La regularización administrativa anunciada por el PSOE, tiene la ventaja de mostrar a la sociedad ese millón de trabajadores y trabajadoras sin derechos que hasta ahora se escondían tras los números del Producto Interior Bruto.

El drama de la inmigración es el drama de las situaciones que desde hace años -desde la primera Ley de Extranjería creada por el PSOE-, padecen un millón de personas que pretenden salir de la miseria en la que viven en sus lugares de origen (Bulgaria., Marruecos, Ecuador, Colombia, etc.) Por esto decimos que la mayor parte de la inmigración tiene raíces económicas, nacidas de las profundas injusticias y desigualdades en la que malviven 2/3 partes de la población del planeta.

La regularización administrativa anunciada por el PSOE, tiene la ventaja de
mostrar a la sociedad ese millón de trabajadores y trabajadoras sin derechos
que hasta ahora se escondían tras los números del Producto Interior Bruto.

El drama de la inmigración es el drama de las situaciones que desde hace
años -desde la primera Ley de Extranjería creada por el PSOE-, padecen un
millón de personas que pretenden salir de la miseria en la que viven en sus
lugares de origen (Bulgaria., Marruecos, Ecuador, Colombia, etc.) Por esto
decimos que la mayor parte de la inmigración tiene raíces económicas,
nacidas de las profundas injusticias y desigualdades en la que malviven 2/3
partes de la población del planeta.

La libertad de circulación es un derecho otorgado a los capitales, pese a
los efectos que genera : deslocalizaciones de empresas, especulación
financiera, expedientes de regulación de empleo, fraude fiscal, etc… y
negado a las personas. Los derechos humanos fundamentales, entre los que se
encuentra el de libre circulación y residencia (artículo 13 de la
Declaración de los Derechos Humanos) deben estar por encima de coyunturas
partidistas y de las necesidades del mercado. Su condición de esclavo
moderno (los esclavos en la antigüedad son los no-personas, los sin
derechos), le crea nuevos dueños, nuevos amos :

  •  El mercado, el poder económico, que exige de forma permanente
    mano de obra en sectores de la economía, como el agrícola, construcción y
    servicio doméstico, a condición de que su precio no conlleve el respeto por
    sus derechos sindicales, sociales y políticos.

  •  El poder político que genera las condiciones jurídicas y
    administrativas (Ley de Extranjería), vinculadas al utilitarismo y la
    explotación empresarial y garantiza una administración policial de control
    de los flujos migratorios de la fronteras sur y este

  •  El poder policial y represor del Estado que dedica miles de
    millones de euros en blindar las fronteras por medio de sistemas de
    vigilancia, y de forma abusiva viola sistemáticamente los derechos
    inalienables de las personas migrantes, sometiéndoles a un estado de
    ansiedad y miedo permanente.

    Son cerca de un millón de personas que trabajan. ¿Por qué no tienen derechos
    como cualquier trabajador/a ? Sin una ley excepcional, como la de
    Extranjería, nos encontraríamos hablando de problemas laborales y de
    género(convenios, contratos, huelga, discriminaciones,etc.)

    Desde CGT denunciamos esta «anunciada regularización» que deja en manos de
    los empresarios la decisión final de que cientos de miles de personas sean
    oficialmente reconocidos como ciudadanos y ciudadanas de 2ª categoría y
    preguntamos :

  •  ¿Qué pasará con las casi 300.000 mujeres inmigrantes del servicio
    doméstico, de quienes cuidan a personas mayores, enfermas, discapacitadas,
    etc. ?

  •  Que pasará con los miles de trabajadores y trabajadoras
    temporeros del campo ?

  •  ¿Qué política se adoptará con las redes de tráfico de mujeres que
    trabajan en la prostitución ?

    Desde CGT no podemos sino defender la regulación de todos aquellos que ya
    están regulados en la realidad, pese a que sean obviados por la formalidad
    administrativa, por eso de nuevo volvemos a reclamar «papeles para todos/as» y, una vez «regularizados» administrativamente hay que preocuparse por permitir la convivencia, generar espacios de conocimiento mutuo, dotar de
    infraestructuras y servicios sociales que acompañen una nueva población.