« No a la guerra », repetían sin cesar los manifestantes, mientras que la policía se lanzó contra ellos sin lograr acallarles

  •  La policía israelí disuelve a los manifestantes del Orgullo Gay
    Los gritos por la paz y la libertad sexual de más de 600 manifestantes fueron reprimidos por la policía israelí en un parque de Jerusalén.El pasado domingo, esta celebración fue cancelada por culpa del conflicto del Líbano.
    « No a la guerra », repetían sin cesar los manifestantes, mientras que la policía se lanzó contra ellos sin lograr acallarles

  •  La policía israelí disuelve a los manifestantes del Orgullo Gay

    Los gritos por la paz y la libertad sexual de más de 600 manifestantes fueron reprimidos por la policía israelí en un parque de Jerusalén.El pasado domingo, esta celebración fue cancelada por culpa del conflicto del Líbano.

    Un, dos, tres, cuatro. ¡No a esta sangrienta guerra ! Cinco, seis, siete, ocho. Vivan los gays » eran una de las muchas frases que se escucharon ayer en la concentración de homosexuales celebrada con motivo del Orgullo Gay en un céntrico parque de la ciudad santa de Jerusalén.

    A pesar de que se esperaba un encuentro pacífico, la presencia de grupos de izquierdas y anarquistas israelíes desembocó finalmente en un enfrentamiento con la policía. « No a la guerra », repetían sin cesar los manifestantes, mientras que la policía se lanzó contra ellos sin lograr acallarles.

    El pasado domingo el desfile del Orgullo Gay fue cancelado por motivos de seguridad por la guerra de Israel en el Líbano. Ayer, unas 600 personas, entre ellas israelíes, canadienses, americanos, argentinos y de las más diversas nacionalidades, lograron finalmente defender sus derechos en plena calle de la ciudad, corazón de Israel y Palestina. « A pesar del odio y de las amenazas que sufrimos continuaremos luchando por defender nuestros derechos y para que nuestra comunidad sea vista como una más », gritaba la gran multitud.

    Pancartas, panfletos, banderas, calendarios, mucho color, alegría y numerosas personas adultas, fueron los protagonistas. « Me llamo Anat Evisra. Soy gay y trabajo como drag queen. He nacido en Jerusalén en el seno de una familia tremendamente religiosa.Es muy difícil ser homosexual en esta ciudad. La gente no nos entiende. He venido hoy aquí para luchar por la igualdad », explica esta joven de 25 años que muestra un calendario en el que sale disfrazada de hombre.

    Aunque las críticas y las continuas amenazas de las comunidades ultra-ortodoxas a esta clase de manifestaciones han sido constantes, la gran mayoría de los presentes ayer argumentaban que estas agresiones se debían a una « falta de información ».

    « Así como nosotros aceptamos a las comunidades religiosas, ellos lo deben hacer con nosotros. No se puede ocultar una realidad, hay que intentar entenderla », cuenta Gustavo Michanie, un argentino de 36 años que ha viajado hasta Israel para participar en el encuentro. Michanie, judío y tocado con una kippá con los colores de la bandera gay, explica que lleva siempre su kippá gay a la sinagoga.


    Fuente: MARTA MIERA. Especial para EL MUNDO