaban agotadas desde hacía un mes.

No es para menos : la reconstrucción de Iraq implicará, según cálculos de los organizadores de la conferencia, negocios que ascenderán a entre 100.000 y 500.000 millones de dólares en los próximos cinco años.

Se trata de ”uno de los mayores proyectos” de negocios ”implementado en más de 50 años”, añadieron los convocantes.
Entre las empresas participantes figuró Raytheon, la fabricante estadounidense de ”bombas inteligentes”, muchas de las cuales fueron letales en Iraq. Otras fueron las petroleras Shell, ChevronTexaco, ExxonMobil, Petrofac y Oxy.

También concurrieron la farmacéutica Pfizer, la automovilística Volvo, la compañía postal DHL, la de telecomunicaciones SpeakerBus, las constructuras VP Buildings, Foster Wheeler y Hill International, la de insumos médicos Orex, y las de seguridad ICP Group y Triple Canopy.

”La conferencia fue una repartija de los bienes, los minerales y la riqueza iraquí”, dijo a IPS la portavoz de la coalición Stop the War, Ghada Razuki.

Para esta alianza de organizaciones de la sociedad civil, ”una de las razones para ir a la guerra era permitir a las grandes empresas, principalmente las estadounidenses, lucrar con la riqueza de Iraq”, agregó.

Pero ”los movimientos de resistencia le están haciendo muy difícil a cualquier compañía operar en Iraq”, sostuvo Razuki. ”Exigimos que la riqueza de Iraq sea entregada a los iraquíes, que son más que capaces para manejar sus asuntos”, concluyó.

La conferencia contó con el claro apoyo del gobierno de Tony Blair, que se ha quejado desde el comienzo de la operación militar encabezada por Estados Unidos de que las empresas británicas han sido marginadas del negocio de la reconstrucción.

La secretaria (ministra) de Comercio e Industria británica, Patricia Hewitt, informó antes de la conferencia que empresas de su país fueron designadas contratistas básicas en menos de un tercio de los contratos asignados por el gobierno estadounidense.

David Chidgey, integrante del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de los Comunes por el opositor Partido Liberal Demócrata, consideró ”inaceptable” que Gran Bretaña ”sea tratada como el pariente pobre cuando se trata de la reconstrucción de Iraq”.
La fuerte presencia británica en la reunión del Hotel Hilton londinense fue interpretada como una muestra de la intención del empresariado local de negociar subcontrataciones con las grandes firmas estadounidenses a las que fueron asignados los contratos básicos.

Pero funcionarios y organizadores mantuvieron los labios sellados sobre las negociaciones específicas desarrolladas durante los tres días de cónclave.

Las autoridades establecieron fuertes medidas de seguridad alrededor del Hotel Hilton. La cena de gala realizada en New Connaught Rooms, en el centro de Londres, fue mantenida en secreto durante semanas, y apenas un puñado de activistas pudieron protestar frente al salón.
Los voceros de Windrush Communication permanecieron incomunicados durante la conferencia. Tampoco estuvieron disponibles para la prensa los representantes de la Autoridad Provisional de la Coalición que maneja los hilos en Iraq.

La importancia de la reunión quedó en evidencia por la presencia del almirante David Nash, jefe del programa de asignación de contratos por 18.600 millones de dólares hasta la entrega del poder de la Autoridad Provisional a un nuevo gobierno iraquí, prevista para el 30 de junio.

También asistió el asesor especial de Blair sobre comercio e inversiones, Brian Wilson, quien hizo una encendida defensa de los negocios a control remoto.

”El consejo del Foreign Office (cancillería británica) para los viajes en Iraq es claro : recomienda, de ser posible, retrasar aun los más esenciales”, dijo Wilson en la conferencia.

Pero ”los difíciles problemas de seguridad no deben hacernos perder de vista el objetivo de largo plazo de ayudar a los iraquíes a reconstruir la infraestructura y su economía”, afirmó.

”Por eso es importante que ustedes empleen esta reunión para consolidar vínculos y sembrar las semillas de un compromiso de largo plazo con Iraq y con su pueblo”, agregó.

Así, Wilson dio la señal para que los empresarios establecieran contacto con los delegados iraquíes presentes o para que los designaran gerentes locales de firmas controladas desde fuera de Iraq por multinacionales occidentales.

Una gran delegación de empresarios y miembros del Consejo de Gobierno Iraquí y el gabinete interino designados por Estados Unidos participaron en la conferencia para tomar nota de las ofertas.
La mayoría de los iraquíes fueron invitados a viajar a Londres junto con sus familias, con la intención de establecer fuertes vínculos personales con los empresarios presentes en los apenas tres días de reunión.

Los objetivos explícitos de la conferencia fueron ”reunirse con proveedores de bienes y servicios, formar acuerdos y alianzas y firmar contratos”.

Entre los delegados iraquíes figuraron el gobernador del Banco Central, Sinan Ridha al-Shabibi, los ministros de Agricultura, Vivienda, Salud, Industria y Agua, el gobernador de Basora, Wael Abdulatif, y el primer ministro de Kurdistán, Barham Salih,.
Tan representativa presencia en Londres durante tres días ilustró el modo en que los empresarios occidentales pueden hacer negocios en Iraq sin viajar al país árabe : los ministros pueden hacerlo por ellos.

IPS