El miércoles 18 de abril, la contrata Kluh Klinaer, vuelve a cometer una ilegalidad de la normativa convencional y de las resoluciones judiciales, dando una orden laboral que no se ajusta a la normativa, de pretender un cambio de puesto de trabajo a una compañera que lleva treinta años en ese puesto.

El miércoles 18 de abril, la contrata Kluh Klinaer, vuelve a cometer
una ilegalidad de la normativa convencional y de las resoluciones
judiciales, dando una orden laboral que no se ajusta a la normativa,
de pretender un cambio de puesto de trabajo a una compañera que lleva
treinta años en ese puesto.

La representación de l@s trabajador@s de limpieza del Hospital Ramón y
Cajal, hace un llamamiento expreso a la contrata a cumplir la
legalidad, pues en este aspecto no hay soluciones intermedias. Los
derechos laborales de la plantilla deben ser respetados de manera
escrupulosa y no se pueden imponer de manera unilateral modificaciones
de las condiciones de trabajo sin ajustarse a los requisitos
establecidos para tal medida.

La situación fue puesta en conocimiento de la Dirección del Hospital,
el día 18 de abril. Ignoramos las gestiones que haya realizado la
Dirección del Hospital ante la contrata a los efectos requeridos. Lo
que sí sabemos es la decisión adoptada por el Hospital de destinar 4
vigilantes de seguridad a la puerta de la UVI Médica en la planta
donde presta servicio la trabajadora afectada, según parece para
evitar que pasen la representación sindical de los trabajadores o la
propia trabajadora.

Quien está cometiendo ilegalidades es la contrata, no los
trabajadores. Quien está incumpliendo lo pactado en el Convenio y lo
dispuesto por las sentencias de los tribunales es la contrata, no los
trabajadores. Quien está vulnerando los derechos laborales es la
contrata, no los trabajadores. Quien está provocando conflictos en el
centro hospitalario es la contrata, no los trabajadores. Quien no está
teniendo en cuenta los derechos de los enfermos, sus familiares y el
buen funcionamiento de la sanidad pública, es la contrata, no los
trabajadores.

La Dirección del Hospital, como entidad receptora del servicio de
limpieza, ha de velar por el cumplimiento de lo contratado con la
concesionaria de limpieza así como de las normas legales y las
obligaciones que tiene la misma. Es claro que el incumplimiento de
esos compromisos y esas normas tiene incidencia negativa en la propia
prestación del servicio de limpieza. Es por ello, que demandamos de
esa Dirección que ponga fin las prácticas ilegales, abusivas y
reiteradas de la contrata Kluh Linaer.

La presencia de vigilantes de seguridad extras en la planta de la UVI
Médica donde trabaja la compañera afectada, es una medida que viene a
reforzar la actitud de la contrata. Ésta decisión de la dirección del
Hospital, al igual que sucedió en el año 2002 sólo contribuirá a
agravar el conflicto. La vulneración de derechos laborales y
sindicales por parte de la contrata, no se soluciona colocando
vigilantes de seguridad extras para coaccionar a l@s trabajador@s y
restringir el derecho fundamental de sus representantes sindicales.

La solución es sencilla. La contrata la conoce. La Dirección del
centro hospitalario y la Consejería de Sanidad del PP de la CAM
también. L@s trabajador@s de la plantilla la estamos haciendo pública.
Los enfermos, los familiares, los trabajadores del hospital, los
ciudadanos en general, la esperan.

No queremos finalizar sin volver a reiterar nuestro nítido
posicionamiento frente a los abusos de las contratas privadas y las
políticas privatizadoras que se desarrollan en la sanidad pública.
Igualmente, de la misma manera, seguiremos defendiendo nuestro derecho
como trabajador@s y usuari@s de la Sanidad Pública que, por serlo, es
de todos y nos afecta a todos.


Fuente: Sección Sindical de CGT Limpieza Hospital Ramón y Cajal.