La Asociación "Jerez Recuerda" pregunta a Pedro Pacheco, ¿que se hicieron con los restos oseos de la fosa común del cementerio de Jerez ?.
La junta directiva de la Asociación por la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica "Jerez Recuerda", de Jerez de la Frontera (Cádiz), ha difundido un comunicado en el que critica su marginación de un acto de homenaje a los fusilados republicanos de esta ciudad celebrado el 2 de septiembre de 2006.
La Asociación «Jerez Recuerda» pregunta a Pedro Pacheco, ¿que se hicieron con los restos oseos de la fosa común del cementerio de Jerez ?.

La junta directiva de la Asociación por la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica «Jerez Recuerda», de Jerez de la Frontera (Cádiz), ha difundido un comunicado en el que critica su marginación de un acto de homenaje a los fusilados republicanos de esta ciudad celebrado el 2 de septiembre de 2006.

El comunicado dice así : «De los diferentes actos de homenajes a los represaliados y asesinados por el fascismo que ha habido en la provincia de Cádiz, y en donde hemos participado en mayor o menor medida las personas que formamos la Asociación por la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica «Jerez Recuerda» -entre investigadores, socios y socias y simpatizantes- jamás nos habíamos imaginado que justo en el mismo ámbito de actuación, estudio e investigación de nuestra labor, las intenciones de excluirnos iban a ser tan descabelladas hasta el punto de prescindir absolutamente de la única asociación comprometida con esta causa que lleva más tiempo investigando los hechos históricos que sucedieron a partir del golpe de estado de julio de 1936″.

El comunicado de «Jerez Recuerda» continúa así : «Tenemos que recordar que en nuestro grupo hay quienes llevan investigando el tema desde el año 1994, más allá de la propia constitución formal de “Jerez Recuerda” acaecida en febrero de 2004. Por ello, la base de datos de personas asesinadas por el fascismo en Jerez de la Frontera que posee “Jerez Recuerda” sobrepasa el número de 400 personas ; una siniestra lista no definitiva de datos totalmente contrastados por fuentes fiables, fruto de una labor de investigación que las demás asociaciones han carecido por un motivo u otro. No vamos a profundizar en dichas fuentes por motivos elementales de espacio y, especialmente, porque todo ello está recogido en nuestro trabajo a punto de ser editado en la Revista de Historia de Jerez del Centro de Estudios Históricos Jerezanos, titulado “Las Cifras de la Represión en Jerez de la Frontera tras el Golpe de Estado Militar de 1936 : Una Aproximación”. Este trabajo, que lleva esperando su aparición oficial desde junio de 2005, fue el resultado de la participación de Jerez Recuerda en las XI Jornadas de Historia de Jerez en noviembre de 2004, y de una iniciativa, que acabó en compromiso, de los responsables de dicha institución de estudios históricos, al proponernos éstos la idea de presentar por escrito nuestra intervención que sería incluida en el número 11 de la Revista de Historia de Jerez durante las jornadas siguientes que se celebrarían en marzo de 2006.

Las XII Jornadas de Historia de Jerez se llegaron a realizar y el número 11 de la mencionada “revista” se presentó sin novedad. Pero en aquella ocasión no pudo ver la luz el resultado de nuestra labor, en donde incluíamos una lista con los nombres de 381 personas asesinadas, debido a motivos económicos y a una “falta de presupuesto” que impedía su aparición, pero no la renovación del compromiso por parte del Centro de Estudios Históricos Jerezanos de incluir dicho trabajo en el próximo número de la Revista de Historia de Jerez. Desde entonces estamos a la espera de una obra inédita en nuestra ciudad que con el paso del tiempo se está quedando un poco obsoleta desde el punto de vista de una relación de nombres que va creciendo con el paso del tiempo conforme avanza nuestras investigaciones.

A pesar de ello, tanto la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía de Cádiz como el colectivo Memoria Histórica Jerezana han sido escogidos, la primera respaldada por el P.S.O.E. y el segundo auspiciado por el P.S.A., para ser los únicos representantes oficiales de la recuperación de la memoria histórica en Jerez de la Frontera. En consecuencia, ambos grupos han sido recibidos en audiencia por la alcaldesa de esta ciudad, Pilar Sánchez, y en ambos casos ha habido sendas declaraciones de buenas intenciones y de futuras colaboraciones en relación con la memoria histórica.

Este asunto se agrava aún más cuando, amparándonos en el derecho que nos da el hecho de tener como asociación la única investigación histórica objetiva sobre los asesinatos fascistas cometidos a partir de julio del 36 en nuestra ciudad, hemos solicitado en varias ocasiones (la última fue en mayo de 2005) audiencia con la máxima autoridad municipal quien siempre ha optado por dar la callada por respuesta a nuestras demandas, a nuestras alternativas culturales y de recuperación de la memoria histórica y, muy posiblemente, a nuestras investigaciones. Especialmente porque éstas no concluyen con el tópico de relacionar las muertes que hemos estudiado con un mar de calamidades externas y desgraciadas, ajenas a los elementos internos de Jerez, culpando de esta manera a una “guerra” que jamás se libró en esta ciudad, con unos “bandos” y unos “combatientes” inexistentes, sino más bien que dichos asesinatos fueron productos de un plan de exterminio sobre la población civil desarmada, siendo la inmensa mayoría de las víctimas pertenecientes a la clase obrera.

Visto desde esta óptica podemos entender el resultado esperpéntico que tuvo el exclusivo “homenaje a las víctimas” que lideró la alcaldesa de esta ciudad el pasado sábado 2 de septiembre fuera del conjunto monumental del Alcázar y, también, el hecho contradictorio que supuso dicho acto de “repulsa” a la barbarie de los golpistas del 36, con un pequeño monolito muy mal ubicado, frágil y desprotegido ante futuros actos de vandalismo.

Creemos que, si realmente hubiera habido intenciones sinceras de realizar un acto de dignificación a las víctimas del fascismo, tanto por parte de la alcaldesa como por la del primer teniente de alcalde, Pedro Pacheco, podrían haber contado al menos con los familiares de las víctimas y con las organizaciones sociales y obreras de la ciudad y no haber realizado la invitación de forma unilateral por los medios de comunicación. Del mismo modo, podrían haber hecho un mínimo esfuerzo (o comprometerse a ello sinceramente con hechos) para eliminar de las calles y los colegios nombres y símbolos de personajes relacionados con la dictadura y el fascismo -Avenida Alcalde Álvaro Domecq ; Glorieta Alcalde Miguel Primo de Rivera y Urquijo ; Calle José Soto Molina ; Plaza General Primo de Rivera ; Centro de Educación Infantil y Primaria Miguel Primo de Rivera ; Centro de Educación Infantil y Primaria Generalísimo Franco ; Centro de Educación Infantil y Primaria José María Pemán ; rótulo con el nombre de General Moscardó en la Calle “Pintor Muñoz Cebrián” ; enorme escudo imperialista con el águila preconstitucional y la leyenda “Una, Grande, Libre”, así como símbolos falangistas de la puerta principal del Centro de Educación Infantil y Primaria Isabel La Católica, etc..- y evitar la futura erección de otros monumentos, como el de Álvaro Domecq, un alcalde nefasto del período franquista apoyado de esta manera por el actual Ayuntamiento de Jerez.

El ejemplo más patente que tenemos, aparte de los mencionados, se ubica en una plaza céntrica de Jerez de la Frontera y supone, a pesar de muchas voces contrarias que no han impedido su vuelta tras un período de obras, una clara defensa institucional de las autoridades municipales de la figura del dictador Primo de Rivera y la de los militares africanistas que tiene dicha estatua ecuestre a sus pies, entre los que podemos distinguir al general Sanjurjo, reconocido golpista en agosto del año 1932 y jefe del golpe de estado de julio de 1936.

Pensamos que éste es un dato que no escapa a la observación de nadie y mucho menos de aquellas personas que pretenden atribuirse hoy en día la defensa de la recuperación de la memoria histórica y la de los valores democráticos.

De la misma manera no entendemos cómo el anterior alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, puede presentarse a un acto en defensa de la dignificación de las víctimas del golpe de estado del 36, por muy chapucero que éste acto fuera, si todavía no ha dado respuesta a la desaparición de los restos humanos de la fosa común que existía en el antiguo Cementerio de Jerez, durante sus primeras etapas como gobernante local a partir de la época de la Transición. No estaría de más, especialmente por los familiares de las víctimas, que empezara a hablar e indicar dónde fueron ocultados dichos restos humanos que fueron hecho desaparecer debido a unas obras que realizó una empresa constructora jerezana muy conocida.

Recapitulando en este gran agravio comparativo que institucionalmente se ha realizado contra Jerez Recuerda, entendemos -aunque no compartimos- la coherencia del PP al no apoyar un acto de recuperación de memoria histórica, pues su ideología derechista le impide ser crítico con los asesinatos de un régimen muy cercano a sus ideas, aunque afirmen sus militantes ser “demócratas” o defender la “democracia”. Pero seguimos sin comprender cómo grupos políticos que se autoproclaman de “izquierdas”, o simplemente “democráticos”, boicoteen en realidad todo acto, cualquier alternativa real, o toda propuesta, a favor de las libertades y de los derechos humanos que planteamos. Porque el fin último que persigue nuestra asociación, Jerez Recuerda, independientemente de la búsqueda de la verdad y la justicia históricas, no es otro que el de apostar por los derechos humanos a través de la investigación y de la recuperación de la memoria histórica para que la sociedad no vuelva a caer en el oscurantismo y la ignorancia.

Así, la materialización de esa lucha por los derechos humanos se tiene que hacer no sólo con palabras, sino también con hechos. Sólo la defensa de permanencia, por ejemplo, de una estatua con clara alusión a la guerra, a la dictadura y a la planificación de una masacre, se puede denominar de todo menos un canto a la paz y a los valores democráticos que muchos de estos defensores políticos presumen tener. Basta con que, en vez de querer oír siquiera sencillas propuestas por la eliminación de nombres de calles, de colegios, de plazas, glorietas y avenidas con simbología franquista, se opte por apoyar en su lugar la erección de algún monumento nuevo o la imposición de una nueva calle, con algún nombre relacionado con la época negra que supuso el fascismo español, para poder afirmar que se está haciendo una invitación formal a la incultura y al embrutecimiento de las generaciones futuras y que se está apostando institucionalmente por opciones ideológicas que han fomentado la creación de las fosas donde todavía hoy en día yacen miles de desaparecidos en todo el estado español».


Par : Cecilio Gordillo



Fuente: Cecilio Gordillo