La política de austeridad basada en los recortes y de forma muy especial los dirigidos a la prevención y protección de la mujer (22% desde el 2008), han provocado el aumento de forma alarmante de los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas

A tan solo 48 horas de una macro manifestación ciudadana en Madrid, en la que la CGT tomó parte activa, exigiendo al Gobierno prioridad para que tome medidas y se considere terrorismo al machismo, ya han sido asesinadas cuatro mujeres más. La tranquilidad de esos psicópatas asesinos es tal, que no tienen ningún reparo en matar como solución a su problema.

A tan solo 48 horas de una macro manifestación ciudadana en Madrid, en la que la CGT tomó parte activa, exigiendo al Gobierno prioridad para que tome medidas y se considere terrorismo al machismo, ya han sido asesinadas cuatro mujeres más. La tranquilidad de esos psicópatas asesinos es tal, que no tienen ningún reparo en matar como solución a su problema.

La situación es insoportable, ha tomado tintes de alarma social por la violación sistemática de los derechos humanos que se está produciendo en este país a las mujeres, frente a la indiferencia o pasividad de un Gobierno al que hacemos responsable por sus recortes en ayuda social, cerrando pisos de acogida y centros de atención a mujeres. También indirectamente, sus medidas neoliberales de privatizar todo lo público, ha tenido consecuencias nefastas de desprotección a la mujer, al ser precarizadas las instituciones y servicios que dependen de un programa de protección y atención. Este Gobierno, no es que haya hecho poco por proteger a la mujer frente a su maltratador, es que ha facilitado que la violencia termine en muerte.

En consecuencia, son muchas las familias destrozadas, niños inocentes asesinados, vidas de mujeres truncadas, jóvenes en su mayoría y muchas otras vidas arruinadas. Desde que se contabilizan estas muertes el machismo ha cometido 1300 asesinatos, muchos más que el terrorismo político, sin embargo, parece que existe una brecha en la consideración de unas víctimas u otras porque las del machismo, pese al escándalo de su número y el drama que conlleva, están abandonadas a su suerte.

En la Confederación General del Trabajo, como organización anarcosindicalista, llevamos muchos años trabajando por la igualdad plena de la mujer, manifestando nuestro absoluto rechazo a estas violencias que consideramos terrorismo de Estado. Nuestra implicación nos lleva a enviar periódicamente cartas a los responsables políticos exigiéndoles mayor compromiso, ofreciéndoles medidas que creemos necesarias en la erradicación total de la violencia machista, aunque recibamos el silencio por respuesta.

Desde CGT exigimos al Estado una voluntad política firme para erradicar esta barbarie y el cumplimiento íntegro de la Ley, que se doten presupuestariamente los programas pertinentes desde los distintos ámbitos y que la crisis deje de ser utilizada como pretexto para recortar derechos.

La CGT espera también que esta lacra motive a los gobernantes –a los actuales y a los futuros– para que la igualdad, el respeto y la libertad de hombres y mujeres se fomenten desde los primeros niveles de la enseñanza. Por otro lado, insistimos en que ninguna ley punitiva contra el maltrato puede acabar con la violencia machista; es necesario que la mujer tenga acceso a un trabajo y una vivienda digna, a unas ayudas sociales que no le obliguen a convivir con su maltratador por no tener otra salida.

10 de noviembre de 2015

Gabinete de Prensa / COMITÉ CONFEDERAL CGT


Fuente: Gabinete de Prensa / COMITÉ CONFEDERAL CGT