Ecologistas en Acción, junto a una amplia coalición de organizaciones, solicita a la Comisión Europea que cambie su política en materia de ayuda al desarrollo, dejando de promover procesos de privatización de los servicios de agua y saneamiento en los países del Sur.

Ecologistas en Acción, junto a una amplia coalición de organizaciones,
solicita a la Comisión Europea que cambie su política en materia de
ayuda al desarrollo, dejando de promover procesos de privatización de
los servicios de agua y saneamiento en los países del Sur.

Ecologistas en Acción, junto a un gran número de organizaciones de
diferentes países, todas ellas críticas con la política de agua de la
Comisión Europea, se han unido para denunciar la política de promoción
de la privatización de los servicios de agua del ejecutivo comunitario,
y para reclamar una atención internacional urgente sobre el problema
global de la crisis del agua.

A modo de precalentamiento ante la próxima celebración del Día Mundial
del Agua, 45 organizaciones de la sociedad civil de todo el
planeta han publicado una carta en el semanario europeo European Voice denunciando esta situación.

La coalición solicita a la Comisión Europea que deje de destinar dinero
de ayuda al desarrollo para promocionar la implicación del sector
privado en los servicios de agua y saneamiento en países empobrecidos, y
que renuncie a solicitar la inclusión de los servicios de agua en las
negociaciones de comercio internacional.

Ecologistas en Acción y el resto de organizaciones solicitan una mayor
inversión pública en el sector de agua y saneamiento, dando apoyo a los
operadores públicos en los países del Sur a través de colaboraciones
entre organismos públicos, conocidas como PUPs por sus siglas en inglés
(Public-Public Partnerships), basadas en compartir la experiencia y
buenas practicas acumuladas en operadores principalmente -pero también
en comunidades y ONGs- que diariamente proporcionan dichos servicios a
millones de personas de escasos recursos.

Se acaba el tiempo para que los donantes de ayuda al desarrollo, como la
Comisión Europea, se impliquen seriamente en la crisis humanitaria y
ecológica del agua, que deja a mil millones de personas sin acceso a
este recurso. Los procesos de privatización han fracasado a la hora de
garantizar servicios accesibles de agua potable en los países de la
periferia. Es necesario que el acceso al agua se convierta en un derecho
humano, para que este derecho empiece a convertirse en una realidad
sobre el terreno.


Fuente: Ecologistas en Acción