Se han puesto de acuerdo dos entes que ya saben mucho de externalizar y privatizar, El Ayuntamiento de Iruñea y Osasunbidea. Así, habrá Zona Azul en la zona hospitalaria. Si bien desde un punto de vista de salud pública y de mera sostenibilidad, el ir poniendo trabas al transporte motorizado e individual puede ser algo deseable, la maniobra acordada para el parking del Complejo Hospitalario nos acarrea algo más que dudas que nos llevan a oponernos a esta medida.

En primer lugar, nos preocupa seriamente la acusada tendencia que existe a que los servicios públicos sirvan de refugio y rescate al sector privado, a través de lotes de negocio que se les van cediendo poco a poco. Esta Zona Azul será explotada por Dornier, sacando provecho de la actividad peri-sanitaria, al igual que otras empresas ya lo hacen de las cafeterías hospitalarias, de las cocinas, de las limpiezas, del transporte sanitario, de la seguridad,…

En primer lugar, nos preocupa seriamente la acusada tendencia que existe a que los servicios públicos sirvan de refugio y rescate al sector privado, a través de lotes de negocio que se les van cediendo poco a poco. Esta Zona Azul será explotada por Dornier, sacando provecho de la actividad peri-sanitaria, al igual que otras empresas ya lo hacen de las cafeterías hospitalarias, de las cocinas, de las limpiezas, del transporte sanitario, de la seguridad,… Llama la atención que esta medida se toma pocos años después de haber inaugurado el parking de la plaza Protomedicato, por supuesto también explotado por una empresa privada, y de habérnoslo vendido como la solución definitiva al siempre problemático aparcamiento hospitalario. Tal vez este parking permanecía demasiado vacío, tal vez había que favorecer que se utilizase más.

En segundo lugar, nos parece del todo criticable que únicamente se tomen iniciativas facilonas y siempre en el mismo sentido por parte de estos entes, sin asumir ninguna responsabilidad y sin desarrollar ninguna propuesta complementaria a nivel político y organizativo. Nos preguntamos por qué no han acompañado esta decisión de una mejora en el transporte público para esta zona, o de la instalación de un adecuado carril bici que realmente posibilite que el uso de las dos ruedas sea una alternativa extendida, o de la instauración de un transporte colectivo para el personal de los hospitales. Es decir, algo más que hacernos pasar por caja.

Por último, queremos terminar con lo que más nos preocupa, el hecho de que quien tiene la necesidad de acudir a la zona hospitalaria, bien para cuidar su propia salud, bien para cuidar de otra persona, cada vez deba afrontar más gastos derivados de la enfermedad, estado ya nada deseable de por sí. Para estas personas, en muchas ocasiones, ni tan siquiera un transporte público mejorado les resultaría apropiado, debiendo optar necesariamente por el coche. Por eso, cuando sin contar con nadie deciden imponer la Zona Azul, echamos en falta, cuando menos, alguna propuesta encaminada a proteger a la persona usuaria de la sanidad, como, por ejemplo, la expedición de una tarjeta que exima de pagar a quien tiene una citación para una consulta de especialista, a quien está recibiendo atención en urgencias, a quien es “acompañante” de una persona ingresada,…

En fin, creemos que el hecho de que la zona azul haya llegado antes a los hospitales que al entorno del Sadar en hora de partido (lugar en que sin duda es urgente y necesario ordenar el aparcamiento), dice mucho de quienes manejan las maquinarias de decidir. Por nuestra parte, seguiremos dudando y más que dudando. Dudaremos siempre que no quede clara por parte de quienes mandan, la voluntad de priorizar la mejora de los servicios públicos y de la sanidad por encima de otros intereses particulares más lucrativos.

Iñaki Gorriz Noain, de CGT-Nafarroa y Mª Teresa Iguaz Pernaute, de Solidari-Osaunbidea


Fuente: Iñaki Gorriz Noain y Mª Teresa Iguaz Pernaute