Las concentraciones tendrán lugar en Madrid, Pamplona, Alicante, Valencia, Murcia, Málaga, Palma, Valladolid y Zaragoza
Del 14 de junio al 5 de julio la Confederación General del Trabajo saldrá a la calle para poner informar a la ciudadanía la situación real de hostigamientos, agresiones y amenazas que sufren los pueblos indígenas y los colectivos sociales en este país, alejándose mucho del México de playas cristalinas, ruinas y selvas que las corporaciones turísticas nos quieren vender. México es un estupendo país, pero sus gobernantes dejan mucho que desear.
Las concentraciones tendrán lugar en Madrid, Pamplona, Alicante, Valencia, Murcia, Málaga, Palma, Valladolid y Zaragoza

Del 14 de junio al 5 de julio la Confederación General del Trabajo saldrá a la calle para poner informar a la ciudadanía la situación real de hostigamientos, agresiones y amenazas que sufren los pueblos indígenas y los colectivos sociales en este país, alejándose mucho del México de playas cristalinas, ruinas y selvas que las corporaciones turísticas nos quieren vender. México es un estupendo país, pero sus gobernantes dejan mucho que desear.

En los últimos tiempos, observamos con gran alarma que las incursiones policiales, militares y paramilitares en comunidades indígenas de Chiapas, especialmente en las zapatistas, están aumentando tanto en número como en intensidad. Ya no se trata de hostigamientos puntuales o aislados sino de una ofensiva de contrainsurgencia que se está traduciendo en agresiones físicas y verbales a las personas. En poco más de un mes, se han documentado incursiones, desalojos y patrullajes en casi 30 comunidades.

El objetivo que tiene el gobierno mexicano con esta ofensiva es desalojar progresivamente a las gentes de sus comunidades para poder explotar sus riquezas. Con mil y una excusas, que van desde las acusaciones de tener plantaciones de Marihuana (cosa totalmente prohibida en las comunidades zapatistas y que es sabido por todo el mundo), hasta la creación de “nuevas áreas naturales protegidas”, los diferentes cuerpos militares y paramilitares amenazan e intimidan a gentes que llevan viviendo ahí más de 500 años.

Atenco, localidad cercana a la capital de México también ha sido escenario de atropellos en materia de libertades y derechos humanos. Debido a la negativa de sus habitantes a vender las tierras para la construcción de un aeropuerto el gobierno mexicano lanzó una fuerte campaña represiva con negativos resultados para la población, ya que se produjeron numerosas detenciones, desapariciones, elevadas condenas de prisión, torturas e incluso muertes.

También en el Estado de Oaxaca existen vulneraciones. En 2007 se produjeron fuertes movilizaciones sociales que fueron reprimidas con gran dureza, llegando a haber infinidad de detenciones arbitrarias, desapariciones y más de una veintena de muertes.

La CCIODH (Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos), advierte con preocupación, en su 6ª visita, que la “situación de los derechos humanos en Chiapas, Atenco y Oaxaca permanece en un estado extremadamente crítico. Independientemente del ámbito al que afecten, la magnitud de las vulneraciones y la falta de respuestas concretas convierten al gobierno de Felipe Calderón en plenamente responsable de las mismas. Estos tres casos, Chiapas, Atenco y Oaxaca, ejemplifican una situación más general caracterizada por un patrón de comportamiento continuado y común a las distintas autoridades, federales, estatales y, en algunos casos, municipales”

Las detenciones arbitrarias, las acusaciones falsas, como tenencia de armas o posesión de drogas, se producen continuamente para encarcelar a miembros de diferentes movimientos sociales, siendo la cárcel la medida cautelar más contundente.

No consideramos de recibo que ante estas situaciones el gobierno del Estado Español reciba con tantos parabienes a Felipe calderón, máximo responsable de estos hechos. Durante su visita no ha recibido el más mínimo comentario sobre la falta de respeto a los derechos humanos en su país. No consideramos que la economía, los negocios de las constructoras, de las petroleras, etc…estén por encima del derecho a la vida.

Esta acción está enmarcada dentro la “quicena zapatista” mediante la cual la CGT, junto con otras organizaciones y colectivos sale a la calle para rechazar esta situación y exigir a las autoridades competentes el cese de esta situación.


Fuente: CGT. Scr. Relaciones Internacionales