La falta de anestesistas y de personal de enfermería ha provocado el cierre, durante los meses de verano, de cuatro quirófanosdel Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín. Cinco años después de su inauguración el centro mantiene problemas asistenciales y de cobertura, de especial en el área quirúrgica.

La falta de anestesistas y de personal de enfermería ha provocado el cierre, durante los meses de verano, de cuatro quirófanosdel Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín. Cinco años después
de su inauguración el centro mantiene problemas asistenciales y de cobertura, de especial en el área quirúrgica.

En la actualidad de los 20 quirófanos con los que el centro abrió sus puertas sólo funcionan siete, más otro a medio rendimiento que se encuentra ubicado en el Servicio de Urgencias y que se
utiliza para extracciones de órganos a consecuencia de accidentes o en situaciones de extrema gravedad de un enfermo.

Asimismo, desde el pasado mes de julio la gerencia del centro decidió el cierre de 32 camas de la unidad de cirugía situada en la tercera planta. Este cierre reduce a la mitad las plazas
de las que disponía esa unidad. Para los médicos del Negrín que ayer denunciaban esta situación, tanto «la falta de planificación, año tras año», como el mantenimiento del cierre de dos plantas
del hospital desde su inauguración es el resultado de una inversión sanitaria «instalada más en el ladrillo que en la asistencia sanitaria».

REPERCUSIÓN. La Confederación General del Trabajo (CGT),la segunda organización que cuenta con más representación entre los trabajadores del centro,señala que lo que está pasando en el Negrín es producto de
«una mala gestión que, políticamente, nadie se atreve a cuestionar
o a inspeccionar». Esa mala gestión, dicen desde CGT, está siendo consentida por los responsables de la Sanidad
canaria al permitir, por ejemplo, la clausura de 70 camas de
hospitalización y el bloqueo de 12 quirófanos por no disponer de presupuesto para pagar sustituciones, una situación que no es nueva porque se repite desde hace cinco años.

La falta de anestesistas es uno de los escollos con los que se
enfrentan éste y el resto de los hospitales de Canarias, ya que
muchos han optado por simultanear su actividad con la medicina
privada, donde las ofertas económicas son más sustanciosas y
cómodas.

La repercusión que entre los usuarios del Hospital de Gran Canaria
Doctor Negrín tiene esta falta de camas y la inactividad de los
quirófanos tiene consecuencias directas en las listas de espera
y en el servicio de urgencias. Los dos sindicatos consultados,
así como internistas del Hospital, situaban ayer en «alrededor
de diez por día» el número de enfermos que cada día esperan en
urgencias para poder ingresar. «En demasiadas ocasiones esas
esperas se prolongan hasta tres y cuatro días, tiempo en el que
los enfermos permanecen en urgencias en una cama relativamente
cómoda, donde, manteniendo esa situación, se atenta contra su
dignidad y su derecho a la intimidad».

CALDO DE CULTIVO.

El representante de IC, Juan Jesús Mendoza,
asegura que la paralización de los 12 quirófanos «engordará las
listas de espera y, de paso, será un caldo de cultivo para los
centros privados. En noviembre ya vendrán otra vez los famosos
planes de choque para justificar el desvío de enfermos a clínicas
y pagar los programas de tarde».

Médicos del centro sanitario alertan sobre el «deterioro» de
la cobertura asistencial en el Negrín, una opinión que vinculan
a una mala planificación asistencial en el mapa sanitario. «No
es lógico que cinco años después de su inauguración este hospital
no haya sido capaz de enganchar a especialistas imprescindibles,
como es el caso de los anestesistas».

«Lo sorprendente», continúan, «es que unos se han ido a la medicina
privada, pero otros han pedido traslado al Materno o al Insular,
hospitales también del sistema público. Que alguien se pregunte
qué ha pasado en el Negrín para que se marchen», comentan facultativos
de este centro.