Cinco personas, entre ellas el entonces gerente de la Federación Española de Tenis, se enfrentan a penas de cuatro a siete años. Un marroquí, que trabajaba sin contrato y sin medidas de seguridad, falleció al caerse de las gradas que estaba montando.

Cinco personas, entre ellas el entonces gerente de la Federación Española de Tenis, se enfrentan a penas de cuatro a siete años. Un marroquí, que trabajaba sin contrato y sin medidas de seguridad, falleció al caerse de las gradas que estaba montando.

Se llamaba Matrah Mustapha, tenía 40 años, tres hijos y había llegado a España en busca de una vida mejor. Pero no tuvo tiempo de encontrarla. La muerte le sorprendió el 22 de agosto de 2003 en un campo de tenis, donde trabajaba sin contrato y sin ninguna medida de seguridad en el montaje de la grada para la Copa Davis. Mustapha se precipitó al vacío desde una altura de nueve metros. La empresa que lo contrató negó que trabajara allí.

Cuatro años después del accidente, los responsables de Montajes Miguel Hoyas S. L., la empresa encargada de la construcción de las gradas de la Copa Davis, el arquitecto técnico y el entonces gerente de la Federación Española de Tenis, promotora de la obra, se enfrentan a una de las mayores condenas solicitada por la Fiscalía de Málaga por un accidente laboral, entre cuatro y siete años de cárcel, por delitos de imprudencia grave con resultado de muerte y contra los derechos de los trabajadores. Además, el Ministerio Público pide que los acusados indemnicen a la mujer y los hijos de Mustapha con el pago de 150.000 euros.

El trágico suceso se produjo cuando el fallecido se encontraba trabajando, en una explanada aneja al estadio de deportes Martín Carpena, en el montaje de las gradas del campo de tenis donde se iba a celebrar el 19 de septiembre la eliminatoria de la Copa Davis entre los equipos nacionales de España y Argentina.

Con tenis sin dibujo

Según el escrito de acusación formulado por el fiscal, Mustapha trabajaba sin haber formalizado contrato alguno y sin haber sido dado de alta en la Seguridad Social por cuenta de la empresa Montajes Miguel A. Hoyas S. L., contratista de la obra, en la instalación del graderío de estructura metálica tubular, a unos nueve metros de altura.

Añade que lo hacía sin llevar un calzado homologado (calzaba unos tenis sin dibujo en las suelas) y sin sujeción alguna con cinturón o arnés de seguridad. En un momento dado, el trabajador se precipitó al vacío por un hueco existente en una zona de las gradas, que carecía de medidas de protección colectivas. Como consecuencia del impacto, Mustapha sufrió un politraumatismo que le provocó la muerte casi instantánea.

El fiscal explica que las obras se realizaban sin medidas de protección colectiva para los trabajadores que ejecutaban sus tareas a más de dos metros de altura y la estructura metálica que se construía carecía de escaleras de acceso. Añade que ni los promotores-constructores, ni la empresa subcontratista, informaron a los trabajadores de los riesgos que corrían ni tampoco de las medidas de prevención y protección que debían adoptar.

Las penas solicitadas son de cuatro años de cárcel para el representante y para el encargado de la obra de la empresa Montajes Miguel Hoyas ; el arquitecto técnico responsable de seguridad e higiene de las instalaciones para la Copa Davis, y el entonces gerente de la Real Federación Española de Tenis. El jefe de personal y responsable de la contratación de la empresa se enfrenta a siete años.

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