Artículo de opinión de Arturo Gómez Fernández publicado en el blog Alkimia de El Salto

Hace unas semanas, tras consumir el último cigarrillo, una persona tiraba el paquete vacío al suelo delante de su hija frente a la puerta de entrada del colegio. Menos mal que el mal ejemplo no lo pudieron observar el resto de los alumnos que ya habían entrado a las actividades extraescolares. Pero, claro, yo si lo había visto, y no me atreví a decirle nada. Me dio la sensación de que si le decía algo, se lo iba a tomar muy mal y, además, como mucho, iba a conseguir que cambiara el hábito de tirar cosas al suelo, y el próximo paquete vacío iría a mi cara.

Fuente: El Salto