A pesar de tener una menor actividad productiva, el número de accidentes en 2014 ascendió a 482.578, un 3´2% más que en 2013

EL NÚMERO DE ACCIDENTES MORTALES FUE DE 565 (EL 1´6% DE INCREMENTO), 41 DE ELLOS EN LA C. VALENCIANA

La Ley de Mutuas Patronales, el arma de destrucción masiva de la salud de los trabajadores, ya es un hecho desde el 1 de enero de 2015

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, la CGT-PV (Confederació General del Treball del País Valencià) quiere llamar la atención sobre el elevado número de víctimas que el desarrollo de la actividad laboral representa en nuestro país, máxime cuando la actividad laboral -y por ende el número de horas trabajadas y el de personas ocupadas- no deja de disminuir desde 2008.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, la CGT-PV (Confederació General del Treball del País Valencià) quiere llamar la atención sobre el elevado número de víctimas que el desarrollo de la actividad laboral representa en nuestro país, máxime cuando la actividad laboral -y por ende el número de horas trabajadas y el de personas ocupadas- no deja de disminuir desde 2008.

Los datos de 2014 arrojan un total de 482.578 accidentes con baja, frente a los 468.030 del año 2013. Esto significa un aumento de la siniestralidad laboral del 3´2% respecto al ejercicio anterior. En cuanto al número de accidentes mortales, también se ha producido un ligero incremento del 1´4%, pasando de 558 en 2013 a 564 en 2014.

La CGT quiere compartir con toda la sociedad y especialmente con la clase trabajadora la preocupación por el dolor que supone la siniestralidad laboral para miles de obreros y sus familias, así como por las secuelas de por vida que muchos de estos accidentes dejan en sus víctimas. Al mismo tiempo, los accidentes también ocasionan grandes costos económicos por la asistencia sanitaria y las indemnizaciones.

También se han registrado el pasado año 698.024 accidentes sin baja (un 1´6% más que en 2014). Sobre el elevado número de accidentes sin baja, desde la CGT consideramos que son los servicios médicos de las empresas y las mutuas patronales los que, de forma comprobada, influyen en muchos trabajadores (especialmente en los eventuales y precarios) para que sigan trabajando (en el mismo u otro puesto) a pesar de estar en muchos casos con lesiones de consideración. De no darse esta situación de presiones a las víctimas de accidentes, el incremento de la siniestralidad real nos ofrecería unas cifras todavía más alarmantes.

Precisamente es sobre la mutuas donde CGT quiere recordar que el Gobierno del PP, enemigo número uno de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, vuelve a mostrar el más absoluto desprecio hacia uno de los derechos esenciales de la vida: la salud, en este caso la salud laboral, la cual se convierte en un artículo de lujo y por consiguiente, privativo de las clases altas y poderosas (empresarios, políticos, ejecutivos, directivos).

La Ley se constituye sobre tres principios, absolutamente opuestos al principio de garantizar siempre la salud y estos son:

Primero: Conciben a las personas trabajadoras enfermas por el hecho de trabajar, como auténticos delincuentes, los cuales son siempre presumiblemente sospechosos de cometer fraude, intentando escaquearse de su obligación de trabajar.

Por lo tanto y basado en esta concepción, la Mutuas Patronales se convierten en gestoras de todas las bajas, bien por accidentes de trabajo y/o enfermedad profesional, bien por Incapacidades Temporales por contingencias comunes. Su misión vigilar y castigar.

Segundo: El sistema público de salud, los y las profesionales de la medicina, que acceden al trabajo por concurso público donde se valora sus méritos y su capacidad, se ve cuestionado profesional y médicamente, dejando en manos del mercado privado (medicina privada) la capacidad para determinar si una persona trabajadora se encuentra enferma o no y, ahí, los criterios del mercado (rentabilidad, productividad) primarán sobre la realidad de la salud.

Todas las Empresas vienen obligadas a contratar los servicios de una Mutua, debiendo ingresar un porcentaje del salario de cada persona trabajadora a la Tesorería de la Seguridad Social. Por lo tanto si bien las aportaciones las realiza la Empresa, no olvidemos que son rentas del trabajo de los y las asalariados y asalariadas. Cuando nos “accidentan”, cuando nos causan una enfermedad profesional” los patronos, la Mutua tiene la obligación de correr con los gastos de nuestro restablecimiento y, en consecuencia, cuanto más acorten el período de recuperación, cuanto más disminuyan el tiempo de la baja, cuantos menos recursos tengan que utilizar (pruebas, consultas, terapias, etc.), cuantas menos muertes por enfermedades profesionales existan, más beneficio para la Mutua. ¿Qué tiene que ver esto con la garantía de la salud? Nada, absolutamente nada.

Tercero: La privatización de la salud laboral, se deja en manos de los gigantes de capital riesgo (fondos buitres), los cuales copan el mercado de las sociedades de prevención. Gigantes sanitarios como IDC Salud, anteriormente llamado Capio, está controlado por el fondo de capital riesgo CVC, llegando a copar más del 30% de todo el “mercado de la prevención”, con una facturación cercana a los 300 millones de euros, más de 154.000 empresas clientes y controlando y vigilando la “salud” de 4,5 millones de trabajadoras y trabajadores.

CGT se opone y se opondrá en la calle y en toda la red sanitaria a esta “ley de mutuas de destrucción masiva de la salud de los trabajadores y trabajadoras” y lucha y luchará por un SISTEMA DE SALUD PUBLICO, UNIVERSAL Y SUFICIENTE para todos y todas.

Secretariado Permanente de CGT-PV

http://www.cgtpv.org/La-CGT-davant-el-28-d-abril-Dia.html


Fuente: Secretariado Permanente de CGT-PV