Trabajo completo de Juan J. Alcalde sobre los congresos anarcosindicalistas en España, publicado en el Catálogo de la Exposición "100 años de Anarcosindicalismo", pero que por razones de espacio hubo que reducir.

Lo que sigue se refiere a los dos últimos congresos históricos de la CNT, el de Madrid de 1931 y el Extraordinario de Zaragoza de 1936.  El texto completo, facilitado por su autor, lo puedes descargar en pdf aquí, o al final de la noticia.

También puedes ir a todas las noticias del Centenario.

III
Congreso Confederal del Conservatorio, Madrid (1931)


III
Congreso Confederal del Conservatorio, Madrid (1931)

Este
Congreso tuvo lugar los días 11 al 16 de julio, tras ocho años de
represión y clandestinidad que a punto estuvieron de acabar con la
CNT. La monarquía acababa de ser derrocada e instaurada La
República. Se apreciaba un horizonte prometedor para el discurso y
la propaganda anarcosindicalista
2.
La CNT resurgió de la clandestinidad con una afiliación de entre
800.000 y 1.000.000 de adherentes.

Se
aprobó la creación de las Federaciones Nacionales de Industria
3
y la Federación de Agricultores cenetistas. Dentro de la ponencia
del Plan de Reorganización de la CNT se matizó la estructura
orgánica y sindical de la Confederación, tanto en su proyección
social-territorial como económico-laboral, ambas sincronizadas entre
sí. Su estructura siguió siendo netamente federalista, de abajo a
arriba, en su organigrama y en la toma de acuerdos, proyectándose al
exterior desde sus estructuras básicas:

Económico-laboral:
Comités de Fábrica y de Taller
4
Secciones de Oficio- Sindicatos de Industria-Federaciones Nacionales
de Industria.

Territorial-social:
Sindicatos (Únicos o de Industria)
5-Federación
Local-Comarcal-Provincial-Regional-Nacional. En esta proyección
social se decidió asignar nuevas funciones a los Comités
Distrituales o de Barriada:
“a
los efectos de prestigio y propagación en las barriadas populares de
las grandes urbes”
6.

A
nivel de funcionamiento interno también se aprobó el sistema
proporcional para la adopción de acuerdos. En este importante
Congreso se acordó, en ponencia defendida por Juan García Oliver,
poner límite a los cargos remunerados (que en la CNT eran muy
pocos). Ese límite se establecería en un año. En formación y
propaganda se acordó la creación de Ateneos Libertarios de
divulgación social
7.

Tras
este Congreso se produciría la primera escisión importante en la
Confederación, los denominados Sindicatos de Oposición, que se
volverían a integrar en el siguiente Congreso de 1936 en Zaragoza.

En
el año 1932, con el advenimiento de la II República, se comenzaron
a aplicar los acuerdos insurreccionales del Congreso valiéndose de
las tácticas de la “gimnasia revolucionaria”. En Sevilla, el 18
de agosto de 1932, el general Sanjurjo daría un golpe de estado con
la intención de volver a restaurar la monarquía. Los
anarcosindicalistas de la CNT asaltaron el Círculo mercantil, el
Nuevo Casino y el Círculo de Labradores, al mismo tiempo que
declaraban la huelga general. El golpe de Estado fracasaría gracias
a la acción de la CNT.
8
Los actos insurreccionales continuarán durante los años 1933-1934
9.

 

IV
Congreso Extraordinario de Zaragoza (1936)

Celebrado
en la primera mitad del mes de mayo en el Teatro Iris Park. Los
datos de afiliación en este Congreso rondan entre los 850.000 y el
millón de trabajadores

El
Congreso de Zaragoza consiguió terminar con la escisión confederal
de los Sindicatos de Oposición (treintistas). Con la solución de
este problema interno la Confederación saldría notablemente
fortalecida. La amnistía que trajo consigo el advenimiento de la II
República hizo que decenas de miles de presos confederales se
reintegraran a sus sindicatos. La euforia revolucionaria estaba
presente en el Congreso. Se analizarían, de una manera apasionada,
tanto los hechos revolucionarios de Asturias del 6 de octubre de 1934
como el putsch catalanista apoyado por la Alianza Obrera
10,
así como los diversos estallidos revolucionarios realizados en
diversas regiones del país (Aragón, Andalucía, Catalunya, La
Rioja) en aplicación de la táctica de “gimnasia revolucionaria”.
Ante la inminencia de la sublevación militar del 18 de julio de 1936
se decidió la actitud a seguir. Se elaboró un dictamen sobre la
reforma agraria y se definió el concepto confederal de comunismo
libertario:
“cada uno
según sus fuerzas, a cada uno según sus necesidades”.

El
26 de junio de 1936, el Sindicato de la construcción de Sevilla
consiguió la implantación de la jornada de 36 horas semanales.

El
18 de Julio de 1936 estalló la sublevación militar, un auténtico
golpe de Estado, que tras ser derrotada en numerosas zonas por el
Pueblo en armas, gracias fundamentalmente a la decidida actuación de
sus Sindicatos Obreros (CNT y UGT) desencadenará una cruenta guerra
civil de cerca de tres años de duración. Guerra y Revolución
11
se dieron la mano. La CNT, obligada por las circunstancias, formaría
parte del gobierno de la II República con varios ministros. Las
transformaciones económicas y sociales que se realizaron en este
periodo servirían posteriormente de inspiración a las experiencias
autogestionarias, antiatoritarias y colectivistas que se
desarrollaron en el mundo durante el siglo XX
12.
Tras la victoria de los sublevados se desencadenará una terrible
represión que obligará a la confederación a mantenerse en la
clandestinidad durante 38 años…

La
historia de la lucha social es una epopeya de valor y solidaridad,
pero desgraciadamente también de dolor y muerte. Ninguna de las
conquistas obreras que hoy disfrutamos ha sido concedida por la
generosidad de las clases dominantes. Cualquiera de ellas, hasta la
más nimia, tuvo que ser arrancada después de tremendos
sufrimientos y pagando un elevado precio: la sangre de cientos de
miles de oprimidos y explotados. Este trabajo, muy resumido, es un
reconocimiento a todos/as aquellos trabajadores y trabajadoras que
generosamente entregaron su tiempo, su libertad y su vida en el afán
de acabar con una sociedad basada en el privilegio y en la
explotación.
“Paz a los
hombres guerra a las instituciones”

sería el grito desesperado de esa militancia consciente que en 1870
se consagró a la tarea de construir un mundo mejor
13.
Hoy, en el siglo XXI, disfrutamos de las conquistas que con tanta
generosidad nos legaron. No permitamos que nos las arrebaten.

Juan
J. Alcalde, septiembre del 2010

Notas

1
El primero de mayo de ese año, en Barcelona, hicieron su aparición
en la historia del movimiento obrero las banderas rojinegras
triangulares.
Juan García
Oliver. , El Eco de los Pasos, pág.116.

En noviembre de 1933, con el nombre
«Marcha
triunfal
» y
subtitulo
«¡A las
barricadas
!», se
publicó la partitura de este himno en el suplemento de la revista
«Tierra y Libertad» de Barcelona. Los arreglos musicales
para coro mixto los hizo Ángel Miret y la adaptación de la letra
al español Valeriano Orobón Fernández. Junto a la letra se
señalaba que esta canción, de carácter sindicalista, la habían
traído a España unos anarcosindicalistas alemanes y se había
hecho conocida, sobre todo entre los jóvenes, ganando en
popularidad a la tradicional canción anarquista española «Hijos
del pueblo». Fuente:
http://www.alasbarricadas.org

2
Esta euforia se reflejaría en una de las ponencias en las que se
establecía, entre otras cosas:
la
CNT, ha de seguir siempre sus normas de acción directa, impulsando
al Pueblo en sentido francamente revolucionario hacia el comunismo
libertario.
La base de
este acuerdo se encuentra en la táctica de la “gimnasia
revolucionaria” desarrollada y expuesta por Juan García Oliver en
este Congreso, principal motivo de la separación de los sindicatos
de oposición representados por la corriente treintista.

3
Ponencia defendida de una manera especial por Juan Peiró

4
La base de esos Comités de taller serían las Secciones Sindicales,
estructura organizativa reivindicada en el V Congreso de la CNT en
1979

5
Se recomendó la creación del Sindicato Nacional en los sectores
Ferroviario, Marina Mercante y Comunicaciones (Correos, Telégrafos
y Teléfonos). En cuanto al Sindicato Único se considero muy
recomendable para las localidades de menos de 6000 habitantes.

6
Serían se enorme importancia, sobre todo en Madrid y Barcelona,
para enfrentarse a la sublevación fascista del 18 julio ya que los
Comités de Defensa de barriada eran una de las estructuras vitales
de los Comités de Defensa Confederales. Los Comités de Defensa
darían vida a las primeras columnas de milicianos. También, lo
serían posteriormente en la reorganización de la Confederación
durante la clandestinidad franquista. Juan J. Alcalde. Milicias
anarquistas y anarcosindicalistas en la Guerra Civil española.
Marzo 2008

7
En agosto de 1932, en Madrid, se crearía la Federación Ibérica de
Juventudes Libertarias, FIJL. En 1934, Mujeres Libres en Barcelona.
El impulso de los ateneos obreros sería de gran trascendencia para
la toma de conciencia e instrucción cultural-racional entre la
juventud trabajadora y libertaria.

8
Ha pasado a llamarse la Sanjurjada. Este General, se destacó en la
represión de los huelguistas de Sevilla en el año 1932. Llegó a
destruir la sede de la Federación Local de Sevilla de la CNT a
cañonazos.

9
En el año 1933 se produjeron levantamientos en Catalunya, La Rioja,
el Levante y Andalucía (Casas Viejas entre otras muchas
localidades). Todos los levantamientos fueron reprimidos con
especial dureza.

10
La revolución de Asturias de 1934 fue seguida por la Regional
asturiana de la CNT aliada con la UGT, pacto U.H.P. (Unión de
Hermanos Proletarios). El putsch catalanista fue apoyado por los
Sindicatos de Oposición de la Confederación. La CNT, en el año
1936, tenía cerca de 30.000 presos en las cárceles españolas, lo
que la condicionó a no hacer campaña abstencionista en las
elecciones. Gracias a ello pudo triunfar el Frente Popular.

11
Heleno Saña. La Revolución Libertaria, los anarquistas en la
Guerra Civil española; Edit. Laetoli,
sep.2010

12
La experiencia autogestionaria en la antigua Yugoslavia tras la II
guerra Mundial. Las colectividades agrícolas en Argelia e Israel.
Incluso el movimiento cooperativista y autogestionario en Argentina
a principios del siglo XXI. En Euskadi todavía pervive en la ciudad
de Mondragón una importante industria cooperativista que tiene su
origen en la experiencia autogestionaria y cooperativista de la
revolución española de 1936 netamente anarcosindicalista.

13
“La federation des douleurs”. Así definió a los insurgentes
de la Comune de París Jules Vallés en su obra L´Insurgé. El
último libro de su triología épica social.